En cuanto a los signos, se pueden mencionar los siguientes:
– El crecimiento del poder de China y los acontecimientos en Asia: El ascenso de China como una de las potencias económicas y militares del mundo ha provocado grandes cambios en el orden político mundial. Estos acontecimientos son más en los campos económicos y militares y menos en los campos culturales.
– Acontecimientos de Asia Occidental: Eventos influyentes en esta región, incluidas las costosas guerras subsidiarias en Siria y Yemen y el fracaso de las superpotencias mundiales para enfrentarlas, el surgimiento del frente de resistencia, el avance de los países árabes del Golfo Pérsico hacia una política exterior independiente y pragmática, la estabilidad y la resistencia de la República Islámica de Irán contra las sanciones integrales y sin precedentes de Estados Unidos y la relativa neutralización de estas sanciones, el progreso significativo de Irán en el campo de los drones y misiles, y otros asuntos similares, han sido entre los acontecimientos más importantes que han tenido un impacto serio en el estatus y prestigio de las superpotencias en el sistema mundial, los métodos tradicionales de resolución de conflictos y la naturaleza del sistema internacional.
– Cambios en las relaciones internacionales: El fracaso de las principales potencias para el avance en diálogos de PIAC, la división en la Unión Europea con la retirada del Reino Unido de esta unión, el liderazgo de China en los campos económicos y el ascenso de Rusia para desempeñar un papel activo en áreas estratégicas son otros factores que han contribuido al cambio en el orden mundial.
En tal situación, la República Islámica de Irán, como potencia regional que ha sido eficaz en cambiar el orden internacional imperante, y además se ve afectada por las consecuencias de este cambio, debe tener la preparación necesaria para desempeñar un papel en estos acontecimientos.
Si bien Irán, como uno de los países con una historia, civilización y cultura muy antiguas y con importantes capacidades económicas, militares y culturales, todavía tiene una posición importante en el orden internacional, pero mantener y promover esta posición depende de varios factores como la gestión inteligente del desarrollo político y económico en el ámbito interno, el diseño y promoción de una política exterior dinámica, multilateral y digna y finalmente prestar atención a las realidades mientras se tienen en cuenta las capacidades y limitaciones del país. En este sentido, posicionar Irán en el Nuevo Orden Mundial requiere las siguientes medidas:
1- Desarrollo económico y político: En el primer paso, cabe señalar que un papel efectivo en los acontecimientos regionales y la influencia global requiere que el país tenga un fuerte apoyo popular en el ámbito interno, y estas condiciones no pueden ser provistas excepto por el progreso en el campo de la economía y la política. Por lo tanto, para disfrutar de una posición adecuada en el Nuevo Orden Mundial, Irán debe desarrollar sus capacidades en los campos económicos, y mientras aprovecha las facilidades y capacidades nacionales, busque atraer inversores extranjeros y desarrolle una cooperación conjunta con empresas extranjeras. En el campo político, las palabras del fundador de la Revolución Islámica de que ‘el voto de la nación es el criterio más importante a la hora de toma de decisiones’ deben ser siempre tenidas en cuenta en el discurso y la acción de los ejecutivos, y de esta forma se fortalecerá el capital social y el apoyo popular al sistema político.
2- Autoimagen positiva en la región y el mundo: En las últimas décadas, una de las políticas serias de los enemigos y rivales regionales e internacionales de Irán ha sido promover la iranofobia y presentar una imagen peligrosa y perturbadora del orden y la estabilidad en la región y el mundo. Una política que se ha intensificado después del Acuerdo de Abraham y con los esfuerzos del régimen israelí para cambiar la atención de los gobiernos y naciones árabes de su lado hacia Irán. En este sentido, para desempeñar un papel efectivo en el Nuevo Orden Mundial, es necesario que Irán, centrándose en el poder blando y la diplomacia mediática y pública, muestre la imagen de un país responsable y garante de la paz y la seguridad y procure desempeñar el papel de un mediador y activista para poner fin a las guerras y las tensiones.
3- Fortalecimiento de las relaciones internacionales: Irán debe fortalecer sus interacciones y relaciones con diferentes países, diversificando su política exterior y evitando la dependencia de uno o más países limitados en Occidente u Oriente y encontrar nuevos mercados para la exportación de sus bienes y servicios manufacturados.
4- Cooperación con organizaciones internacionales: Irán debe tener una fuerte cooperación con organizaciones internacionales como actores no gubernamentales efectivos, y desempeñar un papel en la solución de problemas internacionales al tener una presencia efectiva en estas organizaciones. En general, se puede decir que estar entre los diseñadores del Nuevo Orden Mundial requiere tener herramientas de poder duro y blando y, por lo tanto, para lograr una posición digna en el Nuevo Orden, la República Islámica de Irán debe fortalecer simultáneamente sus elementos de poder duro y blando y, por supuesto, considerando el papel de las ideas, las normas y las imágenes mentales, es necesario buscar autoridad e influencia blanda en el ámbito nacional, regional y mundial.
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