En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Rahman Ghahremanpour dijo: “En la mayoría de los casos, Estados Unidos ha guardado silencio sobre las denuncias legales presentadas contra el régimen israelí. Por ejemplo el veto a las resoluciones del Consejo de Seguridad por parte de Estados Unidos ha sido la herramienta más común de este país para apoyar a este régimen. Considerando que el Consejo de Seguridad es el organismo más poderoso de la ONU, cuando este organismo no interviene en un asunto o lo veta, las instituciones internacionales dependientes de la ONU y generalmente otros países no intervienen en el caso. Pero el hecho de que el principal órgano judicial de la ONU acepte investigar una cuestión que ha sido vetada en el Consejo de Seguridad, es una cuestión muy importante. Tal vez pueda decirse que la era en la que Estados Unidos podía impedir con su presión el análisis legal de la actuación del régimen israelí ante las autoridades internacionales, de alguna manera ha terminado”.
Continuó: “Por supuesto, no olvidemos que antes de esto, los tribunales internacionales se habían pronunciado sobre la Barrera israelí de Cisjordania, y el veredicto se emitió contra este régimen, pero como se trataba de una opinión consultiva, no dio resultado. Al mismo tiempo, parece que presentar demandas contra el régimen israelí se está convirtiendo en una cuestión que podrá abordarse políticamente en la opinión pública mundial y entre los gobiernos, y en el futuro, es posible que otras potencias y países también quieran continuar el procedimiento que ha adoptado Sudáfrica”.
En relación con la pregunta: “Si el régimen sionista no cumple con la orden temporal de la Corte, qué acciones pueden tomar Sudáfrica y otros países que lo apoyan?”, este experto en temas internacionales afirmó: “Cuando Sudáfrica presentó su denuncia, pocos pensaron que daría un buen resultado preliminar, pero afortunadamente la decisión del tribunal fue significativa y fue bien recibida por la opinión pública. Incluso existe la posibilidad de que algunos países islámicos quieran adoptar el procedimiento de Sudáfrica. Por lo tanto, si el régimen israelí no cumple con la orden de la Corte, se debería seguir apoyando a Sudáfrica, y otros países, especialmente los islámicos, deben cooperarse entre sí en esta dirección. Quizás una de las medidas más importantes para respaldar la decisión de la Corte sea el apoyo integral de los países que apoyan a Palestina, a la acción de Sudáfrica”.
Ghahremanpour continuó diciendo que el segundo paso podría ser emplear a destacados jueces de derecho internacional para defender la denuncia de Sudáfrica. La presencia de jueces destacados que basándose en derecho internacional, puedan defender a los palestinos y condenar al régimen israelí en los tribunales con argumentos legales puede ser eficaz en este proceso. Pero desafortunadamente, en los países de Asia Occidental, debido a que el imperio de la ley ha sido débil desde el pasado, el número de jueces internacionales prominentes es limitado. Por supuesto, en Malasia, Sudáfrica y Singapur, dado que la ley ha sido importante y ha recibido seria atención desde el pasado y como resultado, existen organizaciones judiciales y jurídicas confiables que operan en estos países, el número de jueces eminentes y abogados que pueden ayudar en el tribunal es significativo. Por otro lado, los gobiernos deberían permitir que organizaciones jurídicas no gubernamentales o jueces eminentes se involucren en este tema y cooperen entre sí y eliminen posibles obstáculos”.
Según este experto en temas internacionales, el tercer paso para poner en la práctica el fallo de la Corte de La Haya es apoyar a los medios y herramientas que explican bien el tema a nivel de la opinión pública y pueden dar seguimiento al caso.
Al final afirmó: “Al Jazeera fue uno de los pocos canales que transmitió lo que estaba sucediendo en el Tribunal de La Haya, y en este sentido definitivamente se necesitan más medios. Así que junto con la cooperación de los gobiernos, instituciones legales y civiles internacionales y destacados abogados con el gobierno sudafricano, es necesario utilizar medios de comunicación que tengan la credibilidad necesaria y puedan explicar los diversos aspectos de este asunto para la opinión pública”.
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