En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, destacando que la principal causa de tensión entre estos dos países está relacionada con las posiciones de sus autoridades respecto a la guerra de Gaza, la política interna de Turquía, la situación del Partido de la Justicia y el Desarrollo y los acontecimientos en la región, Rahman Ghahremanpour dijo: “Después de las recientes elecciones locales en Turquía, quedó claro que la popularidad del Partido de la Justicia y el Desarrollo ha disminuido entre los grupos conservadores y religiosos, quienes desempeñaron un papel importante en las victorias de este partido”.
Continuó: “Por otro lado, el partido Saadet (Felicidad), que es uno de los partidos islamistas, logró obtener una cantidad significativa de votos en las elecciones municipales, mientras que la mayoría de sus votos provinieron del Partido de la Justicia y el Desarrollo. Una de las razones del éxito del partido Saadet fueron sus posiciones sobre Palestina y las cuestiones del mundo islámico, por lo que los estrategas del Partido de la Justicia y el Desarrollo llegaron a la conclusión de que desde el punto de vista de una parte de la clase religiosa y conservadora, su partido ya no puede ser considerado un partido islamista como en el pasado. Como resultado, hubo esfuerzos en este partido para mostrarse como un partido islamista; A partir de ese momento, las declaraciones y políticas islamistas se intensificaron en el Partido de la Justicia y el Desarrollo y en el propio Erdoğan”.
Este experto en cuestiones internacionales afirmó: “Desde el pasado hasta ahora, la cuestión de Palestina ha sido una cuestión importante en Turquía. Además, después del incidente del barco Marmara, en el que varios activistas turcos fallecieron, Erdoğan llegó a la conclusión de que la cuestión de Palestina puede incluir una cantidad significativa de votos para él en las elecciones, y esta es la razón principal que debe tenerse en cuenta para comprender el comportamiento de Turquía hacia la cuestión de Palestina. Además, hemos visto que Turquía está tratando de mejorar sus relaciones con Siria, porque la cuestión siria también es muy importante en Turquía, y las críticas a la actuación del gobierno en relación con los refugiados sirios son significativas”.
Ghahremanpour dijo: “El segundo factor decisivo en el reciente comportamiento de Turquía hacia el régimen israelí son los acontecimientos de la región. La impresión de Turquía es que Estados Unidos ha decidido reducir o redefinir su presencia en la región, y esta es una buena oportunidad para que este país aumente su presencia e influencia en Asia Occidental. Después de la Primavera Árabe, Turquía utilizó herramientas y tácticas militares en su política exterior. La presencia militar de Turquía en Libia y el norte de Siria fue una oportunidad excelente para incrementar su intervención militar en el extranjero. Además, apoyando a algunos grupos rebeldes y salafistas, Turquía estableció su posición en Siria. El grupo Sadat, cuyo jefe es uno de los antiguos militares islamistas en Turquía, representó a las fuerzas turcas en Siria. Este grupo, que mantiene estrechas relaciones con Erdoğan, es similar al grupo Wagner en Rusia y jugó un papel importante en la guerra del Cáucaso y en Libia para enfrentar a Jalifa Hafter”.
Continuó: “Turquía siente que Occidente no presta la atención necesaria a este país, porque parece que Estados Unidos ya no tiene intereses estratégicos en Asia Occidental y la región del Cáucaso, y sus ojos están puestos en Asia Pacífico para invertir en esta región. De hecho, Occidente ya no reconoce el papel que desempeñaba Turquía como socio estratégico de Estados Unidos en la región y, de alguna manera, ya no necesita a este país. En este sentido, aunque somos testigos de continuas crisis en Levante mediterráneo, Estados Unidos ya no hará concesiones a Turquía como en el pasado”.
Este experto en cuestiones internacionales dijo: “Teniendo en cuenta estas condiciones, Turquía cree que puede jugar un papel más destacado en la región y avanzar hacia una independencia estratégica de Occidente. Sin embargo, Estados Unidos no quiere permanecer indiferente ante las ambiciones regionales de Turquía. Además, Turquía siente que puede tener peso en la cuestión de Gaza, que tiene dimensiones internacionales, por lo que el ministro de Asuntos Exteriores turco, el jefe del servicio de inteligencia y el vicepresidente de Erdoğan asistieron al funeral de Ismail Haniya en Qatar para transmitir este mensaje de que Turquía es un actor importante en la cuestión palestina”.
Ghahremanpour consideró la escalada de tensiones verbales entre funcionarios del régimen israelí y de Turquía en las últimas semanas como resultado de la desconfianza mutua de las partes y dijo: “Ha habido un profundo pesimismo en las relaciones bilaterales desde que Erdoğan llegó al poder. Y este pesimismo se intensificó en 2010 con el incidente del barco Marmara. Por otra parte, a pesar del intercambio de embajadores, las dos partes todavía tienen serias dudas sobre las intenciones de la otra, y en ocasiones, esta situación conduce a tensiones verbales y al intercambio de palabras no diplomáticas. Por ejemplo cuando la bandera turca estaba a media asta en la embajada de este país en los territorios ocupados en señal de luto por Ismail Haniya, los israelíes llamaron a su embajador, lo que demuestra que no existe una confianza total entre ambas partes”.
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