Asesinato de funcionarios ejecutivos; una muestra de la incapacidad militar del régimen israelí
El Dr. Jafar Qannadbashi, en una conversación con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, refiriéndose al reciente ataque del régimen israelí a Saná que resultó en el martirio del Primer Ministro de Yemen y varios ministros de su gabinete, declaró: «El asesinato de estas personas, más que indicar la capacidad de inteligencia y militar del régimen sionista, demuestra la impotencia de este régimen frente a la capacidad defensiva y militar de Yemen, ya que los funcionarios asesinados, incluidos el Primer Ministro y los ministros de Asuntos Exteriores, Información y Economía, eran personas con responsabilidades ejecutivas y contacto directo con el pueblo; por lo tanto, acceder a ellos no era difícil. A diferencia de los comandantes militares o los líderes de la resistencia, que se encuentran bajo complejas capas de protección, los ministros del gabinete necesariamente están expuestos a la vista del público y a movimientos cotidianos».
El experto en asuntos de Asia Occidental «considera que esta acción carece de valor militar» y cree que «el régimen israelí, con tal enfoque, ha cambiado el nivel del conflicto». Según el analista del mundo árabe, «este patrón podría tener consecuencias más allá del campo de batalla yemení, ya que si el asesinato de funcionarios ejecutivos se convierte en una práctica habitual, muchos gobiernos y países se enfrentarán a un riesgo similar; algo de lo que incluso los aliados occidentales del régimen israelí sufrirán daños».
Consecuencias políticas y diplomáticas a nivel regional y global
Qannadbashi, refiriéndose a las consecuencias políticas y diplomáticas de este ataque, declaró: «El régimen israelí planifica tales acciones en un momento en que se enfrenta a crecientes presiones en la escena global. La aprobación de dos resoluciones en la Asamblea General de la ONU en los últimos años, que contaron con el apoyo de más de 140 países para la membresía plena de Palestina, muestra que se está formando un consenso global para reconocer al Estado de Palestina».
El experto en asuntos de Asia Occidental subraya que «la decisión de los gobiernos de Francia, Inglaterra, España, Australia y Holanda de reconocer al Estado de Palestina es un signo de la influencia de la opinión pública en el cambio de rumbo de la política exterior de estos gobiernos, incluida Francia, que siempre había estado en la fila de los partidarios de Tel Aviv». Por lo tanto, según él, el ataque contra funcionarios yemeníes debe evaluarse en este mismo marco. Porque el régimen israelí intenta, expandiendo los frentes de conflicto y trasladando las tensiones a varios puntos de la región, desviar la atención de su crisis de legitimidad y las presiones internacionales. Pero, en la práctica, tales acciones no solo no han llevado al debilitamiento del Frente de Resistencia, sino que han fortalecido su legitimidad ante la opinión pública mundial». Desde la perspectiva de Qannadbashi, «el asesinato de líderes políticos yemeníes es similar a las acciones realizadas previamente contra funcionarios de Hamás o Hezbolá; pero la experiencia ha demostrado que estas políticas no solo no detienen los objetivos de la resistencia, sino que aumentan su cohesión y persistencia».
Yemen; un modelo de resistencia sostenible
Qannadbashi, en otra parte de su análisis, aborda la posición especial de Yemen en las ecuaciones regionales. Él recuerda que «Yemen es el único país que ha logrado obligar a Estados Unidos a aceptar un alto al fuego y detener la guerra; algo sin precedentes en el último siglo». Según el analista de asuntos de Asia Occidental, «la combinación de la posición geopolítica de Yemen, sus capacidades autóctonas en los ámbitos defensivo y misilístico, así como el espíritu de resistencia de su pueblo, han convertido a este país en un modelo poco común de firmeza frente a las presiones externas».
Él subraya que «incluso con el asesinato de funcionarios ejecutivos por parte del régimen sionista, la capacidad operativa de Yemen no cambiará; ya que las infraestructuras defensivas y militares del país siguen activas y dinámicas. Además, el pueblo yemení, a pesar de las carencias y presiones económicas, considera la resistencia un deber religioso y nacional y ha permanecido inflexible frente a las presiones». Qannadbashi cree que «el reciente asesinato debe evaluarse como parte de un año y medio de esfuerzos fallidos del régimen israelí y sus aliados occidentales por dañar a Yemen; esfuerzos que, a pesar de los bombardeos de Estados Unidos y Inglaterra, no dieron resultado y finalmente obligaron a estos países a retroceder».
Al final, Qannadbashi concluye que «el régimen israelí, al asesinar a funcionarios ejecutivos yemeníes, no solo no ha logrado alcanzar sus objetivos militares, sino que también ha visto su posición debilitada en el ámbito diplomático. Por el contrario, Yemen y el Frente de Resistencia continúan su camino con mayor cohesión, y las perspectivas futuras indican que no solo su capacidad militar no disminuirá, sino que su estatus político se elevará a nivel regional y global».
«La traducción al español del texto en inglés ha sido realizada mediante inteligencia artificial. Agradeceremos que, en caso de detectar errores o imprecisiones, lo comunique al sitio web.»


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