Hamid Khosh Ayand, experto en cuestiones regionales
Un conjunto de factores regionales, internacionales y nacionales buscan imponer un nuevo marco político y geográfico en Siria, que podría dividir al país en unidades más pequeñas incluidos kurdos (noreste), drusos (sur), alauitas (costa mediterránea) y suníes (desde el norte hasta Damasco).
Los acontecimientos ocurridos en el país en los últimos meses, que han provocado la presencia de actores regionales e internacionales en Siria, son el factor más importante que ha puesto a Siria en riesgo de colapso de su integridad territorial.
Aunque Siria tiene una composición étnica y religiosa compleja y diversa (que incluye kurdos, cristianos, alauitas, yazidíes y drusos), sin la intervención de algunos actores regionales e internacionales, el colapso territorial del país no sería tan fácilmente posible.
El riesgo de desintegración de Siria está generalmente influenciado por dos categorías de factores impulsores internos y externos. Los gobernantes que buscan permanecer en el poder a cualquier precio están a la cabeza de los factores internos, ya que para estabilizar y consolidar su propia posición, no reaccionaron a la destrucción de la infraestructura militar del país por parte del régimen sionista y hoy, debido al miedo al conflicto con el régimen israelí, no muestran ninguna resistencia a su avance en territorio sirio.
A nivel regional, el régimen sionista desempeña el papel más importante y destacado al tratar de imponer una nueva situación política y geográfica en Siria, y lo persigue a la sombra del silencio de los gobernantes sirios y de algunos países de la región.
El nuevo enfoque del régimen sionista en Siria está mostrando sus verdaderas dimensiones. El régimen es plenamente consciente de la debilidad de la posición y el poder de los actuales dirigentes sirios. Mientras tanto, los gobernantes sirios hoy no tienen ningún poder para enfrentarse al régimen sionista. Por lo tanto, Israel ha aprovechado la situación frágil y debilitada de Siria para fortalecer sus logros y está tratando de balcanizar Siria.
Considerando la situación actual, el régimen sionista busca dividir Siria a través de varias tácticas, incluyendo expandir la profundidad y el alcance de su influencia, apoyar a los actores locales que están insatisfechos con el gobierno actual, apoyar los deseos separatistas en el este de Siria, fortalecer las relaciones con los líderes drusos en los territorios ocupados, especialmente el jeque Mowafaq Tarif, brindar apoyo político a los drusos, intentar desarmar las provincias de Daraa, As-Suwayda y Quneitra en el sur de Siria e impedir que el ejército y el gobierno sirios actuales entren en estas provincias, expandir las líneas defensivas y ofensivas en el interior de Siria y establecer importantes puntos y bases militares en áreas estratégicas (el ejército israelí ha establecido siete bases militares en una zona desmilitarizada en Siria a lo largo de la frontera con el Golán ocupado), y adoptar enfoques agresivos, incluyendo la amenaza de atacar a Golani, que podría ser la fuente del desarrollo del caos en Siria.
Esto ocurre mientras los funcionarios israelíes han incrementado sus actividades en las últimas semanas después de que Trump llegó al poder, y están buscando influir en las opiniones de la administración Trump para que Estados Unidos mantenga a Siria débil.
Siria se enfrenta a una situación muy compleja y el riesgo de desintegración del país es hoy más grave que nunca. Mientras tanto, para avanzar en el plan de dividir Siria y ejercer control sobre ciertas áreas de la misma, Tel Aviv ha creado silenciosamente una zona de seguridad dentro del territorio sirio y ha confirmado que su presencia en Siria no será temporal.
Todo esto es una alarma para que los países de la región, incluidos los países árabes e islámicos, adopten mecanismos para oponerse a las acciones del régimen sionista en Siria; En particular, los países que facilitaron la presencia y la influencia del régimen sionista en Siria mediante estimaciones erróneas, hoy se enfrentan a una prueba importante. De lo contrario, la región y los países que rodean a Siria enfrentarán consecuencias adversas en materia de seguridad, una escalada de la tensión y el riesgo del separatismo.
La experiencia ha demostrado que el fortalecimiento del régimen sionista en la región, por cualquier motivo, socava la estabilidad y la seguridad. Además, amenaza la seguridad nacional y la integridad territorial de otros países. Mientras tanto, el pueblo sirio, especialmente la juventud y las élites del país, tienen una importante responsabilidad y no tienen otra opción que resistir y enfrentar la ocupación del régimen y sus planes separatistas en su país.
En resumen, el plan de dividir los países de la región y convertirlos en unidades más pequeñas es una de las viejas políticas del régimen sionista, que persigue con el apoyo y la cooperación de Estados Unidos, y no se limita a Siria. Si este plan se implementa con éxito en Siria, el régimen lo aplicará en otros países árabes e islámicos, incluidos Líbano, Jordania, Egipto e incluso Arabia Saudí.
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