En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Mehdi Shapouri consideró la decisión de Rusia de retirarse del Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa en el marco de la escalada de tensión entre Rusia y Occidente por la guerra en Ucrania y aclaró: “No solo desde el inicio de la guerra, sino también desde la crisis de 2014, las partes entraron en disputas, y con el paso del tiempo destruyeron muchos regímenes e instituciones internacionales de los que eran miembros y redujeron o detuvieron la cooperación que tenían en este marco. Además, muchos tratados que controlaban o limitaban la competencia militar se vieron afectados por esta guerra”.
Afirmó que Rusia piensa que Occidente no ha considerado los intereses de Rusia en el tema de Ucrania y tiene la intención de amenazar su seguridad nacional, especialmente a través de la expansión de la OTAN hacia el Este y dijo: “Con el inicio de la crisis de Ucrania y el estallido de la guerra y las amplias relaciones que se establecieron entre Ucrania y la OTAN, se destruyó la zona colchón que Rusia esperaba que existiera entre este país y la OTAN. Hoy el Ejército ucraniano, es un Ejército con infraestructura occidental y de la OTAN más que nunca, y como en el pasado la infraestructura o el estilo ruso no es dominante en él”.
Este profesor del Instituto de Investigación de Estudios Estratégicos afirmó que este tratado fue firmado en París en 1990 y su versión actualizada fue firmada en 1999 en la reunión de los líderes de los países miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa en Estambul, y agregó: “Una versión modificada de este tratado también fue ratificada por los cuatro países de Rusia, Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania, pero en 2007, Rusia anunció que suspendería su participación en él hasta que los países de la OTAN ratificaran el acuerdo de compatibilidad y comenzaran a implementarlo de buena fe. Ahora Rusia se ha retirado por completo de este tratado”.
Shapouri se refirió a las declaraciones del vocero del Kremlin de que la terminación de este acuerdo no tendrá consecuencias directas, y respecto a la posibilidad de que la guerra en Ucrania entre en una nueva fase, según las declaraciones de Lavrov, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia que dijo que la fase de la confrontación aguda de Rusia con la OTAN y los Estados Unidos ya ha comenzado, dijo: “Esta acción se ha llevado a cabo tras la escalada de tensión entre las partes, y las promesas realizadas por los países occidentales de proporcionar nuevas armas a Ucrania también han sido muy efectivas”.
Según este experto en temas internacionales, los lazos de seguridad entre Rusia y Occidente, fueran los que fueran, se han roto con el tiempo por la crisis y la guerra de Ucrania, y todos los regímenes e instituciones que podían controlar la competencia militar entre ambos lados, y al establecer la cooperación de seguridad entre ellos, crear restricciones, han sido dañados. Aunque después de que Biden llegó al poder en Estados Unidos, las dos partes extendieron el tratado de Nuevo START por cinco años, Rusia se retiró de él también.
Al afirmar que estamos presenciando una nueva guerra fría entre Rusia y Occidente, Shapouri explicó: “Aunque Rusia no está en la posición de la Unión Soviética contra Occidente, porque la Unión Soviética era mucho más poderosa que Rusia, pero presenciamos una situación similar y su aspecto más importante está en la carrera armamentista y la creación de ambigüedad en el campo de las armas nucleares convencionales. Al retirarse de los tratados Nuevo START y las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, Rusia está creando una especie de ambigüedad en el alcance de su poder militar, y esta ambigüedad es un tema importante en los estudios estratégicos y disuasivos, y le da este mensaje al otro lado de que no les permite que estén al tanto del tamaño y tipo de las armas que posee”.
Agregó: “Tal ambigüedad también se creó en la Guerra Fría, que se redujo mucho a partir de los años 60 con la firma de acuerdos de control de armas entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Las dos partes establecieron un límite a las armas estratégicas y firmaron tratados con transparencia. Esta transparencia podría hacer que la perspectiva de seguridad sea un poco más clara para las partes. Pero con la desaparición de los regímenes de control de armas, estas ambigüedades están regresando”.
Este profesor del Instituto de Investigación de Estudios Estratégicos señaló: “Si bien muchas de estas acciones son simbólicas y puede que no tengan consecuencias estratégicas graves en las relaciones bilaterales, pero esta es parte de la ecuación de la disuasión que vuelve a ensombrecer las relaciones entre Rusia y Occidente en forma de Guerra Fría. Con esta acción simbólica, Rusia intenta responder de alguna manera a la decisión de la otra parte de abastecer nuevas armas para Ucrania y, creando ambigüedad, enfatiza que no está comprometida con garantizar la seguridad de Europa y que cualquier cosa puede pasar en las relaciones bilaterales”.
Shapouri enfatizó que el estallido de la guerra entre los dos lados está lejos de lo esperado, pero la consecuencia de estas acciones es la escalada de tensión entre ellos y dijo: “Rusia puede avanzar hacia nuevas ecuaciones militares en relación con Occidente. Puede que aumente sus armas nucleares o convencionales o desplegué más armas en algunas áreas. No está claro cómo afectarán estos acontecimientos a los intereses de Rusia, pero parece que en la situación actual utilizará todas sus herramientas en relación con Occidente”.
Este experto llamó a esta gravedad de la desconexión de los lazos políticos, económicos, incluso culturales y de seguridad, sin precedentes en la historia de las relaciones entre Rusia y Occidente y agregó: “Hasta que se aclare el destino de la guerra, que por supuesto parece que se intensificará, esta atmósfera continuará deteriorándose. Casi no queda ningún tratado o régimen en el que las dos partes puedan controlar y limitar su competencia, especialmente en los campos militares y nucleares. Debido a la reducción de la comunicación y la cooperación entre las dos partes, la competencia puede salirse de control y provocar una escalada de la tensión e incluso un conflicto, lo que es menos probable”.
Finalmente dijo: “Occidente está enviando armas muy importantes a Ucrania y Rusia está utilizando todas sus facilidades. Moscú está en un aprieto estratégico del que solo es posible salir por la vía diplomática, pero ahora no está dispuesto a entrar por esa vía, porque se cree una gran potencia. Además no consiguió lo que quería en Ucrania, por lo que continúa por el camino del pasado. La comprensión de los funcionarios de Moscú de la posición de Rusia les dificulta participar en la diplomacia”.
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