Dr. Hosein Ebrahim Nia, investigador sobre temas egipcios

Durante mucho tiempo, Egipto ha desempeñado un papel fundamental en el proceso de paz palestino-israelí y ha participado activamente en las negociaciones de alto el fuego y la mediación entre Hamás y el régimen sionista. Debido a la ubicación geográfica del país y su frontera con Gaza, Egipto está especialmente preocupado por las consecuencias de la inestabilidad en esta región para su seguridad interna, y por esta razón está trabajando duro para evitar la escalada del conflicto. Pero a nivel regional, mientras intenta mantener el equilibrio de poder en Asia Occidental y fortalecer sus relaciones con países árabes como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, Egipto también ha jugado un papel activo en las crisis como la de Siria, Yemen y Libia. Además, Egipto está fortaleciendo continuamente sus relaciones estratégicas con los países occidentales y Estados Unidos. En el ámbito interno, las preocupaciones de Egipto por las amenazas planteadas por los movimientos islamistas radicales, que pueden aprovecharse de crisis regionales como la de Gaza, han hecho que el país sea muy sensible a las cuestiones de seguridad.

En este sentido, Gaza, como una región densamente poblada en el centro de crisis políticas, humanitarias y militares, sigue siendo una de las regiones más controvertidas de Asia Occidental. Como actor clave con intereses geográficos y políticos en Gaza, Egipto siempre ha tratado de gestionar las crisis humanitarias y facilitar los ceses del fuego. Sin embargo, acontecimientos recientes, incluidos informes sobre el desplazamiento temporal de 500 mil palestinos de Gaza al Sinaí del Norte y la formación de un comité palestino para gestionar Gaza, han provocado preocupaciones sobre los cambios en la política exterior egipcia y sus efectos sobre el futuro de Gaza. Estos acontecimientos pueden tener importantes consecuencias para el proceso de paz y estabilidad en Gaza y la región. Por otra parte, Egipto ha estado involucrado durante mucho tiempo en la cuestión palestina. Este país, especialmente debido a su ubicación geográfica y sus relaciones históricas con los palestinos, ha jugado un papel destacado en los últimos años en la mediación de las negociaciones de alto el fuego y ha tratado de facilitar las interacciones entre el régimen israelí y los palestinos, especialmente grupos como Hamás. El país también es conocido por acoger a numerosos refugiados palestinos y ser un actor importante en los procesos políticos regionales. Sin embargo, además de apoyar los derechos palestinos, Egipto siempre ha estado preocupado por la influencia de grupos extremistas y terroristas como ISIS en Gaza.

Pero recientemente ha habido informes de que Egipto podría estar considerando desplazar temporalmente entre 500 y 700 mil residentes de Gaza al Sinaí del Norte. Por supuesto, estos informes recibieron una rápida respuesta del gobierno egipcio, que inmediatamente negó estas afirmaciones y anunció que no se había tomado ninguna decisión de desplazar a la población de Gaza al Sinaí. Esta negación puede ser parte de una política y estrategia defensiva destinada a preservar la imagen de Egipto como potencia regional que no apoya ningún desplazamiento de población de Gaza.

Otro acontecimiento importante que ha recibido menos atención es el anuncio de la formación de un comité palestino para gestionar Gaza durante seis meses. Este comité estará compuesto por personalidades no partidistas y tecnócratas y asumirá la responsabilidad de administrar Gaza de manera temporal. Esta medida supone un cambio importante en la política del país, especialmente hacia Hamás, que siempre ha mantenido estrechas relaciones con Egipto. El ministro de Asuntos Exteriores egipcio también ha anunciado que se ha logrado un acuerdo sobre la gobernanza de Gaza para la formación de un comité de personalidades académicas y no partidistas que no están afiliadas a ningún grupo o facción política o militar palestina. El comité solo será responsable de administrar Gaza durante seis meses, y al final, la Autoridad Nacional Palestina asumirá la responsabilidad total.

Pero el punto clave es que la rápida negación de los informes sobre el traslado de residentes de Gaza al Sinaí del Norte, crea preguntas sobre los objetivos a largo plazo de Egipto y su relación con Gaza. Además, Egipto prefiere evitar cualquier acción que pueda provocar un gran desplazamiento de población de Gaza. Una acción de ese tipo podría tener graves consecuencias humanitarias y de seguridad y podría desestabilizar el Sinaí del Norte, una región que ya enfrenta amenazas de seguridad. Por lo tanto, parece que Egipto está tratando de mantener su posición como potencia regional que participa en la reconstrucción de Gaza, pero sin asumir la responsabilidad del desplazamiento de la población. Por otra parte, la formación de un comité tecnocrático para gobernar temporalmente Gaza indica el deseo de Egipto de desempeñar un papel más importante en el futuro de Gaza. Se supone que este comité asumirá temporalmente la responsabilidad de administrar Gaza sin la interferencia de grupos como Hamás. Este acontecimiento podría reflejar cambios en las relaciones de Egipto con Hamás. Egipto podría estar intentando crear un nuevo equilibrio en Gaza apoyando a la Autoridad Palestina e impidiendo la influencia de Hamás. Esta medida puede ser parte de una estrategia más amplia de Egipto para crear un estado palestino unificado bajo el control de la Autoridad Palestina, que se opone cada vez más a las políticas islamistas.

Pero estos cambios en la actitud de Egipto hacia Gaza podrían tener consecuencias importantes para el futuro de la región. Las siguientes son algunas de las consecuencias más importantes:

1- Intensificación de las divisiones políticas palestinas: La formación de un comité tecnocrático para gobernar Gaza, especialmente si se excluye a Hamás, podría profundizar las divisiones existentes en la política interna palestina. Hamás puede considerar esta medida como un ataque a su legitimidad en Gaza, lo que podría aumentar las tensiones y los desacuerdos en Gaza y otras zonas palestinas.

2- Impacto humanitario: La situación humanitaria en Gaza podría empeorarse si continúa la inestabilidad política. La ausencia de un Estado palestino unificado y funcional podría impedir que se aborden las crisis sanitaria, educativa y económica en Gaza. La inestabilidad en Gaza, especialmente en el suministro de servicios básicos, causará más problemas a la población de esta región.

3- Aumento del extremismo y el terrorismo: Si la influencia de Hamás en Gaza disminuye, otros grupos extremistas como ISIS u otras organizaciones yihadistas pueden aprovecharse de este vacío de poder. Esto podría provocar la propagación de la violencia y una mayor inestabilidad en Gaza y las zonas circundantes.

4- Problemas en las relaciones entre Egipto y el régimen israelí: Cualquier intervención directa de Egipto en la gestión de Gaza puede complicar aún más las relaciones del país con el régimen israelí. Israel tiene serias preocupaciones por el regreso de las actividades militares en Gaza y las crecientes amenazas a la seguridad en sus fronteras. Egipto está tratando de garantizar que estos acontecimientos no se conviertan en un obstáculo para sus relaciones positivas y de seguridad con el régimen israelí.

5- Amenazas a la seguridad para Sinaí del Norte: Cualquier desplazamiento de población desde Gaza a Sinaí del Norte podría suponer graves riesgos de seguridad para la región. Actualmente, Sinaí del Norte enfrenta importantes problemas de seguridad, incluida actividad de milicias, y cualquier desplazamiento de población podría complicar aún más la situación.

Por lo tanto, no hay duda de que el enfoque de Egipto hacia Gaza ha experimentado cambios estratégicos importantes en los últimos años, cuyo objetivo es gestionar la crisis de Gaza sin asumir responsabilidades humanas y financieras directas. Al enfatizar la formación de un comité tecnocrático para gobernar temporalmente Gaza y rechazar los informes sobre el traslado de la población de Gaza a Sinaí del Norte, Egipto está tratando de desempeñar un papel clave en el futuro de la región, evitando al mismo tiempo los conflictos internos palestinos y la crisis humanitaria que enfrenta Gaza. Este nuevo enfoque de Egipto puede afectar directamente sus relaciones con los grupos palestinos, especialmente Hamás, y profundizar las divisiones existentes entre Hamás y la Autoridad Palestina. Egipto quiere crear un ambiente neutral para la reconstrucción de Gaza y evitar conflictos entre facciones excluyendo a los grupos palestinos de la gestión de Gaza y estableciendo un comité no partidista.

Sin embargo, este enfoque podría conducir a una mayor inestabilidad dentro de Gaza y exacerbar la crisis humanitaria. La negación de los informes sobre el traslado de la población de Gaza al Sinaí también indica claramente la preocupación de Egipto por las consecuencias humanitarias y de seguridad de tal acción, especialmente porque Egipto está preocupado por los efectos negativos sobre la situación de seguridad en Sinaí del Norte y sus relaciones con los países árabes. Estos cambios en la política egipcia también pueden afectar sus relaciones con el régimen israelí y países de la región como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, ya que pueden aumentar la influencia de los grupos de Resistencia en Gaza y complicar aún más las crisis de seguridad y política. En general, en cuanto a su enfoque de política exterior, Egipto siempre prefiere garantizar que su nueva política no cause más complicaciones en la esfera social y política interna de Palestina y que no tenga impactos negativos en la situación humanitaria en Gaza, y también trata de considerar los efectos de estas políticas en las relaciones regionales e internacionales. Pero el punto final es que, Egipto, como mediador, está tratando simultáneamente de considerar los intereses de seguridad del régimen israelí, la situación de los palestinos, y el mantenimiento de la estabilidad interna y regional.