Amir Hossein Shirzad, investigador de Derecho Público
La estrategia de Estados Unidos hacia Irán siempre ha oscilado entre la disuasión dura, la diplomacia y la presión económica. Al entrar en la tercera década de este siglo, la disuasión inteligente, como un enfoque complejo y de múltiples capas, ha reemplazado a los modelos tradicionales.
La disuasión tradicional, reflejada en las obras clásicas de Thomas Schelling y Glenn Snyder, se basaba en la amenaza de utilizar el poder militar duro si se cruzaban las líneas rojas internacionales. Pero en la era actual, la disuasión inteligente, que utiliza una combinación de poder duro y blando, al comprender con precisión el comportamiento y las motivaciones de la otra parte, intenta enviar mensajes disuasorios más efectivos. Este enfoque tiene tres pilares fundamentales:
1- Poder inteligente: Joseph Nye presentó este concepto en 2009, pidiendo una combinación efectiva de componentes de poder duro y blando para gestionar las crisis y crear disuasión. En su opinión, los resultados del uso de herramientas duras como las amenazas y sanciones militares serán completos cuando vayan acompañadas de influencia cultural, diplomacia pública y creación de narrativas.
2- Disuasión adaptativa: Según Michael Mazarr, la disuasión en la era moderna está diseñada basándose en un conocimiento preciso del oponente o enemigo, eligiendo mensajes y respuestas adecuados y seleccionando herramientas apropiadas, según las circunstancias y situaciones.
3- Disuasión dirigida (tailored deterrence): Este enfoque pone énfasis en adaptar las herramientas de disuasión a las características específicas de cada actor.
Los componentes de la disuasión inteligente son los siguientes:
1- Disuasión dirigida: La disuasión dirigida se logra a través de una comprensión precisa de la audiencia, analizando las sensibilidades de las instituciones de poder y ajustando los mensajes disuasorios en línea con esta comprensión. Estados Unidos busca identificar vulnerabilidades, como la dependencia económica de las instituciones militares o las divisiones entre las élites en Irán, para ajustar su respuesta adecuada.
2- Disuasión híbrida: Se refiere al uso simultáneo de sanciones económicas específicas, operaciones cibernéticas, diplomacia pública como la manipulación de la opinión pública en la sociedad objetivo a través de las redes sociales y la exhibición de amenazas militares limitadas como la presencia simbólica de barcos estadounidenses en el Golfo Pérsico. Este enfoque está diseñado para influir en los cálculos de los responsables de la toma de decisiones y de los funcionarios del otro lado y evitar posibles acciones amenazantes.
3- Flexibilidad en los mensajes: Los mensajes enviados a la otra parte cubren una amplia gama. La ambigüedad estratégica y al mismo tiempo la claridad en el contenido de los mensajes con el fin de reducir la previsibilidad de los mismos pueden considerarse ejemplos de ello.
4- Gestión de la disuasión a nivel regional: Este concepto se refiere a la creación de disuasión a través de fuerzas aliadas y proxy a nivel regional contra otro país mediante la gestión de su presencia y recursos en todo el mundo. Esta cooperación incluye intercambio de información, apoyo militar y coordinación en cómo responder a amenazas comunes.
La estrategia de disuasión inteligente de Estados Unidos es un símbolo de la alineación estructural del poder a nivel global. En la región de Asia Occidental, Estados Unidos ha incluido en su plan operativo una combinación de amenazas limitadas y verbales, presión mediática y diplomacia pública encubierta, fortaleciendo el enfoque de control e influencia a través del equilibrio a distancia y sin presencia ni permanencia en la región, reforzando las capacidades militares de socios y aliados y construyendo una red de disuasión.
Frente a la disuasión inteligente de Estados Unidos, Irán puede, en lugar de reaccionar pasivamente, intentar diseñar un modelo de disuasión resistente basado en la estrategia de la dignidad, la sabiduría y la conveniencia. Este modelo se basa en una combinación de poder duro y blando a nivel nacional y regional, mayor resiliencia económica y una resistencia de múltiples capas a las presiones de los países occidentales. Este enfoque, al tiempo que preserva los principios de la Constitución, ofrece una respuesta realista a la disuasión inteligente de Estados Unidos.
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