En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, el Dr. Ahmad Kazemi destacó que el previsible ataque del 19 de septiembre de 2023 de Bakú a Karabaj no solo no es el fin de la crisis, sino que es el comienzo de nuevas crisis en el Cáucaso diseñadas por actores intervencionistas y dijo: “El proceso de rendición de Karabaj comenzó en 2018 con la Revolución de Terciopelo estadounidense en Armenia, y continuó con la reducción de la resistencia de los armenios de Karabaj y la eliminación de figuras políticas y militares destacadas del país. La guerra de 2020 fue otro factor influyente en este proceso que finalmente llegó al énfasis de Pashinián en la pertenencia de Karabaj a Bakú en Praga en octubre de 2022”.

Este experto dijo que desde el punto de vista de Rusia, Pashinián en Armenia está siguiendo el camino de Zelenski en Ucrania, y continuó: “Por supuesto, los numerosos errores de Moscú en el Cáucaso, que comenzaron hace una década y se intensificaron en los últimos tres años, proporcionaron la justificación necesaria para el comportamiento del gobierno de Ereván. La respuesta de Moscú al cambio en las posiciones de Armenia, especialmente después de la guerra de Ucrania, ha sido emocional, unilateral, desequilibrada, vengativa y carente de componentes estratégicos”.

Kazemi señaló: “Por un lado, estos comportamientos incorrectos han fortalecido la unión destructiva de Bakú-Ankara en nombre de la OTAN en el Cáucaso, y por otro lado, han cambiado la imagen de Rusia en la opinión pública armenia. Ahora un país que era su aliado les parece un país traidor. Según las perspectivas de Bakú y Tiflis, si este proceso continúa, parece que veremos el grave debilitamiento de Rusia en el Cáucaso como en los Balcanes”.

Al enfatizar que los armenios de Nagorno Karabaj son víctimas del enfoque de Pashinián y de los errores de Rusia, y que la mayoría de los países occidentales, a cambio de recibir petróleo y gas de Bakú, han renunciado a los derechos históricos y seguridad de Armenia, este experto en cuestiones del Cáucaso explicó que la llamada telefónica de Blinken a Pashinián y su preocupación por los derechos y la seguridad de los armenios de Karabaj y su énfasis en el apoyo a la soberanía e integridad territorial de Armenia, se deben a la preocupación de Washington por la alta posibilidad de desplazamientos forzados y limpieza étnica en Karabaj por parte de la República de Azerbaiyán.

Kazemi afirmó que Estados Unidos es muy consciente de los enfoques del gobierno de Bakú contra los armenios y otras minorías étnicas y sabe que existe la posibilidad de un desastre humanitario en Karabaj y enfatizó: “Esta postura estadounidense tiene una dimensión más propagandística. En los últimos nueve meses, cuando el corredor de Lachín ha estado bloqueado, el gobierno de Biden no ha tomado ninguna medida seria para cambiar el comportamiento de Azerbaiyán. Esta reciente postura se adoptó con el objetivo de demostrar que los demócratas apoyan los derechos humanos”.

Recordando que el lobby armenio tiene más de 130 miembros en el Congreso de los Estados Unidos, y que una de las razones de estas posturas de la Casa Blanca es la necesidad de los demócratas de contar con sus votos en las próximas elecciones, dijo: “Por primera vez desde el colapso de la Unión Soviética, se ha creado una fuerte atmósfera antirrusa en Armenia. Estados Unidos trata de presentar a Moscú como la causa de la situación actual, y demostrar que Rusia es un país pasivo y sin ningún beneficio en la región, y así fortalecer su presencia en Armenia”.

Este experto en derecho internacional enfatizó que como el régimen sionista, el Reino Unido, Bakú y Ankara, Estados Unidos también está de acuerdo con el del Corredor de Zangezur, y agregó: “Estas posturas pretenden desviar la opinión pública de la región, especialmente de Armenia, de los verdaderos enfoques de la Casa Blanca en el Cáucaso. Un enfoque en el que Estados Unidos prefiere el petróleo y el gas de Bakú a los derechos y la seguridad de los armenios y, en la práctica, apoya a la República de Azerbaiyán. Por eso, en las dos últimas reuniones del Consejo de Seguridad, este país se limitó a expresar preocupaciones, mientras que tiene todos los medios de presión e influencia sobre el gobierno de Aliyev.

Kazemi afirmó que debido al temor a la posible caída del gobierno de Pashinián, Ankara y Bakú acordaron que la tercera guerra de Karabaj no debería continuar más de un día y agregó: “Con el bloqueo del corredor de Lachín desde hace 9 meses y la rendición de Karabaj, el acuerdo de alto el fuego en el Alto Karabaj de 2020 de Moscú prácticamente se ha derrumbado. La posible caída del gobierno de Pashinián puede ser el fin de todos los acuerdos abiertos y ocultos de las partes. Bakú y Ankara que estaban interesados en que Pashinián ganara las elecciones parlamentarias anticipadas de junio de 2022, ahora también quieren evitar su caída”.

Afirmó que el objetivo de Bakú es el desplazamiento forzado y la limpieza étnica completa de los armenios de Karabaj y dijo: “Parece que Turquía y la República de Azerbaiyán están siguiendo el asentamiento de takfiríes, no chiíes, turcomanos afiliados a Ankara y sionistas en las zonas evacuadas de Karabaj, en el marco de la estrategia neo-otomana de cambios demográficos en la región. Este es un plan que Ankara implementó anteriormente en partes del norte de Siria y Kirkuk de Irak”.

El autor del libro “Seguridad en el Cáucaso Meridional” afirmó que la experiencia de la guerra de 2020 demostró que el plan del régimen sionista para dominar la región se lleva a cabo a gran escala con el pretexto de la liberación de tierras, y señaló el volumen de compras de armas de Azerbaiyán al régimen israelí y explicó: “En la tercera guerra de Karabaj, la mayoría de las armas fueron proporcionadas por el régimen sionista. Este régimen en decadencia sigue la estrategia de convertir a la República de Azerbaiyán en una base regional del sionismo y no le preocupa la integridad territorial de la República de Azerbaiyán y de los musulmanes de este país”.

Kazemi afirmó que con la formación de un falso poder entre los estadistas de Bakú después de la tercera guerra de Karabaj, el anti chiismo se intensificará, y agregó: “Después de la rendición de Nagorno Karabaj, los diseñadores del Corredor de Zangezur esperan que, al conceder algunos incentivos económicos y reemplazando la infraestructura energética azerí por infraestructura rusa en Armenia, persuadan a Pashinián para que acepte la presencia de observadores europeos en lugar de observadores rusos”.

Este experto en cuestiones del Cáucaso continuó: “La resistencia de Pashinián al establecimiento de un corredor extraterritorial durante más de dos años demuestra que él sabe muy bien que incluso si el corredor está bajo el dominio de Ereván, su formación en el futuro intensificará las aspiraciones territoriales de Bakú a Syunik’, afirmando que es su derecho de usufructo y fracasará la idea de establecer la integridad territorial de Armenia con 29.8 mil kilómetros cuadrados”.

Según este experto, considerando la situación en la región tras la rendición de Nagorno Karabaj, la posible retirada de Pashinián será un duro golpe para su gobierno.

Kazemi enfatizó que desde el punto de vista histórico, considerando las amenazas geopolíticas, se debe señalar cuidadosamente que la naturaleza de esta intriga geopolítica es la naturaleza de acontecimientos históricos como la separación de Baréin de Irán, y agregó: “Según las consultas del régimen de Tel Aviv y Londres, el plan militar de Bakú y Ankara para realizar el Corredor de Zangezur probablemente provenga del distrito Jermuk de la provincia Vayots’ Dzor, en el norte de la provincia de Syunik’, así como Najicheván, donde Erdoğan visitó el 25 de agosto, lo que sería inaceptable”.