En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, el Dr. Abbas Sarvestani afirmó que no es posible examinar las perspectivas de la membresía de Ucrania en la OTAN sin comprender su papel en el pensamiento estratégico de Occidente y Rusia, y aclaró: “Es posible que conceptos como patio trasero, zonas de amortiguamiento, anexión e invasión no tengan sentido para muchos expertos que analizan las cuestiones de seguridad de las relaciones internacionales desde la perspectiva de la globalización y sus conceptos relacionados, como la Aldea Global y la erosión de las fronteras nacionales, pero esta actitud al menos no se aplica acerca de Ucrania”.
Dijo: “La disolución de la Unión Soviética fue un shock estratégico para Rusia, porque la primera línea defensiva soviética contra Occidente estaba situada en Ucrania, y tras la separación de Ucrania, los rusos tuvieron que trasladar esta línea de defensa a Kaliningrado, una zona muy vulnerable y situada en la boca de las líneas ofensivas de la OTAN y el llamado cono de la muerte”.
Al explicar las razones para situar a Ucrania en el centro de la doctrina defensiva y de seguridad de Rusia, este analista de cuestiones europeas señaló: “Debido a la diferencia estratégica entre Rusia y la OTAN, Ucrania fue el primer país independiente de la Unión Soviética en formar una fuerza militar independiente y solicitar ser miembro de la OTAN, y firmó el programa de la Asociación para la Paz en 1994 y el acuerdo especial con la OTAN en 1997. Sin embargo, tras la venta del sistema defensivo avanzado de Ucrania a Irak en 2002, la relación entre Ucrania y la OTAN se volvió oscura, de modo que la participación militar de este país en la guerra de Irak no pudo mejorar esta oscura relación”.
Sarvestani afirmó que en la segunda edición de su doctrina defensiva en 2004, Ucrania anunció que ya no aspira a unirse a la OTAN, sino que solo busca una profundización significativa de las relaciones con la OTAN y la Unión Europea como garante de la seguridad y la estabilidad de Europa. Este experto dividió las negociaciones entre la OTAN y Ucrania en antes y después de la Revolución Naranja en Ucrania y dijo: “En septiembre de 2020, Zelenski aprobó la nueva estrategia de seguridad nacional de Ucrania, que prevé el desarrollo de una asociación con la OTAN con el objetivo de ser miembro. Esta nueva estrategia de Ucrania se encontró con la dura reacción de Rusia. Pero a pesar del alto costo de la estrategia occidental de la política exterior de Ucrania, no existe una visión clara para la membresía definitiva del país en la OTAN”.
Sarvestani opina que las posiciones de los países miembros de la OTAN respecto a Ucrania se dividen en 4 categorías: “La primera categoría son las repúblicas constituyentes de la Unión Soviética que temiendo a su poderoso vecino, quieren que Ucrania se una a la OTAN, recupere Crimea e incluso buscan el cambio del régimen en Rusia. Ellos creen que el apaciguamiento contra Putin es lo mismo que el apaciguamiento contra Hitler en 1938, y si los países europeos, especialmente Inglaterra y Francia, hubieran adoptado una postura más dura contra Hitler en ese momento, tal vez se habría podido evitar la Segunda Guerra Mundial”.
Sarvestani cree que la segunda categoría, la forman los países democráticos europeos encabezados por Francia y Alemania, que tienen posiciones más moderadas y, aprendiendo de la historia de la Guerra Fría, quieren reducir las tensiones y evitar que Europa se convierta en el campo de batalla de la Tercera Guerra Mundial.
Según este experto de cuestiones europeas, en la tercera categoría están Reino Unido y Estados Unidos, que insisten en que Rusia debería retirarse de Ucrania, pero tienen dudas sobre la devolución de Crimea o un cambio de régimen en Rusia. Finalmente, se puede colocar a Turquía sola en la cuarta categoría, el país que de hecho es el verdadero ganador de la guerra de Ucrania, y que con su política exterior, recibe concesiones de Rusia y al mismo tiempo presiona a los países de la OTAN para alcanzar sus objetivos políticos internos”.
Este experto afirmó que la membresía de Ucrania en la OTAN depende del estado de la guerra y ahora este país está tratando de facilitar las condiciones para su membresía después de la guerra y agregó: “Si Ucrania se uniera a la OTAN durante el actual conflicto con Rusia, según el artículo 5 de la OTAN, todos los Estados miembros también tendrían que declarar la guerra a Rusia. Además, en la cumbre de Vilna de julio, se decidió que si los aliados están de acuerdo y si se cumplen las condiciones, Ucrania se convertirá en miembro de este tratado”.
Al referirse a la continuación de los apoyos a Ucrania, Sarvestani señaló las afirmaciones de algunos funcionarios europeos acerca de que Ucrania no debe unirse a la UE y a la OTAN y continuó: “Utilizando el artículo 5 de la OTAN, Rusia trata de presionar a Ucrania y al convertir esta batalla en una guerra de desgaste, prácticamente mantiene a este país en un limbo para que deje de seguir la estrategia de unirse a la OTAN”.
Este analista de cuestiones europeas dijo: “Por otro lado, Estados Unidos, como líder de la OTAN, no quiere poner fin a la guerra; Porque si esta batalla se convierte en una guerra de desgaste, convencerá a la UE de aumentar sus gastos defensivos en la OTAN al 2% del PIB y, por otro lado, al crear preocupación geopolítica para su antiguo rival, debilitará a Rusia. La misma política de crear preocupaciones geopolíticas fue adoptada por Estados Unidos con respecto a China y la República Islámica de Irán, que con la inteligencia de estos países, no entraron en el peligroso juego de Estados Unidos y al mostrar su poder, crearon una disuasión”.
Sarvestani enfatizó: “Con el estado actual de la guerra, no hay perspectivas claras de que Ucrania se una a la OTAN, y los estados miembros de la OTAN no tienen ningún deseo de confrontar a Rusia directamente. O Ucrania debería esperar a la era post-Putin y el cambio de las políticas defensivas y de seguridad de Rusia para unirse a la OTAN, o debería dejar de lado el deseo de ser miembro de la OTAN. Sin embargo, la experiencia histórica ha demostrado que siempre existe una solución intermedia para resolver este tipo de crisis y en el mejor de los casos, la relación entre Ucrania y la OTAN probablemente se mantendrá en el nivel de asociación especial, y Rusia reconsiderará su enfoque hacia Ucrania a cambio de estar segura de que Ucrania no se unirá oficialmente a la OTAN”.
0 comentarios