Hossein Sayahi, investigador en cuestiones internacionales

Recientemente, el canciller de Alemania anunció que los aliados de Kiev en la guerra rusa formarán una coalición con el objetivo de proporcionar artillería de largo alcance para este país. Además, Olaf Scholz enfatizó que los beneficios de los activos rusos congelados en los países occidentales también se gastarán en equipar y comprar armas para Ucrania. Sin embargo, el apoyo de Europa a Ucrania en la guerra con Rusia es una ecuación compleja y multifacética, y no se puede ser optimista sobre su futuro basándose únicamente en el acuerdo alcanzado en Berlín. Por un lado, en el corazón de la UE y en el centro del poder, Francia y Alemania tienen discrepancias significativas sobre Ucrania. Por otro lado, las decisiones de esta Unión en materia de seguridad están influenciadas por las relaciones entre los dos lados del Atlántico, y Europa siempre ha dependido del paraguas de seguridad de Estados Unidos y del apoyo armamentístico y económico de Washington. Por lo tanto, el esfuerzo de Europa por tomar alguna medida en la guerra de Ucrania está influenciado por varios factores.

La situación de guerra en Ucrania

Con el objetivo de influir en la opinión pública y presionar a los gobiernos que apoyan a Ucrania, los medios de comunicación presentan una interpretación diferente y a menudo tridimensional de la situación en los frentes de batalla. Ante la inacción de los gobiernos occidentales a la hora de proporcionar ayuda armamentista y paquetes económicos a Ucrania, la mayoría de los medios occidentales dicen que estos países están dando marcha atrás y que Rusia está tomando la iniciativa. Por otro lado, con la llegada de la ayuda deseada, llega una oleada de noticias sobre la intención de Ucrania de realizar un contraataque a gran escala, avanzar en el frente o recuperar territorios. Esto también se aplica a la parte rusa, que está tratando de mostrarse ante los medios y la opinión pública como el vencedor final de la guerra y dispuesta a negociar la paz. En la tercera dimensión están terceros países y aliados de ambos partidos que persiguen sus propios intereses. Europa busca una mayor unidad exagerando la amenaza de Rusia. Algunos de los países de esta Unión, como Francia, buscan utilizar las condiciones existentes para crear y fortalecer la comunidad europea y la independencia militar de esta región. Por otro lado, Estados Unidos y algunos países europeos están pensando en fortalecer y reformar la OTAN.

Sin embargo, el campo de batalla se encuentra en una situación diferente. Contrariamente a la opinión de algunos líderes e incluso de los medios de comunicación, los frentes de batalla nunca han estado estancados. La guerra en Ucrania se encuentra claramente en un estado dinámico. Rusia está avanzando en las zonas estratégicas de Kúpiansk, Kreminná e incluso Avdíivka. Los objetivos de Moscú a partir de estos avances son capturar las provincias de Donetsk y Luhansk por completo. Sin embargo, este país tiende a expandir su control hacia el oeste y hacia la parte oriental de la provincia de Járkov. A pesar de estos relativos éxitos, Rusia todavía se encuentra en una situación similar a la Guerra de Invierno con Finlandia (1939-1940). En la guerra de la Unión Soviética con Finlandia, la feroz resistencia de un país pequeño como Finlandia, a pesar de la desigualdad en todos los aspectos, causó grandes pérdidas a la ex Unión Soviética. En la guerra de Ucrania no hay noticias de contraataques masivos. Sin embargo, este país ha tenido éxito en el mar. Las agresivas acciones de Kiev en el mar han desafiado el bloqueo naval de Rusia y han facilitado hasta cierto punto la exportación de cereales. Este es un caso que demuestra que el frente de guerra en Ucrania es dinámico y no depende solo de las operaciones terrestres. El ataque, la resistencia y en general cualquier movimiento en el campo de batalla, especialmente frente a la gran potencia de Rusia, necesita apoyo.

Independiente apoyo europeo a Ucrania

Desde el comienzo de la guerra, Europa ha enviado miles de millones de euros en ayuda militar a Ucrania. Recientemente, esta Unión ha aprobado un paquete de apoyo de 50 mil millones de euros con el objetivo de aumentar las capacidades de Ucrania en los frentes de batalla con Rusia. Esta cantidad debería llegar a Kiev en forma de un préstamo a bajo interés y una subvención en un plazo de cuatro años. Además, los ministros de Defensa de los países europeos han prometido que en 2024 entregarán a Ucrania al menos 21 mil millones de euros en equipamiento militar.

El objetivo de estas ayudas es apoyar a Ucrania y aumentar las capacidades defensivas y ofensivas de este país. Sin embargo, hay otro objetivo para algunos actores: demostrar que Estados Unidos no es confiable para Europa. En este sentido, las estadísticas muestran que el año pasado, el volumen de ayuda europea a Ucrania superó el de Estados Unidos. El Congreso de Estados Unidos ha fracasado repetidamente en aprobar la ayuda de 60 mil millones de dólares del país a Ucrania, e incluso su aprobación no puede garantizar el envío de esta ayuda en el futuro. Además, los europeos saben muy bien que si Trump gana las próximas elecciones, el apoyo de Estados Unidos a Ucrania será más incierto. Por tanto, el aumento de la ayuda europea a Ucrania en comparación con Estados Unidos demuestra la firme decisión de Europa de independizarse de Estados Unidos. Una cuestión que puede plantearse en el futuro respecto de otras cuestiones más importantes como el paraguas de seguridad de este país e incluso la OTAN. Sin embargo, está claro que los miembros de la UE no tienen la misma posición a este respecto.

Francia y Alemania; Diferencias estratégicas a pesar de los esfuerzos por adoptar una posición unificada

Aunque ideas como la presencia militar de Europa Occidental en la guerra de Ucrania, el fortalecimiento del paraguas nuclear, un ejército único europeo y el envío de armas estratégicas a Ucrania parecen idealistas a primera vista, indican diferencias significativas entre los miembros de la UE, especialmente Alemania y Francia. Esta gran guerra en el corazón de Europa ha provocado que surjan diferentes opiniones sobre cuestiones de seguridad y no relacionadas con la seguridad en este continente. Además de apoyar el equipamiento integral de Ucrania en la guerra contra Rusia, Alemania tiene en su agenda la gestión de la guerra, crear equilibrio en los frentes y esforzarse para utilizar o fortalecer las capacidades actuales de la OTAN. Las razones geopolíticas de este país son hasta cierto punto claras. Berlín tiene intereses económicos y energéticos en relación con Rusia. Además, después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania prefiere la diplomacia y la construcción de relaciones económicas a las acciones militares. Por lo tanto, este país está tratando de crear un equilibrio entre dos opciones: el apoyo militar a Ucrania y la gestión de la complicada relación actual con Rusia.

Francia, junto con Inglaterra, hace hincapié en el apoyo total a Ucrania. Sin embargo, este país sigue siendo fiel a la idea de De Gaulle de una Europa unida e independiente de Estados Unidos. París siempre está interesada en la autonomía estratégica y en mantener una posición independiente en el panorama geopolítico global. Además, Francia está tratando de aprovechar la guerra de Ucrania para crear una estructura militar única para la unidad europea y convertir este bloque en un actor eficaz y poderoso y no solo en un bloque político-comercial.

En general, se puede concluir que si bien la posición de Europa hacia Ucrania es de pleno apoyo a este país, es imposible ignorar las diferencias estratégicas provocadas por la cuestión de Ucrania en esta Unión.