Barsam Mohammadi, experto en cuestiones regionales

Examinar la operación con misiles y drones de la República Islámica de Irán en los territorios ocupados requiere conocer su naturaleza y sus importantes características:

Derecho de legítima defensa; La acción de la República Islámica de Irán contra el régimen sionista no fue un ataque militar por el que Irán pueda ser acusado de agresión, sino que en términos de derecho internacional, se considera una reacción y una acción legítima, que se llevó a cabo basándose en el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Este principio es tan claro que es aceptado por todos los gobiernos y organizaciones internacionales.

De hecho, la República Islámica de Irán ha tratado de castigar a la fuerza agresora mediante el derecho de legítima defensa. La palabra “castigo”, que es un concepto que indica la reacción, muestra claramente la naturaleza de la acción de Irán contra el régimen sionista. El castigo es en realidad una reacción al acto hostil de una fuerza hostil.

Atacar posiciones militares; A diferencia del régimen sionista, que bombardea centros humanitarios, diplomáticos y civiles en sus acciones militares y terroristas contra Irán y otros países y grupos, aunque la República Islámica de Irán podría atacar todos los territorios ocupados e infraestructuras civiles, solo disparó misiles y drones contra centros y posiciones militares y zonas no residenciales.

A pesar de toda la propaganda falsa que se ha hecho contra los musulmanes y contra nuestro país de que somos antijudíos, con esta operación, la República Islámica de Irán demostró que se adhiere plenamente a los principios humanitarios, y a pesar de sus amplias capacidades, no violó los principios morales e hizo algo civilizado basado en principios islámicos y humanos.

Dañar centros sensibles; En las operaciones de la República Islámica de Irán, se dispararon casi 110 misiles balísticos, 30 misiles de crucero y 150 drones contra objetivos en lo profundo de los territorios ocupados. En esta operación histórica, los misiles y drones de Irán, atravesando varias capas defensivas y pasando por la Cúpula de Hierro y otros sistemas avanzados de defensa aérea, alcanzaron objetivos importantes, incluida la base aérea Nevatim en el desierto de Néguev, que desempeñó un papel en el ataque terrorista de este régimen a la sección consular de la embajada iraní en Damasco.

La base aérea de Nevatim es un aparcamiento para aviones de combate F-35, que el régimen sionista utiliza para atacar las posiciones del frente de Resistencia en la región. Además, allí están estacionados aviones de combate furtivos, aviones de transporte, aviones cisterna y máquinas de reconocimiento y vigilancia electrónica, así como el llamado Air Force One israelí. La base aérea de Nevatim también cuenta con un aeropuerto de tres pistas y recientemente ha sido modernizada para el uso de aviones de combate F-35.

Tener carácter disuasorio; La operación militar de Irán en los territorios ocupados tuvo carácter disuasorio y al mismo tiempo ayudó a fortalecer y consolidar el poder disuasivo de la República Islámica de Irán contra el régimen sionista y Estados Unidos en la región. Según destacó John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, esta operación ha sido un gran fracaso para la disuasión del régimen sionista y sus aliados internacionales y regionales.

No utilizar el principio de sorpresa; En esta operación, la República Islámica de Irán no utilizó el principio de sorpresa, aunque podía hacerlo. La sorpresa se produce cuando la verdadera intención es asestar golpes graves y destructivos. Pero más allá de los objetivos militares, la República Islámica de Irán buscó transmitir este mensaje político de que es capaz de tomar cualquier acción en cualquier situación y a cualquier nivel contra el régimen sionista.

Ser inteligente; La expectativa de Estados Unidos, algunos gobiernos europeos y el régimen sionista era que la reacción de Irán extendiera la guerra en la región; Pero la estrategia inteligente de Irán fue tal que el régimen sionista fue severamente golpeado y castigado. Irán logró objetivos más allá de lo que quería, por primera vez Estados Unidos no actuó y se debilitó la posición de Netanyahu, quien normalmente se aprovecha de tales acciones para conseguir sus propios objetivos.

Después de la operación de Irán, Yair Lapid, ex primer ministro del régimen sionista criticó duramente a Netanyahu en un comunicado y enfatizó: “Inmediatamente deben celebrarse las elecciones para que desaparezca el gobierno que está destruyendo a Israel”.

Consecuencias

La respuesta militar de Irán, que fue un gran éxito estratégico, tiene consecuencias importantes.

Debilitar las infraestructuras militares y disuasorias del régimen sionista, empeoramiento de la posición interna de Netanyahu y el gabinete de guerra, dar confianza a las naciones y gobiernos de la región para enfrentar al régimen sionista, cambiar las ecuaciones regionales y facilitar y acelerar la formación de la Nueva Asia Occidental centrada en la República Islámica de Irán se encuentran entre las consecuencias estratégicas de esta operación.

Además, la Doctrina Dahiya del régimen israelí se volvió ineficaz. Según esta doctrina, que está en la agenda de Israel después de la guerra del Líbano de 2006, el régimen sionista ataca severamente todas las infraestructuras para que diferentes clases de personas sufran graves heridas; Con esta doctrina, Israel busca incitar a los pueblos contra sus líderes.

Ahora, los gobiernos occidentales, especialmente Estados Unidos, se han dado cuenta de que la República Islámica de Irán, como un actor inteligente, tiene la capacidad y la fuerte voluntad de tomar contramedidas y castigar a la fuerza agresora; Por lo tanto, no deberían hablar con este actor con un lenguaje contundente, sino de manera adecuada y basándose en el juego ganar-ganar, y teniendo en cuenta sus beneficios.