Peyman Hassani, investigador de derecho internacional
Ucrania se ha enfrentado a serios desafíos en términos de suministro de armas y municiones y reclutamiento de tropas. Esta situación, junto con los recientes avances tácticos de Rusia, ha llevado a Occidente a realizar un cambio serio en el tipo y cantidad de su apoyo a Ucrania. Recientemente, el presidente francés enfatizó: “Si esta situación continúa, los miembros de la OTAN no deberían ignorar la posibilidad de enviar tropas a luchar contra Rusia en Ucrania”.
Desde el punto de vista de los países occidentales, si Ucrania no puede detener a Rusia, la segunda opción óptima es la guerra con Rusia en suelo ucraniano. Aunque esta opción tiene consecuencias graves e incluso conduce a la expansión de la guerra, Occidente la considera mejor que la victoria de Rusia en la guerra e incluso mejor que una guerra con Rusia en el territorio de los países miembros de la OTAN en Europa. Dado que Rusia no puede ni quiere renunciar a sus objetivos bélicos, y que Occidente y Europa probablemente cambiarán la forma de su apoyo a Ucrania, la motivación de Rusia para la guerra aumentará. Por ejemplo, la realización de un ejercicio nuclear por parte de Rusia es una advertencia a los países occidentales de que Moscú está dispuesto a aumentar la tensión.
En los últimos meses, Ucrania y algunos países occidentales, como Alemania, Inglaterra, Holanda, Dinamarca, etc., han firmado acuerdos de seguridad. Parece que la firma de tales acuerdos después de que Ucrania no pudo ser miembro de la OTAN, se produce para demostrar el apoyo a largo plazo de los países occidentales a Kiev. Por parte de Rusia, la firma de un acuerdo de seguridad entre Ucrania y Estados Unidos se interpreta como un intento de Occidente de continuar la guerra.
En marzo de este año, la UE aprobó la asignación de 50 mil millones de euros en ayuda financiera a Kiev para 2027. Junto con la asignación del paquete de apoyo, Europa también acordó pagar a Ucrania los ingresos de los activos rusos congelados en Europa. A finales de marzo Estados Unidos también aprobó un paquete de ayuda de 60 mil millones de dólares para ayudar a Ucrania. Incluso el secretario de Estado de Estados Unidos afirmó que Estados Unidos planea utilizar los activos congelados de Moscú para reconstruir Ucrania. Estos acontecimientos muestran la seria determinación de Occidente de enfrentarse plenamente a Rusia.
Además de la ayuda financiera y política, Occidente ha proporcionado a Ucrania nuevas armas que pueden influir en el destino de la guerra. Anteriormente, la ayuda armamentista occidental era tal que permitía a Ucrania defenderse en su propio suelo. Pero las nuevas armas ofrecen incluso la posibilidad de atacar objetivos rusos en el propio territorio de Rusia. Considerando estas ayudas, existe la posibilidad de que Ucrania diseñe e implemente un nuevo contraataque contra Rusia con el objetivo de recuperar los territorios que ha perdido.
Después del fracaso de Ucrania en el contraataque contra Rusia el verano pasado, Rusia intensificó sus ataques en algunas zonas e incluso se apoderó de nuevos territorios. Los rusos anunciaron que con la captura de estas áreas (especialmente Járkov), buscan crear una zona de amortiguación en la frontera con Ucrania para evitar ataques ucranianos en territorio ruso, especialmente en Bólgorod.
La aprobación de nuevos paquetes de apoyo a Ucrania, la entrega de nuevas armas a este país y las posiciones de algunos funcionarios occidentales sobre la posibilidad de enviar tropas a Ucrania, provocaron que en respuesta a estas nuevas amenazas, el Ministerio de Defensa ruso realizara un ejercicio militar con armas nucleares tácticas. El objetivo de este ejercicio fue simular el uso de estas armas en el campo de batalla. En cualquier caso, este evento puede considerarse un paso nuevo e incluso importante para elevar la tensión y aumentar la posibilidad de un conflicto entre Rusia y los países occidentales que apoyan a Ucrania.
Parece que la opción favorable y de bajo costo para Occidente es la continuación de esta guerra de desgaste y el debilitamiento de las capacidades bélicas de Rusia. Sin embargo, si los paquetes de apoyo y las nuevas armas que se proporcionan a Ucrania no pueden satisfacer adecuadamente los deseos de los países occidentales, también existe la posibilidad de su entrada directa en la guerra. Los europeos interpretan el fracaso estratégico de Ucrania frente a Rusia como una amenaza vital para sí mismos. Además, parece que antes de entrar directamente en la guerra, Occidente permitirá que Ucrania utilice las nuevas armas para atacar objetivos rusos en suelo ruso. Los futuros acontecimientos del campo de batalla en Járkov y la región de Bólgorod tendrán un gran impacto en la decisión de Occidente de participar directamente en la guerra.
Cualquier acción de Occidente para debilitar a Rusia ha recibido fuertes reacciones de este país. Como Rusia no tiene la capacidad ni la posibilidad de enfrentarse a Occidente en una guerra convencional, el ejercicio nuclear de este país debe interpretarse como una seria advertencia a Occidente. Parece que Rusia pretende llevar a cabo este tipo de acciones para transmitir el mensaje a Occidente de que cualquier decisión de aumentar el nivel de tensiones recibirá una respuesta seria e incluso poco convencional por parte de Rusia. El aumento de la tensión nuclear entre Rusia y Occidente es una opción importante que ahora tiene Rusia para informar a Occidente de las terribles consecuencias de sus decisiones. Por lo tanto, la disuasión nuclear es la opción más importante para crear equilibrio entre Rusia Occidente.
Por último, hay que decir que si la situación continúa así, no solo no habrá esperanzas de paz y de fin de la guerra en Ucrania, sino que básicamente desaparecerá cualquier posibilidad de reconciliación entre las partes. Además, es poco probable que Ucrania acepte conversaciones de paz sin recuperar los territorios ocupados por Rusia. Por tanto, entre la continuación de la guerra de desgaste y el escenario de una guerra directa, cabe decir que la opción menos costosa es la continuación de esta guerra de desgaste y el debilitamiento de las capacidades bélicas de Rusia. Sin embargo, no hay que olvidar que los acontecimientos en el campo de batalla, especialmente en las regiones de Járkov y Bólgorod, también pueden reforzar el escenario de conflicto directo.
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