Tras el fin de la cumbre, los participantes declararon su apoyo inquebrantable a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de las fronteras reconocidas de este país y pidieron acelerar el proceso de adhesión de los países de los Balcanes Occidentales a la UE. Desde el punto de vista de esta cumbre, la agresión de Rusia contra Ucrania es un punto crucial para Europa, lo que crea un nuevo nivel de conciencia de los principios comunes, la unidad y el futuro común en la UE. Según ellos este es un momento crítico para la seguridad, la paz y la estabilidad del continente europeo. Las reglas y principios que durante mucho tiempo contribuyeron a una seguridad estable y predecible en Europa, ahora han sido violados y una vez más son testigos de las desastrosas consecuencias del revisionismo.
Durante sus conversaciones en Atenas, las partes también expresaron su agradecimiento por los serios esfuerzos del presidente de Ucrania para determinar los principios de paz, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y acogieron con beneplácito los esfuerzos de la Asamblea General de la ONU para promover una paz integral, justa y duradera en Ucrania.
Los países participantes enfatizaron que no hay impunidad para los crímenes de guerra y otros crímenes como los ataques a civiles y la destrucción de infraestructura, y que todos los responsables de estas acciones deben rendir cuentas. La escalada de la guerra contra Ucrania ha revelado la necesidad urgente de una UE fuerte e inclusiva como piedra angular de la paz y la prosperidad entre los pueblos en estos tiempos difíciles. En esta cumbre, los participantes enfatizaron que los Balcanes Occidentales, Ucrania y la República de Moldavia, que son geográficamente adyacentes a los Estados miembros de la UE, tienen una herencia, una historia y un futuro europeos comunes definidos por oportunidades y desafíos comunes. En consonancia con la inversión estratégica para la paz, la seguridad y la estabilidad europeas, es importante que estas regiones sean aceptadas como miembros de la familia europea.
Los miembros de esta reunión enfatizaron la importancia de hacer realidad el sueño de una UE enriquecida con los países de los Balcanes Occidentales, Ucrania y la República de Moldavia y la necesidad de reactivar y reorientar el proceso de expansión de la UE. Las partes anunciaron su compromiso de apoyar a Ucrania y Moldavia en la adopción de los próximos pasos en el proceso de su adhesión a la UE después de completar las reformas necesarias.
Esta reunión fue importante para la diplomacia de Atenas en varios sentidos. Grecia intentó demostrar que desempeña un papel central para proporcionar la estabilidad, paz y seguridad energética en la región. Grecia afirma que se ha convertido en un actor de los acontecimientos internacionales y europeos en los últimos cuatro años, y esa opinión es completamente exagerada.
Al margen de esta cumbre, el primer ministro de Grecia se reunió con los primeros ministros de Croacia, Kosovo, Rumania, la presidenta de Moldavia, la presidenta del Consejo de Ministros de Bosnia y Herzegovina y los líderes de Serbia, Kosovo y Montenegro.
Durante la reunión del primer ministro griego con el presidente de Serbia, las partes discutieron las prioridades de su cooperación bilateral y destacaron el alto nivel de las relaciones entre Atenas y Belgrado. Según fuentes griegas, el primer ministro de este país reiteró el apoyo estable de Grecia al proceso de adhesión de Serbia a la UE y lo valoró como la mejor garantía para la prosperidad y la estabilidad de la región.
Durante la reunión del primer ministro de Grecia con la Sra. Sandu, presidenta de Moldavia, se discutió el tema del fortalecimiento de las relaciones bilaterales. La parte griega reiteró su apoyo a la adhesión de Moldavia a la UE, anunciada en el comunicado conjunto de la Cumbre de Atenas (21 de agosto). La parte griega informó al presidente de Moldavia que Grecia planea abrir su embajada en este país en un futuro próximo.
El gran ausente de la reunión de los países balcánicos fue Edi Rama, primer ministro de Albania, que no fue invitado a esta reunión. Al no invitar al primer ministro de Albania, Grecia envió un mensaje claro a Tirana y Bruselas de que Grecia no aceptará ninguna acción que vaya en contra de sus intereses nacionales o que no esté en consonancia con las normas europeas. Atenas había anunciado a todas las partes que Albania había cruzado su línea roja, al detener un miembro de la minoría griega albanesa y al alcalde de una de las regiones de origen griego.
Tras la detención de estas personas, las relaciones entre ambos países se han vuelto tensas. Esta acción de Grecia es un mensaje claro a la parte albanesa de que Atenas no apoya el proceso de adhesión de Albania a la UE si continúa el arresto de estas personas y Tirana sigue ignorando los principios de los derechos humanos y el imperio de ley. La semana pasada, el primer ministro de Albania acusó a la parte griega de interferir en los asuntos del sistema judicial de su país. El ministro de Asuntos Exteriores griego afirmó que debido a estas medidas de Albania, no es posible que su país apoye la adhesión de Albania a la UE.
La no invitación del primer ministro albanés provocó su reacción e hizo hincapié en que la región necesita una mayor participación griega y dijo: “Como he declarado públicamente muchas veces a los funcionarios griegos, incluido el primer ministro, creo profundamente que Grecia tiene un papel natural en los Balcanes debido a la experiencia de ser miembro de la UE. Entiendo la presión de otros que están dispuestos a aprovechar cualquier oportunidad para convertir un pequeño obstáculo en una montaña. Pero tenemos desafíos mucho mayores por delante y verdaderas montañas que escalar. Lo que debería unirnos en tiempos tan turbulentos es mayor que lo que nos separa”.
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