Refiriéndose a la decisión del presidente de Rusia de firmar el proyecto de ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), lo que exigía que Rusia se abstuviera de realizar explosiones nucleares con fines militares y civiles y en cualquier lugar, el Dr. Siamak Bagheri afirmó: “Tras el fin de la Guerra Fría, vimos a las potencias internacionales actuar para alcanzar acuerdos que limitaran la producción de armas de destrucción masiva. Este documento debía convertirse en un instrumento jurídico internacional para detener cualquier tipo de ensayo nuclear, aunque hasta la fecha este tratado no ha entrado en vigor”.
Al afirmar que el objetivo principal del TPCE es prevenir la proliferación de armas nucleares y promover los esfuerzos de desarme, dijo: “32 de las 321 estaciones de monitoreo del TPCE están ubicadas en suelo ruso. El portavoz del Kremlin afirmó que la retirada de Rusia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, no quiere decir que Rusia tenga la intención de realizar ensayos nucleares. Sin embargo, el tipo de doctrina que Estados Unidos ha adoptado para mantener su hegemonía en el mundo está destruyendo y desestabilizando el régimen internacional de control de armas”.
Este profesor universitario continuó: “El notable aumento de las tensiones geopolíticas que recuerda a la época de la Guerra Fría, y los cambios que se están produciendo en la estructura de poder internacional, especialmente las condiciones que está experimentando Rusia en relación con la guerra en Ucrania, han hecho que Rusia intente mantener su nivel de igualdad con la OTAN y muestre una atmósfera de ambigüedad en cuanto a su poder armamentista. Tras revocar este tratado, Rusia quedará en una situación similar a la de Estados Unidos; En otras palabras, ambos países firmaron el TPCE, pero no lo ratificaron”.
Bagheri afirmó que en la situación actual, los propietarios de armas nucleares están buscando retirarse de los acuerdos internacionales y bilaterales para mantener su disuasión, y dijo: “La guerra en Ucrania y la forma en que Estados Unidos, la OTAN y la UE intervinieron en el asunto de Ucrania, estratégicamente han afectado la seguridad nacional de los rusos. Ellos sienten que todos los regímenes que buscan limitar y controlar las armas, tienen como objetivo imponer restricciones a países fuera de la OTAN y del bloque occidental. Países miembros de la OTAN o países occidentales, con el apoyo de Estados Unidos avanzan todos sus objetivos al margen de las regulaciones internacionales, de modo que el desarrollo y la modernización de las capacidades nucleares están en marcha en los nueve países equipados con armas nucleares”.
Mencionó la evolución de las relaciones entre Rusia y China después de la guerra de Ucrania, así como el envío de armas occidentales avanzadas a Kiev y añadió: “Recientemente, las noticias indicaron que Estados Unidos está construyendo bombas nucleares más pequeñas; Bombas más potentes que las utilizadas en Hiroshima y Nagasaki. Además, el resurgimiento de la competencia nuclear y la ampliación de la OTAN han tenido influencia en la evaluación de la seguridad que han hecho Rusia y China”.
Este profesor universitario consideró que el nivel de intensificación de la competencia geopolítica y las preocupaciones de seguridad era tan alto que obligó a Rusia a entrar en conflicto en Ucrania y afirmó: “Estas cuestiones siguen estando en la cima de las preocupaciones estratégicas de Rusia y otros actores internacionales e incluso regionales, y los incitan a retirarse de los acuerdos internacionales a fin de mantener la autoridad y disuadir las amenazas”.
Bagheri enfatizó los esfuerzos de Estados Unidos para mantener su dominio en el mundo y dijo: “En los últimos años, con el regreso de elementos del período de la Guerra Fría, hemos visto repetidamente la amenaza de utilizar armas nucleares por parte de algunos de los propietarios de estas armas en todo tipo de conflictos que se han producido. En cualquier tipo de desafío y crisis, surge la amenaza del uso de armas de destrucción masiva. De hecho, las condiciones internacionales han pasado de dar prioridad al diálogo en las relaciones internacionales a preferir la producción de misiles balísticos, y somos testigos de enfoques que consisten en prestar atención al hardware en las relaciones internacionales en lugar de enfoques basados en el diálogo y la diplomacia”.
Afirmó que la competencia en el campo de las armas nucleares se considera la competencia más peligrosa del mundo, y esta alarma ha sonado para toda la humanidad, y señaló: “El panorama de las amenazas nucleares está cambiando. En los últimos años hemos visto esfuerzos por socavar los acuerdos internacionales sobre la no proliferación de armas de destrucción masiva. Esta situación parece ser una señal de una nueva carrera armamentista multipolar, junto con una creciente preocupación por la posibilidad de reanudar los ensayos nucleares”.
Al recordar que entre 1945 y 1992 Estados Unidos realizó 1030 ensayos nucleares, mucho más que otros países, y que la competencia en la realización de estos ensayos se detuvo con las exitosas negociaciones del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) en el decenio de 1990, añadió: “El TPCE ayudó a definir la desescalada nuclear posterior a la Guerra Fría, durante la cual Estados Unidos y Rusia redujeron drásticamente el número de ojivas nucleares en sus arsenales y detuvieron el desarrollo de nuevos diseños. Ahora, con la reducción de las obligaciones de las dos partes respecto a este tratado, puede que comiencen las especulaciones sobre la posibilidad de ensayos nucleares”.
Bagheri dijo que en 2019, Estados Unidos anunció su retirada del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF). Este país afirmó que Rusia estaba desarrollando esta clase de sus armas nucleares con un alcance que puede apuntar a la mayor parte de Europa occidental, y que también está construyendo y modernizando su arsenal nuclear y desarrollando sistemas nuevos y ultrarrápidos para transportar armas supersónicas. Nuestro experto continuó: “Los verdaderos gobiernos pacifistas en el sistema internacional deberían perseguir la consolidación de las leyes internacionales para evitar la amenaza del uso de armas nucleares, y al plantear estas cuestiones y presentar nuevas ideas en las Naciones Unidas y la Asamblea General, concienciar a otros países y la opinión pública del mundo sobre este asunto. Estos gobiernos deben actuar de manera que aumente el costo de retirarse de los acuerdos internacionales sobre armas de destrucción masiva”.
Al final dijo: “Aunque ahora estamos viendo algunas amenazas de usar armas nucleares, pero no hay una posición seria contra ellas en las Naciones Unidas, y la mayoría de los gobiernos no adoptan una posición con respecto a estas peligrosas declaraciones”.
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