En las últimas semanas se han producido tres hechos destacables en este sentido:
Primero, la celebración de una reunión conjunta entre representantes de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y miembros de la tribu Shammar en la base de Rmelan ubicada en la provincia de Hasakah. La reconstrucción del cuerpo del grupo conocido como las “Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)” y la formación del “Consejo Militar Insular” formado por milicias armadas en la franja fronteriza de Turquía, fueron dos agendas importantes de esta reunión.
Segundo, la celebración de una reunión conjunta en Ginebra con la presencia del representante del secretario de Estado de los Estados Unidos, los enviados especiales de Alemania, Francia e Inglaterra, y Hadi al-Bahra, jefe de la delegación opositora siria. En esta reunión, se enfatizó que cualquier movimiento en el caso político sirio debe estar de acuerdo con la Resolución 2254, que fue emitida por el Consejo de Seguridad en diciembre de 2015, y enfatiza el alto al fuego y la solución política a la crisis siria, así como la formación de un gobierno de unidad nacional.
Y tercero, el viaje de Nicholas Grainger, el representante del Departamento de Estado de los Estados Unidos para asuntos sirios, al norte de este país y su reunión y conversación con los representantes de la “Administración Autónoma del Norte y Este de Siria” y el “Consejo Nacional Kurdo” así como miembros destacados y jeques de las tribus sirias.
Hay dos puntos importantes con respecto a las acciones recientes de Estados Unidos en Siria y sus resultados:
1- Una parte importante de estas acciones se sigue centrándose en las tribus y nómadas en el norte de Siria. Algunas tribus que vivían en estas áreas y que a veces se extienden a los países vecinos, jugaron un papel destacado en la escalada de la crisis en el país en los últimos años cuando Siria estaba involucrada en la lucha contra ISIS. La tribu Shammar, que se encuentra en los cuatro países de Irak, Siria, Jordania y Arabia Saudí, es una de las tribus importantes y prominentes en el avance de las nuevas acciones de Estados Unidos en Siria.
Esto muestra que Estados Unidos está buscando crear un proyecto conjunto con la participación de las tribus sirias en el noreste de este país. Aunque la Casa Blanca aún no ha llegado a una fórmula concreta al respecto, parece que, como se mencionó, busca formar un “ejército nómada” con el objetivo de aprovechar política, económica y militarmente los cambios en Siria.
El ejército nómada o Consejo Militar Insular es parte del gran proyecto estadounidense para crear una organización política unificada centrada en un área de 150 km de largo desde Tal Kocher hasta los suburbios de Al-Hawl en Hasakah. Después del fin de ISIS en 2017, Estados Unidos perdió su mayor “palanca de presión” y “as en la manga” en Siria. Por lo tanto, para avanzar en sus objetivos, buscó reemplazar a los kurdos.
El apoyo de la Casa Blanca a los kurdos es en realidad una cobertura para mantener la presencia e influencia estadounidense a largo plazo en Siria, mantener la palanca de presión contra el gobierno de Bashar al-Ásad y saquear los recursos petroleros del país.
2- La coincidencia de las acciones estadounidenses en el norte de Siria con los esfuerzos regionales para reanudar las relaciones bilaterales entre Damasco y Ankara, la ampliación de las relaciones de los países árabes con Siria, que se interpreta como el retorno de este país al mundo árabe, así como la rápida transición de Siria de las etapas finales de la crisis, muestran que una Siria independiente, poderosa, unificada y estable no es deseable para Estados Unidos.
Estados Unidos busca una Siria insegura, fragmentada e inestable. Por lo tanto, está tratando de traer de vuelta a la escena, al grupo llamado “Liwa Thuwar al-Raqqa” bajo el liderazgo de Ahmad Alloush, apodado Abu Issa.
Además de estos y como otro factor efectivo en el aumento de las acciones políticas estadounidenses en Siria, también cabe mencionar la apertura de la base aérea rusa en el aeropuerto militar Jirah en el norte de Alepo, porque esta acción ha preocupado a los estadounidenses. El aeropuerto de Jirah, que durante la guerra con ISIS estuvo algún tiempo bajo control de terroristas y opositores, se considera el nexo de unión entre el este y el oeste de Alepo, por lo que tiene una importancia estratégica en los desarrollos internos de Siria.
La apertura de esta base aérea muestra que, contrariamente a algunos puntos de vista que creen que la guerra en Ucrania ha reducido el enfoque político de Rusia en Siria, Moscú todavía está fortaleciendo su papel militar en Siria.
Por lo tanto, está claro que existe una “proporción inversa” entre los intereses estadounidenses y la crisis siria. Eso quiere decir que al fortalecer la estabilidad y la seguridad en Siria, los intereses de Estados Unidos en este país se debilitarán y, por el contrario, mantener o ampliar la crisis y la inestabilidad en Siria y el aislamiento regional e internacional de este país, garantizarán los intereses nacionales de Estados Unidos. El hecho de que en los últimos meses, los desarrollos políticos, diplomáticos y de seguridad en Siria se han mejorado más intensamente, no es nada agradable para la Casa Blanca.
Estados Unidos no quiere perder su presencia e influencia en Siria. Asegurar la posición política, militar y de seguridad de Estados Unidos en Siria es actualmente uno de los principales planes de este país en relación con Siria. A medida que la crisis siria se acerca a sus etapas finales, Estados Unidos está diseñando un nuevo escenario para intensificar la crisis y debilitar al gobierno central en Siria. Un programa cuyo objetivo principal es bloquear el progreso de los programas de reducción de crisis en Siria e impedir la realización de acuerdos regionales cuyo objetivo es restaurar las relaciones exteriores de Siria. De hecho, Siria se ha convertido prácticamente en un proyecto fallido para Estados Unidos.
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