En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Rahman Ghahremanpour dijo: “La razón más importante que llevó a Turquía a cambiar su política hacia Egipto fueron los acontecimientos internos de este país. Se puede decir claramente que los problemas económicos de Turquía en los últimos años han llevado a las autoridades del país a la conclusión de que deberían reconsiderar sus políticas regionales”.
Añadió: “Uno de los países con los que Turquía tenía serios problemas era Egipto. Durante la guerra civil en Libia, Turquía y Qatar apoyaban a un bando y Egipto y Rusia apoyaban al otro. Naturalmente, esta cuestión había tensado las relaciones de Turquía con Egipto”.
Ghahremanpour continuó: “Por otro lado, durante la Primavera Árabe, Turquía apoyó a Mohamed Morsi y a los Hermanos Musulmanes y no reconoció a Abdelfatah El-Sisi cuando él llegó al poder con un cuasi golpe de estado”.
Según este experto, además de los problemas económicos internos de Turquía, los acontecimientos regionales y los cambios en las relaciones de Turquía con Occidente también han sido efectivos en la cercanía de Ankara con El Cairo.
Afirmando que Turquía enfrentaba presión de Occidente en el Mediterráneo, explicó: “Occidente proporcionó armas a Grecia y dio una seria advertencia a Ankara sobre sus exploraciones marítimas en el Mediterráneo en áreas en disputa. En esta situación, Egipto se acercó a Grecia y al Chipre del Sur que de alguna manera eran rivales de Turquía en el Mediterráneo del Sur. A medida que aumentaban las presiones en el Mediterráneo del Sur, Ankara llegó a la conclusión de que ya no podía soportar esas presiones. Por tanto, otra razón por la que Turquía cambió su política hacia Egipto es la posición de este país en el Mediterráneo, es decir asuntos geopolíticos. Estas condiciones geopolíticas se impusieron de alguna manera a Turquía tras el colapso del Imperio Otomano y después del Tratado de Sèvres y redujeron el poder naval de este país”.
Al afirmar que muchas de las islas que fueron entregadas a Grecia en aquella época se encuentran a pocos kilómetros de las fronteras de Turquía, este experto en cuestiones internacionales subrayó: “Por ejemplo, hay una isla a tres o cuatro kilómetros de Turquía que pertenece a Grecia. Naturalmente, el despliegue de fuerzas militares en una isla así es una seria amenaza para Turquía. Occidente y específicamente Francia también apoyaron esta política. Además, Francia concedió gratuitamente a Grecia una ayuda armamentística de 6 mil millones de euros”.
Según este experto, el tercer motivo por el que Turquía ha revisado sus relaciones con Egipto tiene que ver con los cambios en los grupos de los Hermanos Musulmanes, la Resistencia y los conservadores árabes. Después de la guerra de Siria, la situación económica y financiera de los grupos conservadores liderados por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos se fortaleció. Al mismo tiempo, de alguna manera aumentó la presión sobre los Hermanos Musulmanes. Las negociaciones de Turquía para normalizar las relaciones con Egipto comenzaron hace casi dos años. Egipto tenía condiciones previas, una de las cuales era cerrar las redes pertenecientes a los Hermanos Musulmanes en Turquía y no renovar los visados de residencia de los miembros de este grupo. Turquía dio una respuesta positiva a ambas demandas”.
Agregó: “Por lo tanto, esta cuestión fue el resultado de las negociaciones y una de las principales condiciones previas para que Egipto normalice las relaciones con Turquía”.
Respecto a la visión de Turquía sobre los Hermanos Musulmanes, Ghahremanpour dijo: “Esta visión depende de su relación con Qatar, porque ahora Qatar y Turquía son los partidarios más importantes de los Hermanos Musulmanes, y Qatar es también su principal patrocinador financiero. Una posibilidad es que después de la Operación Tormenta de Al-Aqsa y lo que le ocurrió a Hamás, el grupo de los Hermanos Musulmanes se encuentre en una posición débil y tal vez esta situación haya fortalecido la motivación de Turquía para normalizar las relaciones con Egipto. Pero como se mencionó, la política de Turquía hacia los Hermanos Musulmanes se ve afectada por tres variables: la situación interna de Turquía y sus problemas económicos, la presión occidental sobre Turquía y los cambios que se han producido en la región, especialmente en el Mediterráneo”.
Respecto al futuro de las relaciones entre Egipto y Turquía, Ghahremanpour explicó: “Si lo miramos desde el punto de vista de Egipto, la realidad es que este país también necesita urgentemente esta relación; Egipto tiene serios problemas económicos, muchas deudas externas, problemas de agua, etc.; Por lo tanto, su necesidad de mejorar las relaciones no es menor que la de Turquía”.
Añadió: “Cabe señalar que Egipto siempre ha actuado de forma conservadora en su política exterior, y después de la Primavera Árabe, la posición del país en el mundo árabe se ha debilitado. El-Sisi ahora está más centrado en África y la cooperación en esta región. El hecho es que las actuales condiciones político-económicas de Egipto no son muy atractivas para los inversores turcos”.
Finalmente Ghahremanpour enfatizó: “Las relaciones entre Turquía y Egipto no se expandirán mucho, sino que continuarán al nivel de la normalización de las relaciones políticas, expansión de las relaciones económicas y la neutralización de las acciones de Egipto contra Turquía en el Mediterráneo”.
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