En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Kourosh Ahmadi dijo: “La Corte exigió el aumento del número de cruces terrestres en Gaza y mantenerlos abiertos durante el mayor tiempo posible. Asimismo, este Tribunal afirmó que Israel debe garantizar que el ejército de este régimen no viole los derechos de los palestinos, y no debe impedir que les llegue ayuda”.

En respuesta a si las decisiones del Tribunal son vinculantes, Ahmadi explicó: “A este respecto, cabe señalar que las decisiones de la Corte Internacional de Justicia son vinculantes para las partes en la disputa y crean obligaciones legales, es decir, las partes en la disputa están obligadas a aceptar y ejecutar las decisiones del Tribunal. Pero el problema es que estas decisiones no tienen garantía de ejecución”.

Añadió: “En otras palabras, la situación es tal que si un país no implementa las decisiones, el Tribunal no es capaz de obligar a ese país a implementarlas. Por supuesto, según el Artículo 41 del Estatuto, la Corte está obligada a informar al Consejo de Seguridad (además de las partes en la disputa), de sus decisiones”.

Según Ahmadi, si existe la voluntad política necesaria, el Consejo puede tomar decisiones vinculantes con una garantía de ejecución para aplicar las decisiones de la Corte. Naturalmente, teniendo en cuenta la composición de miembros del Consejo de Seguridad, esa posibilidad es débil.

Este ex diplomático de nuestro país enfatizó: “La realidad es que en el derecho internacional y el sistema internacional, la soberanía nacional de los países y de cada una de las unidades políticas es reconocido”.

Señalando que el hecho de que una organización supranacional pueda imponer su opinión a un país es una cuestión muy rara en el derecho internacional, afirmó: “La única excepción es el Consejo de Seguridad, que puede imponer sus decisiones a los países utilizando la garantía de ejecución proporcionada por la Carta de la ONU. En los Artículos 41 y 42 de la Carta hay posibilidades para aplicar las decisiones del Consejo de Seguridad, que incluyen sanciones y acciones militares”.

Ahmadi explicó: “Por lo tanto, prácticamente ningún organismo supranacional, excepto el Consejo de Seguridad, tiene la posibilidad de aplicar sus decisiones, incluso si estas decisiones son legalmente vinculantes”.

Este experto afirmó: “Las decisiones de la Corte Internacional de Justicia son jurídicamente vinculantes, pero no existe ninguna garantía de ejecución para ellas. En el caso del Consejo de Seguridad, el procedimiento es tal que ciertos tipos de decisiones y resoluciones de esta organización se consideran vinculantes, pero las resoluciones del capítulo VI de la Carta de la ONU son recomendaciones y muchas veces no se consideran vinculantes, aunque existen diferencias de opinión al respecto entre juristas”.

Al señalar que las decisiones tomadas por la Asamblea General de la ONU generalmente son consideradas recomendaciones, enfatizó: “Sin embargo, cabe señalar que aunque las decisiones tomadas por autoridades internacionales como la Corte, en la mayoría de los casos no tienen garantía de ejecución, tienen un peso político muy alto y afectan la legitimidad y la imagen de las unidades políticas, es decir, los gobiernos y sus intereses”.

Ahmadi añadió: “En otras palabras, un país que no sigue estas decisiones es considerado un mal país desde el punto de vista internacional. Por lo tanto, los países que se respetan a sí mismos generalmente intentan no estar en una situación en la que las instituciones internacionales tomen una decisión en su contra y que se vean obligados a no obedecer y no implementarla”.

El ex diplomático de nuestro país enfatizó que sin duda el reciente veredicto de la Corte Internacional de Justicia sobre los crímenes del régimen israelí en la Franja de Gaza ha tenido efectos significativos, especialmente efectos políticos en la formación de la opinión pública internacional.

Explicó: “La opinión pública es la principal superpotencia en el mundo de hoy; Incluso grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China enfrentan problemas si se oponen a la opinión pública. Como hemos visto, la opinión pública y la política de Europa y Estados Unidos han cambiado en los últimos tres o cuatro meses. Al principio de la guerra apoyaban al régimen israelí, pero ahora se oponen a él de una manera sin precedentes”.

Según Ahmadi, tal cambio de política, por un lado se debe en gran medida a la influencia de la opinión pública interna de los países, y por el otro a las decisiones de las organizaciones internacionales y las declaraciones de sus funcionarios. Mientras tanto, las decisiones de la Corte Internacional de Justicia y sus medidas temporales respecto de los crímenes del régimen israelí en Gaza han tenido un gran impacto en la formación de la opinión pública internacional.

Finalmente, Ahmadi dijo: “Si queremos imaginar un fin para la guerra de Gaza, probablemente además de la voluntad de los bandos, la presión de la opinión pública y la presión de las organizaciones internacionales también son muy efectivas, y todos estos factores trabajarán juntos para crear una corriente y empujar al régimen israelí hacia el fin de la guerra y un alto el fuego. En este sentido, vemos que este régimen lleva unos dos meses intentando atacar Rafah, pero no ha podido. La razón principal de esto es la presión que ejercen sobre Tel Aviv las organizaciones internacionales y la opinión pública, incluso la de Europa y Estados Unidos”.