En las últimas semanas, el ministro de Seguridad nacional del régimen sionista, quien es considerado una de las personalidades más extremistas de este régimen, ingresó a la Mezquita de Al-Aqsa junto con un gran número de sionistas y comenzaron a golpear a los fieles palestinos. La entrada de los sionistas extremistas en la Mezquita de Al-Aqsa y golpear a los fieles palestinos ocurrió con el apoyo del ejército del régimen sionista que había rodeado la Mezquita.
El gabinete de coalición de Benjamín Netanyahu, que se formó con la presencia de cinco ministros extremistas afiliados a “Partido Sionista Religioso” y el partido “Otsmá Yehudit (La Fuerza Judía)”, está tratando de obligar a los palestinos a reaccionar apresuradamente. La represión de los palestinos que viven en Gaza, la exclusión de los palestinos de Jerusalén Este, la expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania, el bloqueo de Gaza y la tortura de los prisioneros palestinos bajo la custodia del régimen israelí son parte de las políticas internas de este gabinete.
El comportamiento violento de este gabinete hacia el indefenso pueblo de Palestina también provocó el descontento de la Autoridad Nacional Palestina encabezada por Mahmud Abbas, y esta organización ha anunciado que no negociará con este gabinete bajo ninguna circunstancia. Por otro lado, Hamás y la Yihad Islámica, como dos influyentes movimientos militantes palestinos en Gaza, anunciaron que han formado una sala de operaciones conjunta para enfrentar la agresión del ejército sionista. Tras la formación del gabinete extremista de Benjamín Netanyahu, el ambiente de los territorios ocupados avanza hacia la intensificación de la violencia, y en caso de una guerra en los territorios ocupados de 1967 entre los palestinos y el ejército del régimen sionista, esta guerra definitivamente será larga y diferente del pasado. La razón de esto es que los movimientos militantes palestinos, especialmente Hamás y la Yihad Islámica, con la capacidad de disuasión que tienen a través de sus misiles, podrán cambiar el equilibrio del campo en posibles guerras futuras a favor de la nación palestina. Según los informes, Hamás y la Yihad Islámica han producido recientemente todo tipo de misiles balísticos y están decididos a atacar las instalaciones militares más sensibles y vitales del régimen sionista en Haifa, Hebrón, Tel Aviv y el desierto del Néguev en cualquier posible guerra. Por ello, algunos partidos de izquierda del régimen sionista advirtieron al gabinete de Benjamín Netanyahu cualquier conflicto en un futuro próximo entre los movimientos militantes palestinos y el ejército israelí. Los líderes de los partidos de izquierda del régimen sionista creen que, en caso de un posible conflicto, los movimientos militantes palestinos podrán apuntar a las profundidades de las tierras ocupadas con misiles balísticos.
De todos modos, la continuación de la falta de respeto de los miembros extremistas del nuevo gabinete israelí hacia la Mezquita de Al-Aqsa y Jerusalén, hará que los regímenes árabes que han establecido relaciones con Israel, reconsideren esta relación. De esta forma, el gabinete extremista del régimen sionista, que ha enfrentado la oposición de algunos países occidentales, puede colapsar en un futuro cercano por los hechos de Itamar Ben-Gvir, el ministro de Seguridad Nacional de Israel. Por otra parte, teniendo en cuenta que recientemente la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió un comunicado condenando la agresión de los miembros del gabinete israelí a la Mezquita de Al-Aqsa, parece que se ha creado una especie de sensibilidad entre los países islámicos y árabes hacia los sagrados lugares de Palestina. Sin embargo, la Organización para la Cooperación Islámica, que está integrada por 57 países musulmanes en el mundo, y la Liga Árabe, que está integrada por 22 países árabes, no han mostrado una reacción seria y práctica a las acciones del régimen sionista contra los fieles palestinos en la Mezquita de Al-Aqsa. El silencio de la Organización para la Cooperación Islámica y la Liga Árabe ante la agresión de algunos ministros del gabinete de Netanyahu demuestra que estas dos importantes instituciones islámicas y árabes no están cumpliendo con sus responsabilidades hacia la oprimida nación palestina.
Ahora, teniendo en cuenta que existe la posibilidad de que se repitan los ataques sionistas contra Jerusalén y la Mezquita de Al-Aqsa, se espera que la Organización para la Cooperación Islámica, cuya sede está en Yida en Arabia Saudí, celebre una reunión extraordinaria con la presencia de los ministros de asuntos exteriores de países islámicos y condene el comportamiento de los sionistas. De lo contrario, es posible que los sionistas utilicen el silencio de la comunidad internacional y de los países islámicos y árabes en un futuro próximo, para intensificar sus ataques contra los fieles de la Mezquita de Al-Aqsa e impedir las oraciones en esta Mezquita, lo que conducirá a tensiones y consecuencias impredecibles.
0 comentarios