Hamid Khosh Ayand, experto en cuestiones regionales
La visita del presidente de Turquía a Irak se llevó a cabo mientras en los últimos años, especialmente desde 2019, hemos visto muchos ataques turcos al norte de Irak con el pretexto de luchar contra el terrorismo; Cada uno de estos ataques podría provocar una crisis en las relaciones entre estos dos países.
El fortalecimiento de la cooperación económica, energética y de seguridad fue el tema principal de las conversaciones entre los líderes de los dos países en Bagdad. El año pasado, el gobierno iraquí lanzó un proyecto de 17 mil millones de dólares para desarrollar rutas comerciales terrestres y transportar mercancías, cuyo objetivo era conectar el puerto de Al-Faw, en el sur del país, con el territorio turco. Este tema también fue discutido entre las autoridades turcas e iraquíes.
Vale la pena mencionar que en los últimos 10 años, la participación turca en las exportaciones a Irak ha sido del 5% o más. Actualmente, el importe de las exportaciones turcas a Irak asciende a los 15 mil millones de dólares, lo que alcanzará los 20 mil millones de dólares con la finalización del proyecto “Ruta de Desarrollo” en 2030.
En cuanto a la visita de Erdoğan a Irak y la ampliación de la cooperación entre los dos países, se pueden identificar y señalar varios objetivos. Aunque en los medios de comunicación y los círculos políticos de Turquía se destacan los objetivos de seguridad y la cooperación en inteligencia, esta cuestión tiene una importancia secundaria en comparación con las cuestiones económicas, energéticas y de transporte.
Irak es importante para Turquía en dos sentidos: Primero, en términos de economía y energía. Irak, que tiene la mitad de la población de Turquía, es muy rico en recursos energéticos, así que este país puede ser una buena opción para mejorar parte de los problemas económicos de Turquía, lo que en realidad es el talón de Aquiles de Erdoğan. Desde este punto de vista, no solo en la región, sino en el mundo, Turquía no puede encontrar un país mejor que Irak en términos de acceso fácil y de bajo costo a los recursos subterráneos.
Segundo, Irak es uno de los pilares principales e importantes del proyecto de transporte conjunto denominado “Ruta de Desarrollo”, una ruta terrestre que conectará los países del Golfo Pérsico con Europa mediante la creación de una red ferroviaria y de carreteras de 1200 km desde el puerto de Basora hasta el puerto de Mersin. Este proyecto, conocido como Canal Seco en Irak, pasó a llamarse “Ruta de Desarrollo” en marzo de 2024 durante la reunión entre Erdoğan y Mohammed Shia’ Al Sudani. Este proyecto, en el que Qatar y Emiratos Árabes Unidos están presentes como socios y financiadores, está previsto que se ejecute para 2030.
Mejorar las relaciones bilaterales entre Turquía e Irak y ampliar la cooperación regional es uno de los principales requisitos para el avance y la realización del mencionado proyecto. En este sentido, sabiendo que con la tensión en las relaciones con Irak, no es posible completar el proyecto de “Ruta de Desarrollo”, que es la principal prioridad de este país en la región, Erdoğan incluyó en la agenda de este viaje la resolución de disputas con el gobierno iraquí, especialmente en los campos de energía, agua y seguridad. Por lo tanto, en su reciente viaje a Irak, Erdoğan alcanzó buenos acuerdos con Bagdad en este campo, cuya promoción e implementación definitivamente desempeñarán un papel eficaz en la realización del proyecto de “Ruta de Desarrollo”.
En cualquier caso, la mejora de las relaciones bilaterales con Irak y la resolución de los conflictos existentes con este país pueden considerarse un logro político para Erdoğan, que ya tiene la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2028.
Además de los ambiciosos objetivos regionales, en su nuevo mandato presidencial, Erdoğan ha perdido una parte de su popularidad en comparación con años anteriores, y en las recientes elecciones municipales, la posición política del Partido de la Justicia y el Desarrollo, especialmente en Ankara, Estambul e Izmir, sufrió graves daños. Por eso, Erdoğan ha incluido en su agenda la desescalada de tensiones con Irak, uno de sus vecinos importantes.
Si bien la política de tensión cero con los vecinos ha sido la política exterior más importante del Partido de la Justicia y el Desarrollo en los últimos años, este enfoque quedó olvidado con las intervenciones no convencionales del país en Siria, Irak y Libia. Esta cuestión no solo debilitó la posición política de Erdoğan dentro de Turquía, sino que también agravó los problemas internos y externos del país.
En este sentido, la ampliación de la cooperación bilateral con Bagdad, especialmente en el campo de la economía, en una situación en la que Irak tiene buenas capacidades económicas y es considerado uno de los mayores mercados para el consumo de productos turcos en la región, puede conducir a logros positivos tanto en el sector de la política interior como en el exterior para Turquía.
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