En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Refiriéndose a la continuación del veto de Hungría al envío de ayuda militar de la UE a Ucrania, Alireza Norouzi explicó las relaciones entre Budapest y Kiev, y afirmó: “Las relaciones entre estos dos países siempre han tenido altibajos, incluido el hecho de que la presencia de más de 150 mil húngaros, especialmente en la región de los Cárpatos, que fue separada de Hungría en virtud del Tratado de Trianón en 1921, ha provocado que Hungría exprese su preocupación por el respeto de los derechos de esta minoría por parte de Ucrania”.
Afirmando que Hungría tiene buenas relaciones económicas con Ucrania y en 2021 sus relaciones comerciales ascendieron a unos 5.5 mil millones de dólares, añadió: “Teniendo en cuenta su población de 9,7 millones de habitantes, Hungría necesita mano de obra migrante, parte de la cual proviene de los países de la región, incluidos Ucrania, Serbia y Rumania. Además, una gran parte de las necesidades energéticas domésticas e industriales de Hungría se abastecen a través del gasoducto ruso que pasa por Ucrania”.
Recordando que Hungría abastece más del 60% de su consumo de petróleo y el 80% de sus necesidades de gas de Rusia, este experto en cuestiones europeas explicó las razones de las buenas relaciones entre este país y Moscú y dijo: “Además de importar petróleo y gas, Moscú construyó para Hungría la Central nuclear de Paks, y casi el 50% del consumo eléctrico del país se suministra a través de esta Central. Por tanto, las relaciones con Rusia son muy importantes para Hungría desde el punto de vista económico”.
Afirmando que el volumen del comercio entre Rusia y Hungría en 2021 y en los últimos años ha superado los 6 mil millones de dólares, y que se ha expandido en los campos de la agricultura y la medicina, Norouzi dijo: “Antes de la guerra de Ucrania, Hungría intentaba ampliar sus relaciones con Rusia; Por ello, en 2021 firmó un contrato con Rusia para poder importar gas de este país durante 15 años a un precio más razonable. Además, en 2014, Hungría acordó avanzar en el plan de desarrollo de su central nuclear con facilidades financieras y préstamos rusos por valor de 10 mil millones de euros para satisfacer sus necesidades eléctricas nacionales”.
Se refirió a la oposición de la UE a la profundización y ampliación de las relaciones entre Hungría y Rusia, y también a las preocupaciones por la seguridad de esta central nuclear, y al afirmar que Hungría ha tomado en serio el avance del plan de desarrollo de esta central nuclear, agregó: “La UE ha tenido una posición crítica hacia las relaciones de Hungría con Rusia, especialmente desde 2014. En 2018, esta Unión intentó presionar a Hungría en virtud del artículo 7 por el incumplimiento de las normas de derechos humanos, falta de libertades políticas, lucha contra la corrupción, falta de la libertad de expresión y de los medios de comunicación, así como la independencia del poder judicial, y fue estricta en la asignación del presupuesto a este país”.
Este experto en cuestiones europeas calificó las estrictas normas del gobierno húngaro sobre la entrada de inmigrantes como otro tema de disputa con la UE y afirmó: “Debido al alto volumen de relaciones económicas con Rusia y Ucrania, Hungría no considera ventajosa ninguna inseguridad en la región y siempre ha enfatizado la política de negociación para la paz, de manera que el primer ministro de este país evaluó la guerra en Ucrania como una bomba para la economía de su país”.
Refiriéndose al crecimiento económico del 5% de Hungría antes de la guerra en Ucrania y su reducción a menos del 2% tras el fin de la COVID-19 y el inicio de la guerra en Ucrania, subrayó que en esta situación, la comunicación con los rusos es muy importante para Hungría y explicó: “La mayoría de las refinerías húngaras trabajan con petróleo ruso. Budapest estima que para cortar las importaciones de Rusia y no depender de las importaciones de energía, necesita invertir entre 15 y 18 mil millones de dólares, y no puede hacerlo en el corto plazo. Por lo tanto, intentó excluirse de las decisiones de la Unión de sancionar a Rusia”.
Recordando que Hungría, junto con otros estados miembros de la Unión, deben reducir la energía que importan de Rusia a menos del 10% para 2024, Norouzi señaló: “Dado que los países de Europa del Este importan principalmente su energía de Rusia, sufrirán más. Entre las consecuencias negativas del aumento de los precios de los alimentos y los combustibles, habrá una disminución del monto de la inversión, una disminución de la paridad monetaria y una disminución de los intercambios comerciales. En este sentido, la situación tras la COVID-19 y la guerra en Ucrania ha provocado que Hungría experimente una inflación sin precedentes del 20%”.
Destacando que Hungría ha declarado repetidamente que está en contra de la guerra entre Ucrania y Rusia y apoya cualquier propuesta para detenerla, este analista de cuestiones europeas dijo: “Hungría ha anunciado que no permitirá la transferencia de equipo militar a Ucrania de su territorio, y no apoya las decisiones de la Unión que conduzcan a un aumento del presupuesto de guerra”.
Añadió: “Si la UE ofrece concesiones que protejan los intereses económicos de Hungría y mejoren el estatus del actual gobierno de Viktor Orbán, definitivamente habrá cambios en el enfoque de Hungría, pero considerando la situación posterior a la guerra, no es posible que la Unión pague más dinero a corto plazo”.
Norouzi afirmó que Hungría, al igual que Irán, ha adoptado la política de neutralidad en la guerra de Ucrania y ha anunciado que hará todo lo posible para poner fin a este conflicto y guerra lo antes posible, y agregó: “Irán siempre ha apoyado la política de detener el conflicto, establecer la paz y llevar a cabo negociaciones entre las partes en conflicto y exige que esta guerra termine mediante el diálogo entre las autoridades de Rusia y Ucrania. Pero la escalada de la situación bélica se forma desde fuera de la Unión, y los pueblos de muchos países europeos creen que este conflicto no les conviene. Además, algunos países fuera de la Unión, incluido Estados Unidos, persiguen sus intereses vendiendo armas y haciendo a Europa más dependiente”.
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