En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, en referencia a la intensificación de las protestas de los residentes de los territorios ocupados tras la decisión de Netanyahu y su coalición extremista de aprobar un plan para hacer cambios radicales en la estructura judicial del régimen sionista, el Dr. Mehdi Ashna dijo: “En teoría, hay diferentes puntos de vista sobre el proyecto llamado ‘reforma judicial’ en el régimen sionista. El principio de este tema es monitorear la separación de poderes, aclarar la posición de cada uno y establecer un equilibrio entre ellos”.

Indicó que los partidarios de este plan afirman que la Corte Suprema de Israel, como un órgano en el que están presentes personas no elegidas por voto popular, tiene demasiado poder en la estructura de este régimen y agregó: “El ministro de Justicia de este régimen cree que personas no electas por el público crean obstáculos en el camino de la implementación de políticas y votos de los representantes de la Knéset y del gobierno, como personas electas por voto popular; Él dice que las políticas y los votos que los funcionarios electos quieren promover están de acuerdo con los deseos de la sociedad. Por otro lado, los opositores enfatizan que la Corte Suprema no ignora la voluntad del pueblo como afirman el gobierno y los partidarios del plan, sino que defiende los derechos de las minorías bajo ciertas condiciones”.

Este analista de los asuntos de Asia Occidental, refiriéndose a algunas objeciones de la Corte Suprema del régimen sionista a los votos del Knéset y del gobierno, continuó: “Los partidarios del plan no tienen mucha evidencia de que la Corte Suprema use inapropiadamente sus poderes, por otro lado, los críticos dicen que al intentar implementar este plan, los ultraderechistas están tratando de protegerse de sus acciones ilegales, y especialmente Netanyahu quiere cerrar los casos de corrupción existentes en su contra”.

Ashna afirmó que los opositores y partidarios de este plan evalúan sus esfuerzos de acuerdo con la implementación de los valores democráticos, y explicó: “El gobierno evalúa la oposición de la Corte Suprema con el avance en sus planes en contra de los valores democráticos, pero por otro lado, muchos opinan que la Corte Suprema ha buscado impedir la formación de la dictadura de la mayoría y busca proteger los intereses de la minoría”.

Al afirmar que el estado politizado de estos desafíos es más importante que sus dimensiones teóricas, continuó: “Ahora, en el régimen sionista estamos presenciando la formación de una polarización política y fuertes protestas sociales. Incluso en el ejército, pilotos y reservistas han amenazado con no servir en el ejército. En las últimas semanas, decenas de miles de personas organizaron protestas callejeras diarias, que en algunos casos fueron acompañadas de violencia. Activistas de los sectores educativos y económicos, especialmente del sector de tecnología avanzada, anunciaron que cesarán sus actividades educativas y comerciales en la Palestina ocupada y abandonarán estas tierras”.

Al señalar la perspectiva de la continuación de las protestas en los territorios ocupados, este analista de temas de Asia Occidental afirmó que la situación se ha complicado para Netanyahu, pero él y los derechistas aún están decididos a avanzar en este plan, y dijo: “La primera etapa de las reformas judiciales tuvo cuatro componentes, incluido el método de selección de jueces, según el cual se supone que la composición del comité que selecciona a los jueces debe cambiarse de tal manera que los políticos y miembros de la coalición gobernante tengan la mayoría y sean decisivos en la selección de los jueces”.

Ashna agregó: “De acuerdo con otro componente de este plan, la Corte Suprema debe obtener su autorización oficial de la jurisdicción de la Knéset, y con 61 votos, la Knéset puede eliminar la capacidad de la Corte Suprema para anular leyes. Además, hasta ahora se ha llevado a cabo la anulación de la doctrina de la razonabilidad, lo que le permitía a la Corte Suprema revocar decisiones gubernamentales, tras determinar si estas son razonables o no. Esto ha sido el primer paso de Netanyahu”.

Afirmó que el cuarto componente de este plan está relacionado con los asesores legales de los ministros, y continuó: “Según las reformas previstas por Netanyahu, se supone que estos asesores legales deben ser elegidos por los propios ministros para que puedan destituirlos fácilmente si es necesario. Todo esto demuestra que la independencia de los jueces y de la Corte Suprema se está limitando en cierta medida, por lo que las protestas se han vuelto más intensas”.

Este experto de asuntos de Asia Occidental señaló las críticas y presiones del gobierno de Biden contra la implementación de este plan con el objetivo de crear un consenso entre el gobierno israelí y la oposición y afirmó: “En la reunión en la que se aprobó la eliminación de la doctrina de la razonabilidad, aunque 56 miembros de la Knéset abandonaron la reunión y no participaron en la votación, pero 64 miembros de la coalición gobernante que estaban presentes en la Knéset lo aprobaron, sin prestar atención a los 56 miembros que habían abandonado la reunión. Esta situación muestra que esta bipolaridad continuará y se intensificará, y que ninguna parte se retirará fácilmente”.

El Dr. Ashna agregó: “Todavía vemos las polarizaciones políticas, las divisiones sociales y la escalada de tensiones en la arena interna del régimen sionista, que pueden tener consecuencias negativas en el campo de la seguridad, las cuestiones sociales y económicas y relaciones exteriores. En términos militares y de seguridad, la situación actual puede afectar la decisión de ofrecerse como voluntario para servir en el ejército, la cohesión y la confianza mutua dentro de los equipos, la relación de los militares con los comandantes, la fe en los ideales sionistas y, como resultado, la capacidad de las instituciones de seguridad para enfrentar amenazas”.

Este analista de temas de Asia Occidental calificó la intensificación del aislamiento político internacional y la vulnerabilidad económica entre las consecuencias de las tensiones internas del régimen sionista y dijo: “Con la intensificación de la polarización política, muchos han planteado la posibilidad de un golpe de Estado en este régimen, y es posible que personas como Benny Gantz, que tienen influencia en el Ministerio de Guerra del régimen, tomen medidas. Si bien los militares siempre han actuado más allá de las diferencias políticas, pero ahora, pilotos, reservistas y personas influyentes en el ejército han amenazado con oponerse a estas reformas. Por lo tanto, no se puede pasar por alto la posibilidad de un golpe”.

Afirmando que las protestas violentas en los territorios ocupados se intensificarán, Ashna continuó: “La realización de la democracia ha sido un tema a través del cual los políticos estadounidenses han podido justificar su apoyo al régimen sionista para su sociedad. Si el régimen sionista lleva a cabo reformas de tal manera que este valor se vea perjudicado a los ojos de su propio pueblo y del pueblo estadounidense, y se considera una violación de los valores occidentales, naturalmente el apoyo estadounidense al régimen puede disminuir”.

Al final recordó: “Estados Unidos ha demostrado que también apoyará regímenes dictatoriales si sus intereses así lo requieren. Por lo tanto, aunque el régimen sionista sea el régimen más autoritario de la región, pero si está en línea con los intereses de Estados Unidos, seguirá beneficiándose del apoyo de este país”.