Refiriéndose a los recientes ataques estadounidenses y británicos contra sus objetivos en cuatro provincias de Yemen y la posibilidad de que se propaguen y continúen los conflictos en la región, Amir Ali Abolfath afirmó: “La pregunta más importante que surge después de los ataques liderados por Estados Unidos y Reino Unido a Yemen es que ¿con estos ataques, se lograrán los objetivos y las medidas de seguridad de Estados Unidos o no? Este país afirma que busca el transporte marítimo libre en la región de Bab el-Mandeb”.

Respecto al hecho de que desde que Estados Unidos formó una coalición para enfrentar los ataques de los yemeníes hasta el primer ataque, pasó mucho tiempo, dijo: “La razón por la que atacaron con retraso fue porque habían llegado a la conclusión de que el ataque militar no garantizaría la seguridad en el mar Rojo. Estados Unidos y Reino Unido, definitivamente tienen la capacidad militar para atacar a Yemen, pero esa no es toda la cuestión. Aquí surgen una serie de preguntas. ¿Cuáles son los resultados de un ataque militar? ¿Este ataque conduce a que los barcos comerciales se sientan seguros y elijan Bab el-Mandeb para su tránsito? La respuesta es negativa. Otra cuestión es, ¿estos ataques detendrán el lanzamiento de misiles desde Yemen?”

Abolfath continuó: “Ahora existe estado de guerra en la región, y Estados Unidos ha llevado a cabo operaciones militares. En respuesta a estos ataques el Ejército yemení ha dicho que tomará contramedidas. Hemos visto que tras el primer ataque estadounidense, los barcos fueron atacados nuevamente, y esta situación ha causado que no solo los barcos pertenecientes al régimen sionista no transiten por el mar Rojo y Bab el-Mandeb, sino que otros barcos también elijan una ruta más larga. Si esta situación continúa y ambas partes continúan sus ataques, la región se volverá insegura y su efecto en la economía global será significativo, lo que perturbará la cadena de producción y será problemático”.

Respecto al enfoque de China y Rusia y de algunos países europeos como Francia que no se sumaron a Estados Unidos en estos ataques, este experto en temas estadounidenses dijo: “China y Rusia son críticos con el comportamiento de Estados Unidos y creen que su política equivocada es la causa de la cuestión de Gaza, y exigen moderación estadounidense en el apoyo a este régimen. A algunos países europeos también les preocupa que con un ataque militar en esta zona, sus barcos y propiedades que se dirigen a Bab el-Mandeb sean atacados, por lo que quieren que se apague la llama de la guerra y el conflicto en Gaza para que los yemeníes dejen de atacar. Según estos países, un ataque militar no solo no puede solucionar el problema, sino que intensifica el conflicto y la tensión”.

En cuanto a las duras posiciones de Reino Unido sobre este tema, dijo: “Reino Unido siempre tiene las posiciones más cercanas a Estados Unidos; Lo mismo ocurrió en las guerras de Irak y Afganistán, y no fue inesperado que apoyara los ataques de Estados Unidos y lo acompañara en este sentido. Reino Unido y Estados Unidos están tratando de convencer a varios países de que en ausencia del permiso del Consejo de Seguridad de la ONU, ellos representan a la comunidad internacional. Esta coalición y la presencia de algunos países que no tienen peso en las interacciones globales tienen más bien un efecto psicológico y tratan de atraer a la opinión pública”.

Respecto al hecho de que la falta de permiso del Consejo de Seguridad para llevar a cabo acciones militares aparentemente se ha convertido en algo normal en el mundo y entre los países poderosos, Abolfath dijo: “Este es un viejo problema. Cabe señalar que la filosofía de la formación del Consejo de Seguridad no fue eliminar cualquier guerra en el mundo, sino que se creó para que sus cinco miembros permanentes con derecho a veto no entraran en guerra entre sí. Además, vemos que ahora las diferencias entre Rusia y Estados Unidos han aumentado y el Consejo de Seguridad no es muy eficaz en este sentido. Hace 10 años, tal vez el Consejo de Seguridad tenía algún tipo de eficacia, pero ahora ya no la tiene; Así son la capacidad y la fuerza de las Naciones Unidas. Incluso si se aprueba una resolución, es poco probable que algún país la implemente y se preocupe por ella”.

En cuanto a la propagación de los ataques y la continuación de las respuestas de los yemeníes, afirmó: “El primer ataque estadounidense no detuvo a los yemeníes y el segundo ataque fue por este motivo. De este modo, si se produce el tercer ataque, parece que los yemeníes mantendrán su posición con firmeza. Incluso si los ataques terminan aquí, la atmósfera de inseguridad creada en el mar Rojo perturbará la economía y el tránsito marítimo, y los actores comerciales tendrán que cambiar su ruta, lo que implicará muchos costos. Por lo tanto, cuando no hay sensación de seguridad en la región, los ataques estadounidenses no darán resultado y no se restablecerá la situación normal, por lo que Estados Unidos estará bajo presión”.

Respecto a la posibilidad de un alto el fuego en Gaza, este experto en cuestiones estadounidenses señaló: “No hay perspectivas de un alto el fuego. Lo que está claro es que la presión de la opinión pública mundial ha obligado al régimen sionista a reducir la intensidad de sus ataques. En las últimas semanas, los bombardeos y ataques de este régimen han disminuido, y ellos mismos afirman que han entrado en una guerra de ‘baja intensidad’. Pero es poco probable que el régimen sionista acepte un alto el fuego. Israel está tratando de reducir la presión de la opinión pública, y sus seguidores en el mundo también lo están haciendo por él”.