Jafar Ghanadbashi – Experto en asuntos de Medio Oriente
EE.UU. siempre ha actuado como mediador indirecto en las negociaciones palestinas. Sin embargo, esta vez pocos esperaban que se llevaran a cabo tales diálogos entre los estadounidenses y Hamás. Al respecto, se han planteado varios escenarios, siendo el más relevante el viaje de Donald Trump a la región. Antes de este viaje, Trump tomó dos acciones inesperadas: primero, detener la guerra en Yemen, y segundo, negociar con Hamás. Así, el escenario que surgió fue que el presidente estadounidense estaba creando condiciones favorables para su visita regional con el fin de poder firmar los más grandes acuerdos económicos con los países petroleros del sur del Golfo Pérsico.
En Yemen, con la mediación de Omán, se intentó detener los enfrentamientos entre EE.UU. y Ansarolá en el Mar Rojo, y es muy probable que Catar haya mediado en el caso de Hamás. Luego, surgieron informes sobre la liberación de un prisionero estadounidense por parte de Hamás, lo que ayudó a presentar a Trump ante las naciones árabes como alguien que entro en dialogó con Hamás.
Los partidarios de este escenario creen que la noticia sobre el desconocimiento de Benjamin Netanyahu acerca de las negociaciones entre Hamás y EE.UU. y el acuerdo para liberar al prisionero americano fue fabricada artificialmente para completar la narrativa ante la opinión pública. Hasta cierto punto, estas acciones tuvieron éxito, ya que Trump logró mostrar distanciarse parcialmente de los crímenes del régimen israelí y acercarse a Hamás. Posteriormente, el prisionero fue liberado y decenas de camiones con alimentos llegaron a la sitiada Gaza.
Así pues, tras estos preparativos, Trump pudo firmar importantes acuerdos comerciales en tres países árabes: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Catar. De lo contrario, dado que Trump es conocido como uno de los principales apoyos de Netanyahu y sus crímenes en Palestina, ciertamente, podrían dar motivos para protestas internas durante las negociaciones con Arabia Saudita e incluso otros países árabes.
Además, contrario a algunas afirmaciones, el régimen israelí también estaba al tanto de las acciones de Trump y permitió el ingreso de los camiones con alimentos. Parece que este escenario será de corta duración y probablemente termine después del viaje de Trump. Por ejemplo, el viernes presenciamos ataques militares de régimen israelí contra Yemen, lo que indica que Washington probablemente retomará sus políticas anteriores.
Mientras tanto, Trump ha mostrado muchas contradicciones en su postura sobre Gaza: una vez habla del desplazamiento total de los palestinos, otra del envío de tropas estadounidenses, y en general apoya las políticas de Netanyahu. Estos cambios bruscos reflejan su confusión al adoptar una política coherente. No obstante, su postura principal probablemente seguirá la línea de sus asesores y el Congreso, quienes apoyan firmemente al régimen israelí. En general, cabe destacar que la alianza entre EE.UU. y régimen de Israel es estratégica y estos asuntos no cambiarán la política estadounidense hacia el régimen.
Por otro lado, los países árabes también tienen sus propias consideraciones e intereses. Durante el último año y ocho meses desde la Operación Tormenta de Al-Aqsa, los líderes árabes se han limitado a críticas leves contra las políticas del régimen israelí. En esta etapa, también buscaron principalmente allanar el camino para la visita de Trump y cerrar acuerdos comerciales a largo plazo, y en siguiente paso, mostrar el apoyo estadounidense contra el Frente de Resistencia. Dada los vínculos de estos países con EE.UU., es poco probable que cambien su postura sobre Hamás después de este viaje.
La principal preocupación de EE.UU., los líderes árabes y el régimen israelí son las protestas populares que tienen lugar en el mundo árabe. Históricamente, desde la perspectiva de los países árabes, la seguridad regional se logra como resultado del debilitamiento del Frente de Resistencia, y siempre lo han considerado en sus políticas. Por ello, no están dispuestos a que las acciones de EE.UU. conducen a que Hamás o Ansarolá ganen el poder.
Sin embargo, debido a las difíciles condiciones en Gaza y los crímenes del régimen israelí, se ha formado un movimiento en contra en el Consejo de Seguridad de la ONU y Europa, que podría tener impacto. Incluso EE.UU., por protestas popular, podría pedir a Israel que detenga esta situación. Por eso, estos días el régimen israelí está haciendo todo lo posible por masacrar a los gazatíes y presionarlos antes de un alto al fuego permanente.
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