Según las noticias publicadas sobre la ayuda económica, comercial y de tránsito de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos al régimen sionista, y considerando que el régimen sionista está llevando a cabo una guerra psicológica y difundiendo información falsa sobre la guerra, de Gaza, en una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores Hossein Rouyvaran dijo: “En muchos casos, algunos gobiernos de la región siguen las órdenes que les dan los occidentales. Estos gobiernos no tienen la capacidad de oponerse a Occidente, y si en algún caso lo hacen, es a través de un escenario predeterminado”.

Continuó: “Desde el comienzo del levantamiento en Palestina, especialmente el levantamiento organizado que comenzó en 1965 con la lucha armada del movimiento Fatah contra Israel, estos gobiernos tuvieron problemas con tales acciones y las veían como una amenaza a su seguridad, por eso intentaban debilitar estos movimientos. Incluso intentaron frenarlos mediante ayudas económicas. Dieron ayuda financiera, pero no para su promoción y realización de la justicia en esta tierra, sino con el objetivo de llevarlos a una especie de compromiso, lo que ha ocurrido hasta cierto punto en los últimos años”.

Afirmando que desde el inicio de la Operación Tormenta de Al-Aqsa algunos gobiernos árabes de la región dudan de lo que ha hecho la Resistencia y de sus capacidades, este experto en cuestiones regionales dijo: “Ellos consideran el trabajo de la Resistencia y los movimientos de liberación como una aventura y una amenaza a su seguridad nacional, de manera que intentan, entre bastidores, ayudar al régimen sionista”.

Sobre la situación económica y los problemas del régimen sionista en la situación actual, que está involucrado en la guerra de Gaza, Rouyvaran dijo: “Hasta 1985, el régimen sionista no tenía una economía fuerte y dependía principalmente de la ayuda estadounidense, de tal manera que alrededor del 30-40% del presupuesto oficial del régimen sionista se financiaba con ayuda estadounidense, pero desde 1985 se produjo una grave crisis en el régimen sionista y Estados Unidos asumió la gestión de su economía e intentó transformar esta economía, que tenía dimensiones socialistas, en una economía de libre mercado. Esto coincidió con acontecimientos políticos, y la transición del dominio absoluto del Partido Laborista al Partido Likud. Desde entonces, Estados Unidos le ha dado 3.8 mil millones de dólares al año, pero esta cantidad de ayuda no representa ni siquiera el uno por ciento de la economía del régimen sionista. Hoy, el PIB del régimen sionista es de 520 mil millones de dólares y su ingreso per cápita es de 38 mil dólares”.

Rouyvaran continuó: “El inicio de la Operación Tormenta de Al-Aqsa prácticamente ha detenido el ciclo económico del régimen sionista, lo que significa que la producción diaria de bienes y servicios, que generaba unos 1.4 mil millones de dólares de ingresos se ha reducido, y este sector ha recibido muchos daños. Por otro lado, debido a la llamada de reservistas y la presencia de su gente en refugios, cada día se pierden muchas oportunidades económicas, a las que hay que sumar la perturbación de la industria del turismo, problemas en la producción de servicios y bienes, o la cese de actividades, especialmente en los ámbitos tecnológicos”.

Señaló: “Tras más de 100 días de guerra, se puede decir que el régimen sionista ha sufrido pérdidas económicas de más de 100 mil millones de dólares. La devaluación de séquel (la moneda del régimen sionista), la entrada de Ansarolá para enfrentar al régimen sionista y la amenaza de barcos marítimos que van hacia Israel o salen de este régimen, prácticamente han creado problemas económicos y se ha creado una inflación significativa del 10-20%. En general, la economía del régimen sionista ha resultado gravemente dañada por la Tormenta de Al-Aqsa, y volver a las condiciones anteriores es costoso y lleva mucho tiempo. Si sumamos el coste de la guerra a los costos económicos, creo que las pérdidas del régimen sionista superarán los 120 o 150 mil millones de dólares”.

En relación a ¿por qué los gobiernos árabes, contrariamente a sus posiciones y consignas oficiales a favor de Palestina y contra el régimen sionista, de alguna manera ayudan financiera y económicamente a este régimen?, este experto en cuestiones regionales afirmó: “Este comportamiento de algunos gobiernos árabes e islámicos se debe a su hipocresía. Las consignas y posiciones planteadas por estos gobiernos en apoyo al pueblo palestino pretenden calmar su propia opinión pública”.

Continuó: “Desafortunadamente, estos gobiernos buscan lograr un equilibrio entre sus condiciones sociales internas y su dependencia de Occidente”.

Rouyvaran afirmó: “Estados Unidos anunció que gran parte de las armas que fueron entregadas al régimen sionista fueron enviadas desde bases estadounidenses en la región, es decir, estas armas van al régimen sionista (ya sea por mar, aire o tierra) desde bases estadounidenses en Kuwait, Arabia Saudí, Baréin y Emiratos Árabes Unidos, y el régimen sionista mata a palestinos con estos misiles estadounidenses que son transferidos desde estos países; Mientras que estos gobiernos han guardado silencio contra estas medidas”.

Al final dijo: “El hecho es que estos gobiernos son aliados de Occidente y el régimen sionista. Lo que se declara falsamente en apoyo a Palestina es por su propio pueblo. Estos países tratan de cubrir su comportamiento político, que está lleno de hipocresía, con colores religiosos e islámicos. Emiratos Árabes Unidos es uno de los países que más ayuda humanitaria ha enviado al pueblo palestino, mientras que al mismo tiempo ha normalizado sus relaciones con el régimen sionista, y su política general es contra Hamás y los palestinos y los ha incluido en la lista de terroristas, por lo que si ayuda a los palestinos, es para encubrir su completa obediencia a Occidente y su asociación con el régimen sionista”.