En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, el Dr. Mehdi Fakheri, refiriéndose a los esfuerzos de China para expandir el uso transfronterizo de su moneda nacional y fortalecer la actividad comercial con el yuan, afirmó: “En los últimos años, China ha podido aumentar rápida y poderosamente su participación en el comercio mundial, y durante 20 años y desde su ingreso a la Organización Mundial del Comercio, ha duplicado su participación en el comercio internacional”.

Al afirmar que China tiene las herramientas necesarias para influir en el precio de las monedas internacionales y usar el yuan u otras monedas en forma digital o real en el futuro, dijo: “Estas herramientas pueden ser utilizadas en situaciones en las que otros factores económicos sean fijos. Hay varias categorías que pueden afectar las políticas cambiarias de China. Cien de los doscientos países del mundo tienen a China como su primer socio comercial. Los chinos tienen la posibilidad de pedirle a al menos estos cien países que hagan parte de sus negocios en moneda nacional (yuan) o BNB”.

Este profesor universitario al recordar que en 2022, China tenía unos 6,2 billones de dólares de comercio con el mundo, continuó: “Este país tenía unos 3,5 billones de exportaciones y cerca de 2,7 billones de importaciones. Aparte del centenar de países donde China es el primer socio comercial, este país ha podido establecer relaciones comerciales con diferentes países como el mayor comerciante del mundo, y una gran parte de estos países también se encuentran entre los países desarrollados. De hecho, contrariamente a lo que algunos dicen que China comercia solo con países en desarrollo y más pobres, si prestamos atención a la composición del comercio de China, los primeros socios comerciales de este país el año pasado fueron países del sudeste de Asia”.

Fakheri agregó: “La Unión Europea, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Hong Kong, Vietnam, Rusia, Brasil, Indonesia e India, fueron respectivamente otros socios comerciales de China el año pasado. El vigésimo país era Arabia Saudí y antes de eso, México. Esta combinación significa que los países desarrollados están haciendo negocios con China y la posibilidad de que este país influya en las políticas comerciales globales y en el sector financiero es alta. China tiene la posibilidad de ofrecer su dinero como moneda de cambio en el comercio mundial y ser aceptado”.

Al enfatizar la necesidad de prestar atención a cómo las cuestiones geopolíticas se ven afectadas por este elemento monetario y sus posibles consecuencias para el gobierno chino, dijo: “Hace unos cuatro años, el temor de Estados Unidos y la Unión Europea por el rápido desarrollo de la tecnología china les hizo iniciar una guerra comercial contra este país. Ahora se debe ver si China está dispuesta a obligar al bloque occidental a reaccionar nuevamente, introduciendo rápidamente el yuan en las transacciones comerciales internacionales o no, y también se debe ver qué efecto tendrá la repentina introducción del yuan en el comercio internacional sobre el valor de esta moneda. Además, el aumento del valor del yuan y la disminución del valor de monedas como el dólar y el euro tendrán naturalmente un efecto positivo en las exportaciones de esos países a China y un efecto negativo en sus importaciones desde China. El precio razonable y económico del yuan es siempre uno de los factores que afecta los cálculos del gobierno chino e impide acciones emocionales y no apropiadas”.

Fakheri explicó: “China tiene que establecer un equilibrio entre sus exportaciones e importaciones, el comercio exterior y el uso del yuan para alcanzar el beneficio final a largo plazo. Cada año, se agrega alrededor de un billón de dólares a las reservas de divisas de China, y gran parte de estas reservas están en dólares. Si esta composición cambia y el yuan asume el papel del dólar y el euro, el valor de las reservas de divisas de China también disminuirá, por lo que China debe hacerlo con paciencia, gradualmente y persuadiendo a sus socios comerciales para lograr el máximo beneficio”.

Al enfatizar que China no desea entrar en una guerra comercial con Estados Unidos y ser un ganador definitivo en ella, agregó: “Todos los países entran en competencia y cooperación en el marco de sus intereses nacionales, pero en la nueva era, China es más directa que en el pasado al expresar su política exterior y objetivos internacionales. Aquí cabe hacer una pregunta. ¿La expresión de los intereses nacionales terminará necesariamente a favor de los intereses nacionales? Al respecto, podemos aprender de China. El mercado estadounidense es el mercado comercial y financiero más importante para China y no quiere perderlo en absoluto. Es importante que Pekín sea reconocida como un socio internacional en asuntos comerciales y financieros”.

Este analista de temas económicos internacionales, al recordar que durante la crisis financiera internacional de 2008, China compró 3 billones de dólares de bonos estadounidenses y salvó de la bancarrota a la economía de este país, señaló: “Si la internacionalización del yuan hubiera sido la primera prioridad de China, podría haber reducido en gran medida el valor del dólar al vender estos bonos”.

Fakheri al decir que China está interesada en empezar a comerciar con sus socios comerciales y otros países utilizando el yuan y que 30 países bajo sanciones estadounidenses también están dispuestos a usar el yuan, dijo: “Dado que el precio del petróleo se calcula en dólar, es posible que países exportadores no puedan intercambiar el petróleo por yuan a corto plazo, por lo tanto, el proceso de expansión del yuan no es aplicable a corto plazo y es un proceso de mediano o largo plazo”.

Este profesor universitario calificó el uso de la palabra «desdolarización» por parte de Pekín como inadecuado y dijo: “Lo que más le importa a China es aumentar el uso de yuan que la desdolarización”.

Al afirmar que el esfuerzo de China por expandir el uso del yuan tiene consecuencias políticas y económicas, continuó: “Los aliados tradicionales de Estados Unidos han comenzado a acercarse a China y expandir el volumen de sus relaciones comerciales con ella, este tema afecta la economía mundial y el papel superior de Estados Unidos en la determinación de las políticas financieras y comerciales internacionales y tendrá consecuencias para el poder político e internacional de este país. En las condiciones actuales, China es muy poderosa por los recursos que tiene. Tener recursos financieros cambiará la composición de los socios financieros y comerciales de los Estados Unidos y la Unión Europea, y China se beneficiará de esto, por lo que tendrá más poder en las ecuaciones e intercambios globales”.

Al enfatizar que la geoeconomía del mundo está cambiando y que el papel de China en este campo es significativo, Fakheri dijo: “Es importante mantener las condiciones actuales. En los últimos años, las estadísticas y los informes de las Naciones Unidas han indicado el cambio en la población mundial, y se predice que la población mundial se reducirá a la mitad, en el año 2100″. En este caso, la población de 800 millones no traerá la antigua potencia económica, por lo que no se puede imaginar que China sea necesariamente la primera potencia económica del mundo en los próximos 20 años”.