Ali Akbar Asadi, en una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, afirmó: “Aunque la cumbre de la Liga Árabe se ha celebrado durante décadas, pero sus Estados miembros abarcan un amplio espectro, lo que, a pesar de sus similitudes lingüísticas, culturales, étnicas e identitarias, persiguen objetivos e intereses particulares.”
Añadió: “Debido a diferencias y conflictos de intereses y perspectivas, la Liga no ha logrado convertirse en una organización cohesionada e influyente. Además, no existe un horizonte claro ni un enfoque operativo específico con el objetivo de que los países miembros puedan avanzar gradualmente hacia un tipo de influencia efectiva por parte de esta organización.» Según Asadi, la Liga Árabe es más bien un foro de diálogo y evaluación de las condiciones generales y los macro desafíos del mundo árabe, que finalmente emite declaraciones de posición. A lo largo de los años, se ha mantenido en este nivel, sin mecanismos para implementar las conclusiones de sus cumbres.”
El académico enfatizó: “Parece que incluso los principales e influyentes países árabes carecen de interés o motivación para actuar de manera efectiva. Por ejemplo, en la reciente guerra de Gaza, mientras que el expansionismo y los crímenes del régimen de Israel a lo largo de la historia de los acontecimientos árabes y palestinos no han tenido precedentes, este nivel de crímenes de guerra por parte del régimen israelí ha constituido una especie de limpieza étnica y racial del pueblo palestino, pero, en las diversas cumbres, los países árabes finalmente se han limitado a adoptar una postura y emitir declaraciones, un enfoque que no puede conducir a un resultado operativo tangible.
Asadi señalando que países como Irak y Argelia han adoptado posturas más firmes frente a los crímenes del régimen israelí, declaró: «Sin embargo, otros países árabes aparentemente carecen de la capacidad y la motivación necesarias para tomar una posición, o bien tienen consideraciones particulares que los condicionan.»
Continuando, dijo: «Incluso los países del Golfo Pérsico que adoptan posturas más enérgicas tienen, en última instancia, una serie de consideraciones que limitan sus acciones y política exterior en relación con los principales problemas y desafíos del mundo árabe, como la cuestión palestina, y no pueden ir más allá de emitir declaraciones y asumir ciertas posiciones.»
Asadi, al responder a la pregunta sobre cómo la Liga Árabe podría convertirse en un actor más efectivo, declaró: “Actualmente, no hay perspectivas claras de cohesión operativa o efectividad, porque algunos Estados miembros carecen de capacidad o voluntad para actuar.”
Agregó: “Otros miembros de la Liga Árabe también no buscan tensiones con el régimen sionista y se centran en terminar la guerra en Gaza, su reconstrucción, talvez su posible desarme y finalmente la formación de un Estado palestino bajo la solución de dos Estados. Por supuesto, aparentemente la solución de dos Estados es el punto de convergencia de los países árabes, y parece que todos estos países coinciden en que se forme un Estado palestino bajo este marco, a pesar de que las realidades sobre el terreno y la oposición del régimen sionista no permiten su materialización.
Según Asadi, sin embargo, es casi impensable que estos países estén dispuestos a asumir costos en este sentido o a abordar el tema en el marco de una confrontación con el régimen de Israel o con Estados Unidos.
0 comentarios