Recientemente, en la reunión y discusión que Hossein Amir Abdollahian mantuvo al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York con el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, nuevamente se enfatizó la idea propuesta por la República Islámica de Irán de formar una asamblea de diálogo y cooperación entre los ocho países del norte y sur del Golfo Pérsico.
Este tema muestra la importancia estratégica de la interacción y el fortalecimiento de los mecanismos intrarregionales utilizando la diplomacia multilateral y bilateral con la República Islámica de Irán. Pero ¿cuál es la necesidad de formar una asamblea de diálogo y cooperación con la participación de los países del Golfo Pérsico y cuáles son la importancia y las consecuencias de formar dicha asamblea?
Primero; En el sistema internacional actual, a diferencia de décadas anteriores y a pesar del énfasis en el globalismo en la Carta de las Naciones Unidas, el regionalismo se ha vuelto más importante, por lo que las organizaciones regionales tienen un lugar especial en las ecuaciones globales.
Segundo; La existencia de tensiones ocasionales entre los países de la región, especialmente en el Golfo Pérsico, que provocan una atmósfera frágil, inestabilidad, inseguridad y crisis, es uno de los problemas importantes que la formación de una asamblea de diálogo y cooperación con la participación de todos los países del Golfo Pérsico puede solucionar.
La experiencia de las últimas décadas ha demostrado que la falta de una institución o mecanismo integral para el diálogo y la interacción en la región del Golfo Pérsico, considerada una de las regiones más importantes del mundo y codiciada durante mucho tiempo por las grandes potencias internacionales y los actores extra-regionales destructivos, es uno de los principales factores en la aparición y continuación de crisis bilaterales y multilaterales entre los países de la región.
En este sentido, una asamblea de diálogo y cooperación puede desempeñar un papel eficaz para resolver conflictos en el Golfo Pérsico y establecer orden, estabilidad y seguridad sostenible en los países miembros. Además, puede actuar como referencia para la resolución de litigios y disputas que generan tensiones.
Tercero; Beneficiarse de las oportunidades políticas, económicas, transitorias, científicas, etc. que resultan de la interacción y la cooperación en forma de un mecanismo intrarregional en el Golfo Pérsico, es otra cuestión que requiere la formación de una asamblea de diálogo y cooperación con la participación de todos los países del Golfo Pérsico.
Sin embargo, la existencia de algunos componentes entre los países del Golfo Pérsico actúa como impulsor para la formación de una asamblea de diálogo y cooperación, que no debe subestimarse. Lazos religiosos, históricos, culturales, intereses económicos y comerciales comunes, enfrentar amenazas comunes, disfrutar de un destino común, una armonía ideológica y cultural profundamente arraigada y la desconfianza de las naciones regionales hacia la presencia y las intervenciones de potencias extra-regionales son los impulsores importantes y eficaces en este campo.
Por supuesto, cabe destacar que hasta ahora algunos factores han impedido la formación de un mecanismo regional tan integral; En este sentido, podemos señalar los conflictos y diferencias políticas y el papel destructivo de algunos actores extra-regionales, incluido Estados Unidos, Inglaterra y el régimen sionista, en las relaciones de los países del Golfo Pérsico.
Aquí hay un punto importante. Formar una asamblea de diálogo y cooperación no significa una convergencia completa entre los países del Golfo Pérsico, porque en el mundo actual y debido a la naturaleza caótica del sistema internacional y los conflictos naturales que existen entre los intereses nacionales, regionales e internacionales de diferentes países, la convergencia completa es imposible. Incluso los países que cooperan dentro de una organización o coalición coherente de naturaleza económica, política, de seguridad, etc., no hacen tal afirmación. En cualquier caso, la existencia de tal mecanismo puede desempeñar un papel eficaz en la difusión e institucionalización del entendimiento y el diálogo en lugar de tensiones y conflictos entre los países del Golfo Pérsico.
Por supuesto, antes de esto y en octubre de 2019, la República Islámica de Irán propuso un plan de paz y fortalecimiento de la cooperación en Ormuz para crear la paz entre los países costeros del Golfo Pérsico, que no tuvo la acogida necesaria por parte de algunos países del parte sur de este golfo, lo que se debió principalmente a la situación específica de aquel momento, es decir la retirada de Estados Unidos del JCPOA, la intensificación de la presión contra Irán, el aumento del nivel de tensión en la región, diferencias internas entre algunos países árabes, etc.
Hoy una asamblea de diálogo y cooperación cobra importancia en una situación en la que la región ha sido testigo de importantes acontecimientos. Entre otras cosas, las relaciones entre la República Islámica de Irán y Arabia Saudí y algunos países del Golfo Pérsico que antes eran tensas están mejorando, y los países de la región también han llegado a comprender que la única solución para lograr la paz y la seguridad en la región y garantizar beneficios es la interacción y la cooperación y solucionar problemas y disputas a través del diálogo.
Al final, cabe destacar que la República Islámica de Irán, junto con la política de mirar hacia el Este y mejorar el nivel de relaciones y cooperación con Rusia, China e India y la membresía en organizaciones de Shanghái y BRICS y otras instituciones orientales y regionales, también tiene una mirada estratégica y especial hacia sus vecinos del sur en el Golfo Pérsico, y estos países no deben quedarse al margen.
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