Se dice que los dos países acordaron proponer nuevas iniciativas para resolver las diferencias y pusieron énfasis en la continuación del diálogo sin condiciones previas y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales basadas en intereses comunes en todos los campos.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Fidan, afirmó: “Turquía y Grecia pueden resolver sus problemas basándose en el derecho internacional y respetando los derechos e intereses mutuos. Ankara ha entrado en una era nueva y positiva para resolver los problemas en las relaciones con Atenas. En las negociaciones con mi homólogo griego, discutimos las disputas bilaterales en el mar Egeo y el Mediterráneo oriental. Tenemos diferencias sobre el mar Egeo, pero acordamos proponer nuevas iniciativas prácticas para resolver las discrepancias. Ya hemos planteado estas cuestiones en el pasado y buscamos retomar este proceso en un futuro cercano. El restablecimiento de los canales de comunicación entre Turquía y Grecia es un avance positivo, y agradezco a la nación y al gobierno griegos por enviar ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto en Turquía en febrero pasado”.

El ministro de Asuntos Exteriores turco añadió: “La cuestión de los refugiados no es una cuestión por la que podamos competir y debemos cooperar en este sentido. No queremos ver más víctimas en el mar Egeo”. El ministro de Asuntos Exteriores turco agradeció la ayuda enviada por Grecia tras el terremoto del 6 de febrero. La parte turca se negó a utilizar el término “minoría turca”, que suelen utilizar las autoridades turcas para describir a la minoría musulmana de origen turco en la región de Tracia, y exigió la protección de sus derechos.

El ministro griego de Asuntos Exteriores, Gerapetritis, que describió su responsabilidad y la de su homólogo como una “oportunidad histórica”, anunció: “En mis negociaciones con mi homólogo turco, revisamos un plan de tres etapas. Turquía y Grecia celebrarán una reunión de consejo de cooperación de alto nivel antes de finales de 2023, la primera reunión de este consejo en los últimos siete años. Sabemos que las brechas creadas con el tiempo y los sufrimientos heredados del pasado no pueden borrarse de inmediato. Pero existe el deseo y la voluntad de invertir en honestidad y comprensión mutua para encontrar puntos en común y eliminar las creencias del pasado. Si hay una diferencia de opinión sobre un tema, al menos no debemos permitir que cause una crisis”. El ministro de Asuntos Exteriores griego añadió que el apoyo de Atenas a la adhesión de Turquía a la UE está condicionado a la aplicación de los criterios establecidos y afirmó que la aplicación estricta y completa del derecho internacional es un requisito previo para lograr avances en las conversaciones.

Sin duda, el inicio oficial de las conversaciones políticas del 17 de octubre, como un marco en el que se discutirán las graves diferencias entre Grecia y Turquía, es uno de los resultados importantes de la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países. En esta cumbre, temas como la inversión, el comercio, el turismo, la agricultura y el transporte marítimo estarán en la agenda de los dos países.

Se considera difícil resolver las diferencias fundamentales entre los dos países, incluida la delimitación de la plataforma continental y la zona económica exclusiva, y es necesario tomar medidas paralelas para mantener una atmósfera positiva en las relaciones y generar confianza. En las recientes negociaciones se definió un plan para los meses que quedan hasta finales de este año. En este encuentro, las partes hicieron hincapié en la suspensión de las actividades militares de los dos países y la realización de grandes maniobras en el Egeo y el Mediterráneo oriental, la comunicación inmediata entre los dos ministros de Asuntos Exteriores en caso de crisis en las relaciones, la celebración de la reunión de consejo de cooperación de alto nivel de Grecia y Turquía a finales de año en la ciudad de Tesalónica (Grecia) después de siete años, la reunión de los líderes de los dos países al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el inicio de conversaciones políticas a nivel de viceministros de Asuntos Exteriores y la implementación y fortalecimiento lo antes posible de los diálogos a nivel militar sobre medidas de fomento de la confianza.

Las palabras de los dos ministros muestran que las partes han decidido que por el momento la cuestión de Chipre no desempeñe ningún papel en las negociaciones bilaterales. Su decisión de eliminar la cuestión de Chipre de la agenda, por un lado muestra los problemas relacionados con esta cuestión y, por otro lado, muestra que Atenas y Ankara saben que esta cuestión no se puede resolver al menos en la situación actual. La eliminación temporal de la cuestión de Chipre de la agenda de las negociaciones de ambas partes, mientras que las recientes palabras de Jack Straw, ex ministro de Asuntos Exteriores británico, de que debido a la oposición del sur de Chipre al plan de Kofi Annan para resolver la cuestión de Chipre en 2004, la UE debería haber pospuesto la adhesión de la parte grecochipriota a la UE, demuestra que las diferencias entre las partes han revelado sus efectos incluso entre los propios europeos. Desde el punto de vista de Jack Straw, si las negociaciones para una nueva constitución y la unidad de Chipre vuelven a fracasar, la comunidad internacional debería centrarse en intentar resolver el problema de Chipre basándose en el plan de dos Estados.

Tras la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía y Grecia, Alemania acogió con beneplácito los recientes pasos para acercar a Turquía y Grecia y anunció el interés de Alemania para mediar con el objetivo de mejorar las relaciones entre los dos países. Durante la época de la canciller Angela Merkel y el actual canciller Olaf Scholz, Alemania ha mediado muchas veces para reducir la tensión entre Atenas y Ankara.

Tanto Turquía como Grecia son miembros de la OTAN y llevan años teniendo discrepancias sobre las fronteras marítimas y la exploración de la energía en el mar Egeo y el Mediterráneo oriental, pero tras el catastrófico terremoto en Turquía, la situación ha cambiado un poco y las tensiones entre ambas partes se han reducido significativamente, pero sin duda, independientemente de la orientación política, ningún partido en Grecia apoya el compartimiento de los recursos del mar Egeo.