Los funcionarios griegos valoran como positivos los resultados de la visita del presidente turco a Atenas. Teniendo en cuenta que ambos países estuvieron al borde de un conflicto militar en 2020, los acontecimientos de los últimos meses y, especialmente los resultados de la visita de Erdoğan se valoran positivamente. Los resultados positivos de la reunión se pueden resumir en tres áreas:
1- “Declaración de Atenas” que fue firmada por el Sr. Mitsotakis, primer ministro de Grecia y el Sr. Erdoğan, presidente de Turquía, aunque no es vinculante, es muy importante y predice los próximos pasos del diálogo político y la perspectiva de introducir cuestiones sensibles como la delimitación de zonas marítimas en la agenda de las siguientes negociaciones.
2- Los temas relacionados con la “diplomacia blanda” que se incluyeron en la agenda positiva, salieron de la etapa de la consulta y han entrado en la etapa de implementación con la firma de 15 acuerdos, memorandos de entendimiento y declaraciones conjuntas.
3- Atenas y Ankara evitarán acciones que puedan debilitar la estabilidad en la región.
Por supuesto, aún persisten algunas de las diferencias fundamentales y de larga data entre los dos países, las más importantes de las cuales son:
1- Ankara cree que acudir al Tribunal Internacional de La Haya no debería incluir solo la cuestión de la delimitación de zonas marítimas (plataforma continental y zona económica exclusiva), sino también debería incluir otras cuestiones relacionadas (soberanía de algunas islas, desmilitarización de las islas del Egeo oriental, ampliación de las aguas territoriales, etc.).
2- Las partes discrepan sobre la cuestión de Chipre. Grecia cree que la cuestión de Chipre debe resolverse según las resoluciones del Consejo de Seguridad (la solución de una federación birregional y bisociedad), mientras que desde el punto de vista de Turquía, se debe considerar la realidad actual de la isla y apoyar la solución de dos Estados.
3- Las partes mantienen todavía una diferencia fundamental de opinión sobre la definición de la minoría turca en la región de Tracia Occidental (zonas musulmanas de origen turco en Grecia). En la reunión con el primer ministro de Grecia, el presidente de Turquía subrayó que los derechos de la minoría turca son más importantes que cualquier otra cuestión para Turquía. Pero el gobierno griego tiene una opinión diferente sobre la definición de minoría y cree que, dado que los miembros de la minoría son considerados ciudadanos griegos, el gobierno toma todas las medidas necesarias para garantizar que los ciudadanos griegos, tanto musulmanes como cristianos, disfruten de las mismas oportunidades; Pero Ankara no acepta la afirmación de Atenas.
Según la parte griega, debe haber voluntad política mutua para crear condiciones que permitan profundizar la cooperación y evitar tensiones en las relaciones bilaterales. Más que nunca, es necesario que Grecia y Turquía trabajen juntas para fortalecer la prosperidad, la paz, la estabilidad y las leyes internacionales, así como promover relaciones de buena vecindad en beneficio de las dos naciones.
Según el plan establecido, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países se reunirán dos o tres veces hasta febrero, ya sea de forma bilateral o al margen de reuniones internacionales. En febrero se celebrará la próxima ronda de diálogo político entre los viceministros de Asuntos Exteriores de ambos países, durante la cual discutirán los temas en disputa. Según los resultados de estas reuniones, se decidirán los próximos pasos durante la visita del primer ministro griego a Ankara en abril.
En su primera visita a Atenas en los últimos seis años, el presidente de Turquía estaba decidido a reducir los conflictos y tensiones que quedaron de su última visita a Atenas con un enfoque ganar-ganar. Durante este viaje de un día se firmaron una serie de acuerdos de cooperación denominados “agenda positiva” con el objetivo de superar diferencias de larga data. Después de años de tensión y el riesgo de una confrontación militar, los dos aliados de la OTAN están tratando de restablecer la confianza y cooperar en el Mediterráneo oriental. La importancia de mejorar las relaciones va más allá de los contactos bilaterales y podría ayudar a Turquía a mejorar sus frágiles relaciones con la UE y otros aliados occidentales.
Respecto a la cuestión de Chipre, según Erdoğan, lograr una solución justa, permanente y sostenible debe basarse en las realidades de la isla y en beneficio de toda la región. Mitsotakis también cree que los dos países discrepan sobre la cuestión de Chipre y no hay otra solución que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y las negociaciones deben reanudarse desde el punto en que fueron interrumpidas en 2017.
Estos dos países firmaron un total de 15 acuerdos en educación, exportaciones y agricultura, y se comprometieron a un diálogo continuo sobre temas políticos y económicos como energía y turismo, y acordaron tomar medidas de fomento de la confianza para eliminar fuentes de tensión no deseadas. Además, se comprometieron a mantener abiertos los canales de comunicación y a abstenerse de cualquier acción o declaración que pudiera socavar el espíritu amistoso del tratado. Ambos países se comprometieron a resolver cualquier disputa por medios pacíficos.
Aunque este tratado no es jurídicamente vinculante, tiene importancia histórica. Los líderes griegos anteriores habían intentado llegar a este acuerdo, pero no lo lograron. Este reciente acuerdo tiene símbolos más fuertes. Los altos funcionarios de los dos países también discutieron temas como la inmigración, la energía, el turismo y el comercio.
Aunque en ambos países se expresan opiniones muy positivas sobre el proceso de relaciones bilaterales, en ocasiones también se ven dudas. Aunque el ministro de Defensa griego afirma que la visita de Erdoğan fue un paso positivo, subraya que Grecia tiene que estar preparada para todos los escenarios. Desde su punto de vista, para lograr una transformación real en las relaciones con Turquía, es necesario cambiar el enfoque de este país en cuestiones estructurales que potencialmente pueden crear tensiones en las relaciones. Amenazar con la guerra a Grecia si amplía sus aguas territoriales, el acuerdo entre Turquía y Libia para delimitar sus zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo, la doctrina Patria Azul de Turquía, el enfoque de Ankara sobre la cuestión de Chipre y las exigencias infundadas planteadas por Ankara sobre diversas cuestiones son unos casos en los que Turquía debería cambiar su enfoque.
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