Dr. Kamran Karami, investigador del Centro de Estudios de Asia Occidental
La segunda reunión del comité tripartito conjunto de la República Islámica de Irán, Arabia Saudí y China se celebró en Riad el 19 de noviembre de 2024 con el fin de dar seguimiento al Acuerdo de Pekín. Esta reunión estuvo presidida por el Sr. Waleed Abdulkarim El Khereiji, viceministro de Relaciones Exteriores del Reino de Arabia Saudí y con la participación de la delegación de la República Islámica de Irán encabezada por el Sr. Majid Takht-Ravanchi, viceministro del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán y la delegación china encabezada por el Sr. Deng Li, viceministro del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China.
La primera ronda de esta reunión se celebró en Pekín el año pasado y la siguiente ronda se celebrará en Teherán el año próximo. Esto muestra que las dos partes han hecho hincapié en una hoja de ruta de relaciones y están tratando de cooperar económicamente a través de entendimientos políticos y fomento de la confianza a nivel de seguridad. En el comunicado emitido tras esta reunión, Teherán y Riad recibieron con agrado el continuo progreso en las relaciones bilaterales y anunciaron su apoyo a una solución política integral en Yemen de acuerdo con principios internacionalmente reconocidos.
Enfatizar en la cuestión de Yemen en esta declaración muestra la importancia de este tema en la perspectiva de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí. La no participación de Riad en la coalición militar estadounidense contra Ansarolá en los meses posteriores al 7 de octubre de 2023 muestra el deseo de Arabia Saudí de encontrar una solución política y evitar que la guerra contra Yemen se reavive en sus fronteras meridionales.
Además, el énfasis del príncipe heredero de Arabia Saudí en aprender de las experiencias históricas, y al mismo tiempo el énfasis del primer vicepresidente de Irán en no dar marcha atrás en las relaciones bilaterales, indica el cambio de prioridades a nivel interno y regional de estos dos actores, lo que ha hecho que gestionar las tensiones en el ambiente del regreso de Trump sea una necesidad.
Para Riad, una inversión tan grande en las relaciones diplomáticas, especialmente con Irán, refleja el enfoque del país en el crecimiento económico en lugar de la confrontación política y es un énfasis en la reducción de riesgos, ya que las amenazas regionales pueden poner en peligro los grandes proyectos de la “Saudi Vision 2030”, que necesita un entorno político estable. Esta interacción diplomática regional de alto nivel después de la guerra de Gaza demuestra que la reconciliación entre Irán y Arabia Saudí ha tenido éxito en su primera gran prueba después de la normalización de las relaciones.
Otro cambio importante en el enfoque de Arabia Saudí es el de evitar tener una política exterior cambiante como la de Estados Unidos en Asia Occidental. De hecho, los ataques contra las instalaciones de Aramco en 2019, llevaron al reino saudí a evaluar sus componentes de seguridad y reconsiderar sus dependencias en materia de seguridad. La independencia en materia de seguridad, la diversificación de socios y la resolución de problemas con los competidores son tres niveles que se ubican en la perspectiva de seguridad saudí.
El hecho es que Arabia Saudí y otros estados árabes del Golfo Pérsico no quieren volver al tenso período de 2017-2019, porque este enfoque no incluía sus intereses. Incluso se puede esperar que el cambio de las prioridades de Arabia Saudí lleve a este actor a aprovechar su relación personal con Trump para gestionar conflictos y crear un entorno político relativamente estable.
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