En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Hamidreza Gholamzadeh afirmó: “Una cuestión de corto plazo en la que hace años que los europeos están involucrados junto con Estados Unidos, y que es su prioridad y quizás es el desafío más importante entre Europa y Estados Unidos de Trump, es la guerra en Ucrania. El gobierno de Trump no está dispuesto a gastar más en esta guerra y no quiere seguir apoyando a Ucrania. Por eso Trump ha afirmado en repetidas ocasiones que los propios europeos deben pagar los costes y, que él quiere que esta guerra termine lo antes posible. Pero el problema es que poner fin a la guerra en este momento no es una victoria desde la perspectiva europea, y este es uno de los temas importantes en disputa entre ambas partes”.
Continuó: “El segundo desafío para Europa y Trump, como en su administración anterior, es el tema de los costos de la OTAN, según el cual los europeos deben pagar más para mantener la OTAN en Europa. De esta manera, quizás las partes puedan llegar a un acuerdo sobre este asunto, como lo hicieron durante el mandato anterior de Trump”.
Este experto en temas europeos y estadounidenses continuó: “Otros temas desafiantes incluyen cuestiones como los enfoques climáticos y la cooperación internacional, en los que Trump no está muy alineado con Europa y prefiere medidas unilaterales, y es natural que en estas cuestiones, el papel y la cooperación con los europeos se vean afectados y haya serias diferencias de opinión”.
Gholamzadeh enfatizó: “Para que Europa mantenga su identidad, debe mantener una política de multilateralismo en temas generales, porque su credibilidad proviene del seguimiento de esta política. Pero hay un punto estratégico entre bastidores en la visión de Europa sobre la administración Trump, lo que en el mandato anterior también era tangible y se volvió serio e incluso durante la era Biden hubo discusiones al respecto, y esa es la sensación de Europa de que se ha quedado atrás con respecto a Estados Unidos”.
Continuó: “Europa cree que se ha quedado atrás respecto a Estados Unidos en algunas áreas, incluidas la militar, la política internacional y las tecnologías avanzadas, y esto es motivo de preocupación para ellos. Ellos se sienten seriamente débiles en la esfera militar, ya que carecen de poder e independencia para actuar en comparación con Estados Unidos. Políticamente y a nivel internacional, no juegan un papel serio en los casos internacionales, excepto en el Líbano, donde Francia ha intervenido, y en menor medida en la cuestión siria. Incluso en la cuestión ucraniana no pueden hacer nada especial. Los europeos también se sienten muy atrasados en lo que se refiere a la tecnología y la nanotecnología, y este sentimiento se ha vuelto aún más destacado ahora; Porque en la cuestión de la tecnología, los europeos están atrapados entre China y Estados Unidos, y para sobrevivir en este ámbito, se ven obligados a ponerse del lado de uno de los dos bandos, ya que en este ámbito son más consumidores. Por lo tanto, la idea de formar un ejército europeo y desempeñar un papel más importante en la política exterior y el desarrollo tecnológico se ha perseguido durante varios años, pero lograrlo llevará tiempo”.
Respecto a cómo afrontará Europa estos retos, este experto en temas europeos y estadounidenses afirmó: “La primera opción es ceder a las exigencias de Trump, por ejemplo en la cuestión de Ucrania, la OTAN y las áreas de tecnología, el desarrollo y el multilateralismo. La segunda opción es contrarrestar la política de monopolio de Trump”.
Continuó: “Durante el primer mandato de Trump, algunos países intentaron ponerse del lado de Trump para satisfacerle, pero ahora, incidentes como Groenlandia, Canadá, el canal de Panamá, etc. y las palabras que Trump utiliza en sus discursos les han preocupado. Esto crea una gran preocupación de que quizá en el futuro Trump utilice la misma posición dominante contra ellos. El ex primer ministro australiano escribió un artículo antes de las elecciones estadounidenses y recientemente en una entrevista ha dicho que la forma de interactuar con Trump no es adularlo, acompañarlo o hacerle caso. Él debe darse cuenta de que, en el marco de la segunda opción, tenemos autoridad y somos firmes; En este caso nos respetará y se retractará de sus palabras. De hecho, en este artículo se advierte a los europeos y al mundo entero que si permanecen en silencio ante Trump, habrá graves consecuencias para ellos”.
Gholamzadeh dijo: “Por otro lado, la tendencia hacia la extrema derecha también ha aumentado en Europa y probablemente aumentará aún más, y el resultado es que llegarán al poder gobiernos más conservadores que no apoyarán mucho el multilateralismo, por lo tanto, la situación para Europa en el futuro no será tan fácil”.
Respecto al impacto del debilitamiento del multilateralismo en el mundo, dijo que esto no es bueno porque reduce el papel de los organismos internacionales y los enfoques racionales y agregó: “Los enfoques totalitarios, como los que Trump aborda sobre el canal de Panamá, Groenlandia y Canadá, aumentan la tensión y esto podría suponer una amenaza importante. Por otra parte, ha habido muchos casos en los que la cooperación entre Europa y Estados Unidos en los foros internacionales ha resultado en un avance favorable para ambos. Naturalmente, con las actuales políticas de Trump, el número de esos casos se reducirá. Si surgen cuestiones como la Tormenta de Al-Aqsa y la condena del régimen sionista, y si no les preocupa a los europeos la presión del lobby sionista, la independencia de Europa puede ayudarlos a tomar las decisiones correctas y no participar en el juego de Trump y Estados Unidos”.
Este experto en asuntos europeos señaló: “Lo importante sobre Trump hoy es su retirada táctica; No es que sea pacifista, introvertido, aislado, y tienda a seguir la Doctrina Monroe, sino que de hecho, Trump se retracta táctica y temporalmente de algunas de sus declaraciones en su nuevo mandato para fortalecer a Estados Unidos desde dentro y lanzar ataques más serios en el futuro cercano, similares al plan de anexar Canadá a Estados Unidos. Por ello, los europeos se sienten extremadamente amenazados, y quizá sería mejor que se sumaran a la comunidad internacional para que esta ambición estadounidense no salga como quiere Trump”.
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