Sadegh Nik Azar, experto en relaciones internacionales
Asia Occidental de 2025, especialmente Asia Occidental de los Estados árabes, no es una región colonial bajo la tutela de países occidentales como solía ser, y sus propios países son actores regionales e internacionales. Sin duda, el número de potencias medias en Asia Occidental que han tomado medidas eficaces en su región y están activas en los asuntos internacionales es mayor que en otras regiones. Esto es importante porque: Primero, en otras regiones, el orden predominante es en gran medida unidimensional, siguiendo la lógica de la cooperación económica, de las tensiones transfronterizas e incluso de conflictos de seguridad como conflictos con los cárteles de la droga. Segundo, debido a su ubicación estratégica, Asia Occidental engloba la mayor parte de las lógicas de comportamiento de las regiones. Tal vez en ninguna otra región las cuestiones geopolíticas, medio ambientales o de identidad estén tan estrechamente entrelazadas como en Asia Occidental. Como resultado, hoy la lógica de la cooperación económica y la presencia en las cadenas de valor globales y los corredores comerciales se han colocado junto con todas estas cuestiones que generan tensiones.
La presencia de diversos actores internacionales que buscan aprovechar las oportunidades, recursos y acumulación de capital que algunos gobiernos han obtenido con la venta de petróleo, ha establecido una nueva lógica en Asia Occidental. Si consideramos que el orden anterior se basaba en ideas geopolíticas y de seguridad, hoy vemos la lógica geoeconómica como el parámetro principal en la formación de políticas. La lógica de la geoeconomía, o la lógica de la guerra en el entorno económico, se han vuelto significativamente dominantes en el sistema internacional, especialmente con la guerra económica entre China y Estados Unidos. Con el rápido ritmo de la globalización, este paradigma también se ha extendido a Asia Occidental, y a diferencia de siglos anteriores, cuando las ideas tardaban años en difundirse por todo el mundo, hoy Asia Occidental es una escala menor del sistema internacional basado en el orden geoeconómico.
La evidencia más importante de esta afirmación son los documentos estratégicos de los gobiernos de Asia Occidental para una fuerte presencia en las cadenas de valor y los corredores comerciales globales. El hecho de que un pequeño Estado como Jordania sea un eslabón clave en la cadena de valor farmacéutica en los campos de fertilizantes químicos y medicamentos genéricos, así como la presencia de Irak en la Ruta del Desarrollo que conecta el puerto de Al-Faw con la línea ferroviaria del sur de Turquía, demuestran claramente la importancia de la nueva lógica. Por otra parte, los esfuerzos de gobiernos árabes como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos por participar en el Corredor Económico India-Asia Occidental-Europa (IMEC), y el inicio de megaproyectos en el campo de la inteligencia artificial que se han puesto en marcha a pesar de una alta probabilidad de fracaso, son evidencia de los esfuerzos de estos gobiernos por redefinirse en el orden geoeconómico.
Pero la pregunta principal es: ¿Cuál es la razón de los esfuerzos de estos gobiernos por redefinir y tener una fuerte presencia en las nuevas relaciones? Para responder, veamos la hipótesis que los gobiernos tienen en sus mentes: La tensión y la guerra en el sistema internacional ya no son simplemente cuestión de armas. Las armas de hoy son un valor agregado que hace que otros dependan de nosotros. Aproximadamente en 2023, el destino del 65% del armamento militar vendido en el mundo fueron los gobiernos de Asia Occidental, y de ese volumen de ventas, más del 50% de las compras pertenecieron a Arabia Saudí. Así que Arabia Saudí ya no tendrá problemas de seguridad. Pero ¿pueden resumirse todos los desafíos de seguridad de Arabia Saudí en su seguridad existencial? Claramente no. La riqueza que Arabia Saudí ha obtenido mediante las ventas de petróleo requiere una mayor acumulación. Hasta mediados del siglo XX, cuando los asesores estadounidenses y occidentales controlaban los asuntos económicos de Arabia Saudí y otros gobiernos árabes, dirigían esta riqueza hacia Occidente de manera colonial, pero hoy este hecho ha cambiado hacia el aumento de la riqueza y el incremento del volumen de acumulación y reinversión del consumo excedente. Arabia Saudí y otros Estados árabes, que de alguna manera fueron colonizados, hoy se han convertido en aliados beneficiosos e influyentes de los mismos colonialistas.
Así, la nueva imagen de Asia Occidental es una imagen económica que, debido a la tensión profundamente arraigada en la región, se ha mezclado con cuestiones políticas y de seguridad. No se pueden mejorar las cuestiones tecnológicas y relacionadas con el corredor del Golfo Pérsico con una lógica puramente económica y sin considerar cuestiones políticas y regionales, y viceversa. Por ejemplo, hoy en día, el estrecho de Bab el-Mandeb, cuello de botella del mar Rojo, está en manos de los hutíes yemeníes, que han prohibido el acceso de la mayoría de los gobiernos a los territorios ocupados por agua a través del canal de Suez y el mar Mediterráneo, lo que hace imposible el tránsito de un gran volumen de productos.
Pero, teniendo en cuenta esta cuestión, ¿qué estrategia debería considerar la República Islámica de Irán? En resumen, en el primer paso, a nivel de toma de decisiones, uno debe alejarse de la lógica geopolítica y no ver las ecuaciones como puramente territoriales y relacionadas con la seguridad. Si bien los desafíos son territoriales, es necesario comprender la lógica económica que ha dominado el entorno. En otras palabras, incluso si tenemos una acción de seguridad con requerimientos geopolíticos, también debemos considerar la lógica geoeconómica al perseguir nuestros objetivos. Seguir esta lógica, en el segundo paso, también conducirá a una transformación en nuestra estrategia de seguridad. De modo que, en primer lugar, la iniciativa y la determinación del umbral de cualquier tensión estarán en manos de Irán. En segundo lugar, con esta lógica, los enfoques de seguridad también se planifican e implementan con un objetivo a largo plazo, lo que conducirá a una relativa desescalada en la región entre Irán y sus vecinos y al mismo tiempo al logro de los objetivos de seguridad.
La importancia de la alineación de los acuerdos regionales con el orden geoeconómico es innegable; Porque el sistema internacional ha tomado esa dirección. Por esta razón, al formular la gran estrategia de la República Islámica de Irán, se debería prestar mayor atención a los conceptos e ideas que hacen posible la presencia en este orden.
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