La operación terrestre en Rafah es uno de los planes militares importantes de Tel Aviv, que recientemente ha sido incluido en la agenda del gobierno de Netanyahu. En sus recientes declaraciones, Netanyahu ha subrayado: “Lucharemos hasta la victoria completa, y esto incluye una acción fuerte en Rafah. Así que a los civiles palestinos les damos la oportunidad de abandonar esta zona”.
Anteriormente, en una conversación con el ministro de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, al enfatizar el esfuerzo por destruir los batallones militares de Hamás en Rafah antes del mes de Ramadán, había anunciado que las operaciones terrestres en Rafah comenzarían en los próximos días.
El inminente ataque a Rafah ha sido condenado por muchas instituciones internacionales, organizaciones de derechos humanos, países de la región y la UE. El secretario general de la ONU, el responsable de la política exterior de la UE, Francia, Inglaterra, Alemania y otros países europeos han expresado su oposición y preocupación por el plan del régimen sionista de atacar Rafah por tierra, y han exigido el cese inmediato de la guerra y un alto el fuego completo.
La Liga Árabe, Arabia Saudí, Egipto, Qatar, Jordania, Irak, Siria y muchos países árabes también han advertido sobre un ataque terrestre a Rafah. Además, entre los funcionarios del régimen israelí se han intensificado las diferencias de opinión respecto a esta operación, especialmente entre Netanyahu y el jefe del Estado Mayor de las fuerzas militares, Herzi Halevi.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha adoptado un enfoque contradictorio ante el ataque terrestre del régimen sionista a Rafah. Aunque la administración Biden aparentemente se ha unido a los opositores al ataque a Rafah, John Kirby, coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas, cuando se le preguntó si Washington había amenazado con cortar la ayuda militar a su aliado Tel Aviv, dijo: “Continuaremos apoyando a Israel y nos aseguraremos de que tenga las herramientas y capacidades necesarias”. Estas declaraciones pueden interpretarse como la luz verde de Estados Unidos para el ataque a Rafah.
A través del ataque militar a Rafah, el régimen sionista persigue objetivos declarados y prácticos importantes:
La destrucción de Hamás y la liberación de prisioneros se encuentran entre las frases más frecuentes en las declaraciones de Netanyahu en los últimos días sobre el ataque a Rafah. En este sentido Netanyahu afirmó: “La destrucción de Hamás es nuestro principal objetivo. La mayoría de los batallones restantes de Hamás están estacionados en el oeste de Gaza y en la ciudad de Rafah, y el próximo objetivo es luchar contra ellos”.
En el primer paso, mediante un ataque terrestre contra Rafah, Netanyahu está tratando de compensar el fracaso de sus objetivos declarados en Gaza, incluida la destrucción de Hamás, la liberación de prisioneros, y presionar a la Resistencia palestina para que renuncie a sus posturas. Netanyahu considera el ataque a Rafah como la última oportunidad para crear logros políticos, militares y de seguridad en la guerra de Gaza para reducir la presión de la opinión pública interna, especialmente la presión de las familias de los prisioneros sionistas.
El extremista gobierno sionista que está bajo fuerte presión de las familias de los prisioneros, cree que los prisioneros se encuentran en Rafah. Así que con un ataque terrestre a esta ciudad, busca liberarlos y salir de la presión.
Bajo los objetivos declarados, Netanyahu persigue otros objetivos:
1- Sembrar el terror entre los residentes de Gaza y Rafah para trasladarlos a Cisjordania, los países vecinos y la península del Sinaí;
2- Garantizar la seguridad de los colonos sionistas;
3- Facilitar la política de expandir los territorios ocupados tomando el control de la Franja de Gaza y Rafah;
4- Crear nuevos acuerdos políticos y de seguridad en Gaza, similares a los que existen en Cisjordania;
5- Incrementar su poder en las negociaciones con Hamás;
6- El traslado del paso de Rafah a la zona de Kerem Shalom, para aumentar el control y el dominio del régimen sionista en la inspección, el registro etc. en los puntos de entrada;
7- Convertir la guerra en Gaza en una guerra de desgaste con el objetivo de ayudar a Trump a ganar las próximas elecciones;
8- Por último, impedir que El Cairo interfiera en la administración del paso de Rafah.
Estos son unos objetivos reales y estratégicos del régimen sionista en el ataque terrestre a Rafah.
En cuanto a la perspectiva de un ataque terrestre contra Rafah, hay que decir que un régimen que con 300 mil soldados y equipo pesado y avanzado, según admitió él mismo, no pudo tener éxito en el ataque a Gaza, definitivamente fracasará en atacar a Rafah.
La realización de los objetivos prácticos mediante el ataque a Rafah requiere la victoria en los objetivos declarados. Por lo tanto, es natural que el fracaso de los objetivos declarados del ataque a Rafah provoque también el fracaso de los objetivos estratégicos. Además, el ataque a Rafah no solo complicará la guerra, sino que también pondrá al régimen sionista en una situación más difícil.
Al mismo tiempo, el ataque a Rafah tendrá importantes consecuencias para Tel Aviv, entre las que podemos señalar la intensificación de las reacciones y la oposición que existen hoy a nivel de la opinión pública nacional, regional e internacional, así como en el gobierno. La intensificación de la presión internacional contra el régimen sionista, la complicación de la cuestión de la liberación de los prisioneros sionistas, la vulnerabilidad del Tratado de Camp David debido a la advertencia de Egipto de suspenderlo, el endurecimiento del proceso de apoyo estadounidense a Tel Aviv y una mayor perturbación de los esfuerzos del régimen sionista por normalizar las relaciones con los países árabes son otras consecuencias importantes en este campo.
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