El domingo 9 de julio, en una entrevista con Fareed Zakaria, analista político y presentador del programa GPS en CNN, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden en una dura declaración, dijo: “No estamos diciendo que todos los problemas en Cisjordania se deban a Israel, pero las opiniones de algunos miembros del gobierno de Netanyahu sobre la construcción de asentamientos en Cisjordania son parte del problema. El gobierno de Netanyahu incluye a las personas más radicales que he visto en mi vida, quiero decir desde Golda Meir hasta ahora. El ministro de Finanzas y el ministro de Seguridad Nacional de Israel son parte del problema de Cisjordania ocupada”. En esta entrevista, Biden expresó su esperanza de que Netanyahu dé pasos por el camino de la moderación.

Las palabras de Biden contra el gobierno de Netanyahu han encontrado la reacción de algunos funcionarios del gabinete del régimen sionista. Uno de los asesores de Netanyahu reveló que él (Netanyahu) en respuesta a las declaraciones del presidente estadounidense ha dicho: “Biden es muy grosero, incluso más grosero que Obama, Obama ni siquiera hablaba así”.

Respecto a las consecuencias de las recientes declaraciones de Biden, que han sido ampliamente reflejadas en los círculos políticos y mediáticos de la región, del régimen sionista, y de Estados Unidos, existen puntos significativos, de los cuales se abordan los más importantes:

1- Los contenidos intercambiados entre los líderes de Israel y Estados Unidos no deben interpretarse como tensión en las relaciones entre Estados Unidos y el régimen sionista. En los últimos tres años, cuando Netanyahu ha estado en el cargo, el presidente de los Estados Unidos ha hecho declaraciones críticas y, en ocasiones, duras sobre Netanyahu y sus enfoques.

Las recientes declaraciones del presidente estadounidense son principalmente contra Netanyahu y las políticas extremas de su gabinete. Biden cree en el avance gradual y lento de las políticas sionistas en la Palestina ocupada, y no le gusta el enfoque imprudente y duro de Netanyahu. Además, desde que era vicepresidente de Obama, Biden ha tenido discrepancias con Netanyahu, cuyas acciones fueron en contra de Obama. Otra cosa es que la alianza de Netanyahu con los republicanos contra Biden en las elecciones presidenciales de 2020 ha vuelto pesimista a Biden sobre Netanyahu.

A pesar de todo esto, a la larga, tales discusiones no debilitarán las relaciones Washington-Tel Aviv a nivel estructural, y no tendrán ningún efecto en la dirección de la política exterior estadounidense hacia el régimen sionista, aunque eclipsarán algunas relaciones especiales entre la Casa Blanca y el régimen sionista.

2- Aunque los comentarios de Biden se consideran las palabras más duras contra el primer ministro israelí por parte del presidente estadounidense en los últimos 75 años, pero no significan que se estén cuestionando las dimensiones estratégicas de las relaciones entre ambas partes. Hoy, Estados Unidos tiene la cooperación política, militar, económica, de seguridad, etc. más importante en la región de Asia Occidental con el régimen sionista.

El problema de Biden es con Netanyahu, no con Israel, por lo que es muy poco probable que estos conflictos verbales se extiendan más allá del nivel de los políticos. Por lo tanto, la pelea principal es entre Biden y Netanyahu, no Estados Unidos e Israel.

3- A diferencia de la Guerra Fría, en el mundo de hoy ya no vemos alianzas estratégicas entre Estados Unidos y otros países, incluso sus aliados europeos y regionales. La era de tales coaliciones ha terminado, pero el régimen sionista es una excepción a esta regla.

Israel es el único régimen con el que Washington tiene una alianza estratégica. Incluso el cambio de gobiernos en Estados Unidos no ha podido crear una interrupción en las obligaciones políticas, económicas, militares y de seguridad de Estados Unidos hacia el régimen sionista.

Biden y su gobierno democrático todavía se consideran comprometidos a brindar y garantizar la seguridad del régimen sionista. Hoy, Biden sigue teniendo la misma opinión que tuvo durante su representación en el Senado y su presencia en la administración Obama; Hay que destacar su famosa frase: “Cuando era un joven senador, decía que si fuera judío, sería sionista, pero soy un sionista, no tienes que ser judío para ser sionista”.

4- Las recientes declaraciones de Biden contra Netanyahu no son ajenas al futuro viaje de Netanyahu a China. Biden está enojado por esto. Uno de los principales objetivos de este viaje, para el que aún no se ha fijado fecha, es enviar un mensaje a Washington de que Israel tiene otras opciones diplomáticas para hacer frente a las críticas de la administración Biden y los demócratas. Este es el tema que ha aumentado la ira de Biden hacia Netanyahu.

Punto final. Está bastante claro que el gobierno estadounidense tiene cuidado de que sus críticas a las políticas extremas del régimen sionista no se dirijan a la existencia del régimen israelí. El régimen sionista depende del gobierno estadounidense para avanzar en sus objetivos estratégicos, y los diferentes gobiernos de los Estados Unidos siempre han apoyado las políticas estratégicas del régimen sionista en la región a pesar de sus diferencias de opiniones. Como se dice, Estados Unidos estaría en una situación diferente y difícil sin Israel. Según Biden: “¡Si Israel no existiera, Estados Unidos lo crearía!”.

Bezalel Smotrich, el ministro de Finanzas del régimen sionista, a quien Biden considera, junto con Itamar Ben-Gvir, el ministro de Seguridad Nacional, parte del problema del extremismo y los conflictos en Cisjordania, respondió a las declaraciones de Biden y dijo: “Respeto al presidente de los Estados Unidos. La cooperación y las relaciones entre Estados Unidos e Israel son más fuertes que en el pasado, pero también hay diferencias de opinión”.

Israel sigue siendo el principal receptor de ayuda militar estadounidense (4 mil millones de dólares al año). En marzo de 2022, es decir, en el segundo año de su administración, Biden asignó fondos adicionales por valor de unos 2 mil millones de dólares para el sistema de defensa antimisiles “Cúpula de Hierro”.

Ningún grupo en Estados Unidos es tan efectivo como el lobby sionista en la toma de decisiones y la formulación de políticas regionales y globales estadounidenses. La existencia del lobby sionista en diferentes escenarios de política y poder en Estados Unidos es un factor disuasivo fuerte para evitar el debilitamiento de las relaciones entre las dos partes.

Pues no es correcto interpretar las tensiones verbales entre Biden y Netanyahu como tensiones entre Estados Unidos y el régimen sionista. Tal interpretación de las palabras de Biden es incorrecta y contraria a los hechos que rigen sus relaciones estratégicas.