En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, señalando que en los últimos meses los acontecimientos políticos y del campo de batalla en Ucrania han enfrentado altibajos respecto a la forma y cantidad del apoyo financiero y militar a este país, Morteza Makki dijo: “Tras el ataque de Rusia a Ucrania en febrero de 2022, además de imponer sanciones económicas, políticas y militares integrales, otra herramienta de la UE y Estados Unidos para presionar a Rusia ha sido la incautación de activos rusos en bancos de países occidentales”.
Añadió: “Durante los últimos dos años, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, siempre ha querido utilizar estos activos para pagar la guerra, pero los países occidentales y la UE han tenido consideraciones políticas especiales a este respecto”.
Según este experto, una de estas consideraciones es que algún día, la guerra en Ucrania terminará, y Rusia y Ucrania se verán obligadas a llegar a un compromiso para un alto el fuego temporal o permanente bajo la supervisión integral de la OTAN. En este caso, la confiscación de activos rusos puede afectar las posiciones de este país ante los gobiernos europeo y estadounidense sobre cómo poner fin a la guerra”.
Makki enfatizó: “De todos modos, los gobiernos europeos siempre han pensado en restablecer las relaciones con Rusia y utilizar el poder blando junto con sanciones económicas y militares contra Moscú. Las diferentes posiciones que los gobiernos europeos han adoptado sobre cómo abordar la crisis en Ucrania en las últimas semanas, indican el desacuerdo que existe sobre la guerra en este país”.
Este experto en cuestiones europeas continuó: “Si el informe de The Guardian sobre la utilización de activos rusos en bancos europeos para pagar los costes de las armas entregadas a Ucrania es cierto, nos encontramos en un nuevo punto de inflexión en la actitud de la UE hacia Rusia”.
Al referirse a la reacción de Rusia a esta acción, Makki dijo: “La reacción de Rusia puede complicar las dimensiones del trato político y militar de Rusia con Ucrania y sus partidarios occidentales. Por tanto, habrá que esperar a ver qué estrategias utilizará Rusia para contrarrestar esta acción de la UE”.
Añadió: “Antes de esto, Rusia amenazó con confiscar las propiedades de los gobiernos occidentales en este país. Por supuesto, todavía no existen estadísticas precisas sobre los activos de los países occidentales en Rusia y su cantidad. Por lo tanto, no está claro cómo los gobiernos europeos quieren utilizar los bienes incautados a Rusia en Europa para la guerra en Ucrania”.
Este experto en cuestiones europeas agregó: “Las posiciones que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha adoptado en las últimas semanas en cuanto a la adopción de posturas cada vez más duras hacia Rusia mediante la celebración de acuerdos de seguridad entre la UE y Ucrania centrados en los arsenales nucleares de Francia, demuestran que por mucho que veamos diferencias sobre cómo apoyar a Ucrania dentro de Estados Unidos, algunos gobiernos europeos, incluidos Francia y algunos países de Europa del Este, buscan un trato aún más duro con Rusia”.
Explicó: “Los gobiernos europeos están muy preocupados por el regreso de Trump a la Casa Blanca en noviembre y por sus posiciones diferentes a las de los demócratas sobre la guerra de Ucrania. Si esto sucede, considerando la brecha existente entre los gobiernos europeos, tal vez no tengan más opción que alinearse con Estados Unidos en relación con Ucrania. Por supuesto, algunos gobiernos, como el de Alemania, que se oponen a la superioridad política y militar de Francia en Europa, no se han alineado con Macron”.
Makki enfatizó: “Considerando el desacuerdo que existe entre los gobiernos europeos, el regreso de Trump al poder no les deja otra opción que seguir las políticas de la Casa Blanca hacia Rusia. Trump ha anunciado que tiene planes para poner fin a la guerra en Ucrania. Además, teniendo en cuenta que él intentó tener una posición flexible hacia Rusia durante sus cuatro años como presidente, no es improbable que esta vez también busque un compromiso con Rusia sobre la guerra de Ucrania. Dado que alrededor del 70% de la ayuda militar a Ucrania proviene de Estados Unidos, cortar la ayuda estadounidense será muy eficaz para determinar el curso de la guerra”.
Finalmente dijo: “La incertidumbre sobre el fin de la guerra en Ucrania ha generado dudas entre algunos gobiernos europeos sobre el uso de activos rusos en bancos europeos para financiar la guerra en Ucrania; Porque no quieren aumentar la intensidad de la tensión con Rusia de manera que sea difícil encontrar una solución para detener la guerra”.
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