En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, enfatizando que todos los países priorizan sus intereses en su política exterior y Turquía no es una excepción, Jafar Haghpanah afirmó: “La política exterior de Turquía se basa en el comercio y está entrelazada con la economía, así que el papel del sector privado es muy importante. Dado que diferentes movimientos políticos dentro de Turquía se benefician de esto, quieren tener mercados en el extranjero, lo que ha hecho que el aparato de política exterior turca busque facilitar este proceso”.
Continuó: “En términos de seguridad, Turquía se ha sumado a mecanismos internacionales como la OTAN, que es como un fuerte escudo de defensa para este país, y debido a este apoyo, Ankara ha adoptado una política exterior progresista y audaz. En Turquía, después de cien años de esfuerzos, se ha formado una cultura estratégica que ha conducido a la interacción de poder entre fuerzas sociales en conflicto; En este sentido, las corrientes izquierdistas e islamistas alcanzaron un equilibrio, de manera que ninguna de ellas puede ser eliminada, e influyen al mismo tiempo en las ecuaciones de poder”.
Haghpanah dijo: “La membresía en la OTAN, el papel del sector privado especialmente en Asia Occidental, y la interacción de partidos y grupos políticos e ideológicos han contribuido en gran medida a la política exterior de Turquía. Por tanto, la política exterior de este país no es solo un componente con características externas, sino que se origina significativamente en cuestiones internas. La reconciliación de Turquía con sus países vecinos, que se basa en enfoques neo-otomanos, no contradice el hecho de que Turquía sea miembro de la OTAN y aliado de Estados Unidos”.
Este profesor universitario dijo: “En la política exterior de Turquía, somos testigos de la diversificación de las interacciones con diferentes países y regiones, incluidos Rusia, China, y los países árabes y asiáticos, y al mismo tiempo, este país tiene profundos vínculos con Estados Unidos, Europa, y países del norte de África”.
Al afirmar que en los últimos años, Asia Occidental se ha vuelto más importante a los ojos del Partido de la Justicia y el Desarrollo, Haghpanah dijo: “A partir de 2010, la mayoría de las acciones y políticas de Turquía fueron pasivas y estuvieron influenciadas por cuestiones como la retirada de Estados Unidos de Irak. Después de eso y con el surgimiento de ISIS, actores como Irán tuvieron la superioridad en la región. Además, la aparición de la Primavera Árabe en Egipto y luego en Bahréin, Libia, Túnez, etc., llevaron a Turquía a una atmósfera de intervención, que se debía más a aspectos de seguridad. Hasta la derrota de ISIS, Turquía siguió este procedimiento, pero después de 2020 volvió a los acuerdos anteriores y aumentó su cooperación con los países vecinos y trató de organizar su propia crisis de seguridad política y establecer una economía dinámica. Hoy, Turquía ha reducido su competencia y diferencias con los países de la región y el mundo. Por lo tanto, somos testigos de las visitas de funcionarios emiratíes, saudíes y egipcios a Ankara, lo cual es notable”.
Respecto a las recientes reuniones entre funcionarios turcos y saudíes, enfatizó: “Hay una mezcla de competencia y cooperación entre Turquía y Arabia Saudí, y esto también es válido para las relaciones de Turquía con otras potencias regionales como Egipto e Irán. Entre los únicos aliados regionales serios de Turquía, podemos mencionar a Qatar entre los países árabes, Azerbaiyán en la región del Cáucaso y también Pakistán”.
En cuanto a la interacción de Turquía con Arabia Saudí con respecto a la cuestión palestina y la guerra de Gaza, dijo: “Aunque Arabia Saudí tiene una buena relación con Hamás, todavía tiene serias diferencias con el régimen israelí. En esta situación, el mediador es un país cercano a ambos bandos del conflicto. Quizás Turquía sea mejor que Arabia Saudí a la hora de mediar en la cuestión de Gaza, porque tiene una relación y una amistad tanto con Estados Unidos como con el régimen israelí, e históricamente, la cuestión palestina está ligada al legado otomano. Turquía posee al mismo tiempo tendencias seculares, occidentales e islámicas y esta característica puede ser importante en su papel en la cuestión de Gaza”.
Al final este profesor universitario afirmó: “Turquía siempre ha tratado de desempeñar el papel de mediador en la región y en importantes cuestiones regionales, e incluso en el tema de las negociaciones nucleares de Irán y en el conflicto entre los países árabes de la región con el régimen de Israel, los kurdos e Irak, ha mostrado este deseo. Por lo tanto, además de que la cercanía con Arabia Saudí está justificada para Turquía en el marco de su política exterior, esta cuestión también es comprensible desde el punto de vista regional”.
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