En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Morteza Makki dijo: “Después de un período de descenso en la tendencia hacia los partidos de extrema derecha, en el último año hemos sido testigos del ascenso de la posición de los partidos europeos de extrema derecha en diferentes países y el aumento de su influencia en la UE”.
Añadió: “El año pasado, uno de los partidos de extrema derecha que logró tomar el poder en Europa fue el partido de extrema derecha ‘Hermanos de Italia’, liderado por la Sra. Giorgia Meloni, conocida por sus ideas neofascistas y tendencias anti-inmigrantes”.
Según Makki, Holanda es otro país donde los partidos de extrema derecha lograron obtener una buena posición en las elecciones parlamentarias de 2023. El Partido por la Libertad, liderado por Geert Wilders, conocido por sus opiniones anti-islámicas y anti-inmigrantes, logró obtener la mayoría de escaños en el Parlamento holandés y estar a la cabeza de otros partidos en este país”.
Este experto en cuestiones europeas continuó: “Por supuesto, para formar un gobierno en los Países Bajos, Wilders tiene que formar una coalición con otros partidos, lo que ha creado un estado de suspensión en la formación del nuevo gobierno”.
Agregó: “También en Suecia, el partido Demócratas de Suecia ha podido mejorar su posición entre los partidos de este país. Del mismo modo, en Grecia y España somos testigos del ascenso de la posición de los partidos de extrema derecha”.
Refiriéndose a la situación de la extrema derecha en Alemania, este experto en cuestiones europeas afirmó: “Alemania es el motor y el país más importante de Europa, en el que según las últimas encuestas, los partidos de extrema derecha, especialmente el partido Alternativa para Alemania, tienen una buena posición en los parlamentos regionales y en la opinión pública. Una de las razones más importantes es el aumento de la inflación y la ola de migración desde África del Norte y Europa del Este, especialmente Ucrania, hacia Alemania”.
En este sentido, Makki explicó: “Desde que Europa se enfrenta a una situación económica complicada y la ola de inmigración a este continente ha aumentado, la posición de los partidos de extrema derecha también ha mejorado. A diferencia de los partidos de centroderecha, izquierda y derecha, estos partidos tienen diferentes definiciones de cómo abordar la recesión económica, y atribuyen algunos de los problemas económicos y sociales de su país al aumento de inmigrantes. Estas consignas han provocado que incluso los partidos de centroderecha, para no perder su base social, intenten adoptar políticas más restrictivas respecto a la entrada y atracción de inmigrantes. La mayoría de los países europeos se ha enfrentado a un serio desafío en la cuestión de recibir a los inmigrantes en su país”.
Makki continuó: “Debido a sus tendencias nacionalistas, los partidos de extrema derecha debilitan el proceso de convergencia en la UE. Una de las cuestiones más importantes sobre las cuales los europeos no pudieron alcanzar una política común es la formulación de nuevas reglas para la aceptación de inmigrantes. El desafío relacionado a los inmigrantes es tan grande que Josep Borrell, responsable de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha anunciado que la incapacidad de los gobiernos europeos para adoptar una política migratoria común puede debilitar esta Unión e incluso suponer una amenaza para la convergencia de Europea”.
Según este experto, una de las razones de la escalada de la antiinmigración en Europa es el peligro que corre la identidad europea, en la opinión de las facciones de extrema derecha.
Continuó: “Se puede ver un ejemplo de estas políticas y posiciones en Francia, donde la Sra. Marine Le Pen, líder del partido Frente Nacional y una de las principales figuras de la extrema derecha en Europa, tiene problemas incluso con los alimentos halal, y dice que la distribución de alimentos halal debería limitarse en Francia. Tales figuras son sensibles a la identidad europea y, por lo tanto, junto con la presencia de inmigrantes en los países europeos, la anti-inmigración se ha convertido en un desafío más serio”.
Makki explicó: “La anti-inmigración conduce al anti-islamismo, porque la mayoría de la gente que entra a Europa es de países musulmanes”.
Según el historial de los partidos de extrema derecha en los países europeos, este investigador de cuestiones europeas dijo: “Hace tiempo existía una visión muy negativa sobre los partidos de derecha europeos, y los partidos de centroderecha y de centroizquierda habían llegado a un consenso sobre cómo tratar con estos partidos. En 2002, Jean-Marie Le Pen y Jacques Chirac participaron en las elecciones presidenciales. Estos dos candidatos pasaron a la segunda vuelta y en ese momento, todos los partidos de derecha e izquierda de Francia apoyaron a Chirac, y así él fue elegido de nuevo como presidente de Francia con un 82% de votos”.
Al final Makki dijo: “Mientras que en las últimas dos décadas el miedo a los partidos de extrema derecha se había extendido enormemente en Europa, y si en los últimos años los pueblos de los países europeos consideraban que votar a los partidos de extrema derecha era una advertencia a los partidos de derecha y de centroizquierda para que cambiaran su enfoque, hoy el voto de los pueblos europeos a los partidos de extrema derecha, especialmente pueblo alemán, es una voto verdadero y ha hecho que partidos extremistas ganen el poder en algunos países europeos o participen en el gobierno de coalición”.
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