Las protestas y presiones que se han formado por la opinión pública mundial y diversas figuras occidentales contra el régimen sionista para poner fin al genocidio en Gaza, son sin precedentes y tendrán consecuencias. Incluso si la guerra en Gaza termina, no se debe subestimar este fenómeno.
La gravedad del genocidio criminal del régimen sionista en Gaza es tan grande que incluso ha confundido la mente de los políticos que apoyan a este régimen en Occidente, y en ocasiones se han enfrentado a serias dudas sobre el futuro y la supervivencia de este régimen.
El 16 de octubre, el primer ministro británico Rishi Sunak, refiriéndose a la Operación Tormenta Al-Aqsa, afirmó claramente: “¡Se ha asestado un duro golpe a la idea de ‘Israel, una tierra segura para los judíos!’”
El martes 24 de octubre, el secretario general de la ONU, António Guterres, en la reunión del Consejo de Seguridad, en un discurso que hasta ahora no se había escuchado de un secretario general de la ONU, dijo: “El ataque de Hamás contra Israel no ocurrió sin ninguna razón; El pueblo palestino ha estado bajo ocupación durante 56 años”.
El 25 de octubre, en un mensaje de vídeo en respuesta al genocidio de Israel, la ministra de Derechos Sociales de España, Ione Bellara afirmó: “Los países de la UE deben tomar inmediatamente cuatro medidas contra Israel: Suspender las relaciones diplomáticas con Israel, imponer sanciones económicas, imponer embargo de armas y llevar al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y otros líderes políticos a la Corte Penal Internacional por los bombardeos contra civiles en la Franja de Gaza”.
El sábado 28 de octubre, el presidente turco Erdoğan se dirigió al régimen sionista en la reunión del pueblo de Estambul y dijo: “¡Israel! ¿Cómo llegaste a esta situación? ¡¿Cómo llegaste a estas tierras?! ¡Israel! ¡Eres un grupo ocupante! ¡Eres un grupo terrorista!”
Además, los resultados de las encuestas muestran que el régimen sionista no goza de una buena posición en la opinión pública mundial, e incluso los habitantes de los asentamientos sionistas miran esta guerra con pesimismo y desconfianza y consideran a Netanyahu como su factor principal.
La primera encuesta publicada una semana después del inicio de la Operación Tormenta Al-Aqsa muestra que el 86% de los participantes considera el débil liderazgo del gabinete de Netanyahu como la causa del daño que recibió el régimen sionista. En esta encuesta, el 56% de los participantes exigió la dimisión de Netanyahu y el 52% exigió la dimisión de Galant, ministro de Guerra.
La encuesta del 20 de octubre realizada por el Instituto de Investigación Lazar, realizada por el Dr. Menachem Lazar para el periódico Maariv, muestra que el 80% de los residentes israelíes cree que Netanyahu debería asumir la responsabilidad de lo ocurrido en la Franja de Gaza. En esta encuesta, la mayoría de los israelíes (65%) habían apoyado extensas operaciones terrestres en la Franja de Gaza, lo que en la siguiente encuesta de este instituto disminuyó drásticamente y alcanzó el 29%.
Una nueva encuesta de la Universidad de Harvard muestra que el 51% de los estadounidenses de entre 18 y 24 años (país que es el mayor aliado estratégico de Israel en el mundo) cree que lo que hizo la Resistencia palestina el 7 de octubre es un resultado natural y justificado de la injusticia contra los palestinos.
En una encuesta conjunta de CBS y YouGov, el 52% de los encuestados dijo que Estados Unidos no debería proporcionar armas y equipo militar a Israel.
Las dos encuestas mencionadas muestran claramente que aunque los lobbys sionistas en Estados Unidos dominan los partidos Demócrata y Republicano, sus medios de comunicación y también el gobierno estadounidense, pero han perdido el poder de manipular la mente de la nueva generación de este país respecto a la crisis palestina.
Las declaraciones de las autoridades occidentales e internacionales, así como las encuestas, confirman el hecho de que en los últimos 75 años, el régimen sionista no ha sido tan odiado ni debilitado en la opinión pública mundial como lo es hoy.
Los crímenes del régimen sionista al matar al pueblo de Gaza muestran que este régimen no solo ha sido derrotado por la Resistencia palestina, sino que por primera vez se ha enfrentado a un fracaso estratégico ante la opinión pública mundial (musulmán y no musulmán).
Las grandes y sin precedentes manifestaciones antiisraelíes que se siguen celebrando en países europeos y en Estados Unidos no son poca cosa. El hecho de que miles de judíos en diferentes ciudades estadounidenses, incluido el centro de Nueva York, así como en el vestíbulo del Congreso, vistiendo ropas negras gritan el lema “Palestina debe ser libre”, pone en tela de juicio todas las aspiraciones de los sionistas de formar y mantener el llamado gobierno judío en Palestina.
Legitimar y mejorar el estatus político y jurídico del régimen sionista ante la opinión pública, los países del mundo y las organizaciones internacionales y regionales ha sido una de las principales preocupaciones y misiones de diplomáticos y círculos mediáticos afiliados al régimen sionista en el mundo. El punto a reflexionar aquí es que la reciente guerra en Gaza ha cuestionado la legitimidad y el estatus político y jurídico del régimen sionista en estos tres ambientes, y parece que empeorará en los próximos meses.
En cualquier caso, la Operación Tormenta Al-Aqsa y la fulminante reacción del régimen sionista contra ella, no es solo el fracaso de este régimen en los escenarios militares, políticos y de inteligencia; Más bien, el régimen usurpador ha sido ampliamente derrotado en otras dimensiones, incluida la opinión pública. En cualquier caso, termine como termine esta guerra, la imagen que el régimen sionista ha mostrado de su naturaleza, que es una imagen del apartheid y terrorista moderno, no será restaurada.
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