En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Saber Gol Anbari señaló: “Desde hace aproximadamente una década, con el ascenso al poder de Mohamed bin Salmán, se intensificó la rivalidad entre los príncipes en algunos países árabes de la región. Una competencia cuya intensidad aumentó paulatinamente en los últimos años. La crisis con Qatar y su asedio de tres años fue el resultado de esta competencia, que adquirió el aspecto de enemistad personal entre los príncipes”.
Recordando que durante la era de Sheikh Hamad y su hijo Sheikh Tamim, Qatar se convirtió en una potencia económica y mediática y un actor político importante en la región y ganó una influencia cada vez mayor en los centros de poder globales, explicó: “Esta situación de Qatar fue muy desagradable para Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí”.
Este experto en asuntos internacionales afirmó que la reunión de reconciliación de Al-Ula entre Qatar y Arabia Saudí en enero de 2021, de alguna manera creó tensión entre bin Salmán y bin Zayed, y continuó: “A pesar de que Emiratos Árabes Unidos, no estaba interesado en esta reconciliación, Bin Salmán adoptó esta política como una forma de evitar las consecuencias globales del asesinato de Jamal Khashoggi. Por supuesto, hubo otras razones y motivaciones también”.
Gol Anbari señaló que la tensión entre Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí ha aumentado en los últimos dos años bajo la influencia de una serie de factores como las discrepancias en el caso de Yemen, la competencia macroeconómica entre las dos partes y los ambiciosos planes de Bin Salmán, algunos de los cuales en realidad amenazan la posición de Emiratos Árabes Unidos como centro del comercio en la región, y agregó: “Junto con la intensificación de la competencia y la tensión, los campos de cooperación también disminuyeron en cierta medida. En la última década, los acontecimientos de la Primavera Árabe y la preocupación de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí al respecto y su enemistad con estas revoluciones y su enemistad con Qatar llevaron a una amplia cooperación entre Riad y Abu Dabi para protegerse de estas amenazas comunes, lo que casi desapareció con la caída de las revoluciones árabes y otros movimientos políticos islámicos”.
Dijo: “En el contexto de esta tensa competencia, también somos testigos de una especie de competencia diplomática entre los dos países, que tiene diferentes dimensiones y formas, desde la celebración de reuniones bilaterales y multilaterales con diferentes países y organizaciones regionales e internacionales hasta mediar y desempeñar un papel en importantes casos regionales e internacionales, incluido el caso de la guerra de Ucrania”.
Este analista de temas internacionales enfatizó que la competencia no es el único componente efectivo en la formulación de políticas en estos países, y explicó: “Estos países avanzan en sus planes y políticas macro en diversos campos de acuerdo con sus capacidades y oportunidades, y la competencia ha sido y es solo uno de los factores. No se debe olvidar que el desarrollo económico y el creciente papel del triángulo formado por Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos en los asuntos extranjeros, son en cierto modo el resultado de estas competencias, que a veces han adquirido formas tensas”.
Gol Anbari nombró a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí como dos países que se beneficiaron más de esta situación internacional después del inicio de la guerra de Ucrania y dijo: “Aparte de las grandes ganancias de estos países debido al aumento de los precios mundiales del petróleo en los últimos dos años, Emiratos Árabes Unidos es el que más se ha beneficiado económicamente de esta guerra. Por un lado, no se ha unido a las sanciones occidentales contra Rusia y, por otro, se ha convertido en el destino de millonarios, capitalistas y empresarios rusos, que han transferido la mayor parte de sus negocios a Emiratos Árabes Unidos. En este contexto, Arabia Saudí no se ha beneficiado tanto como Emiratos Árabes Unidos”.
Este analista afirmó que esta guerra se ha convertido en un escenario competitivo entre Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para presentar sus capacidades blandas y fortalecerlas, y aclaró: “En septiembre pasado, al recibir delegaciones de Ucrania y Rusia, Arabia Saudí logró mediar en el intercambio de varios prisioneros entre las dos partes. Después, en febrero y en una mediación similar, Emiratos Árabes Unidos facilitó el intercambio de prisioneros entre ellos. Pero lo más importante es que ambas partes están intentando mediar para iniciar un proceso diplomático entre Rusia y Ucrania”.
Gol Anbari recordó que durante su visita a San Petersburgo en junio pasado y su reunión con Putin, el presidente de Emiratos Árabes Unidos anunció su disposición para mediar en la guerra de Ucrania, y añadió: “Arabia Saudí está realizando un esfuerzo más serio en este campo, que trae consigo una especie de satisfacción por parte del bloque occidental, y la reciente celebración de conversaciones de paz en Ucrania con la participación de más de 40 países, sin invitar a Rusia, prueba esta afirmación. Por supuesto, la competencia en este caso se ha extendido a los medios aficionados a estas partes, y hemos visto críticas y ataques en los medios occidentales y regionales cercanos a Emiratos Árabes Unidos contra la reunión de Yeda”.
Al recordar que el peso de las capacidades de Arabia Saudí es mayor en este caso, este experto en asuntos internacionales añadió: “Arabia Saudí tiene más influencia y poder blando por varias razones. Su posición más importante en el mundo árabe e islámico, su economía internacional más fuerte como el mayor exportador de petróleo, y su influencia en los centros de poder occidentales, son las razones principales por las que este país es más capaz de atraer apoyo regional e internacional en relación con la iniciativa de mediación en este delicado caso. Estas mediaciones se encuentran actualmente en las primeras etapas y es poco probable que suceda algo especial al respecto en un futuro próximo”.
Dijo: “Suponiendo que esta guerra termine a través de una mediación, y no como resultado de negociaciones directas entre Estados Unidos y Rusia, es muy probable que países como Arabia Saudí y Turquía jueguen el papel del mediador. Un actor del bloque occidental involucrado en la guerra no puede estar en posición de mediar, además, a Occidente no le gusta la mediación de China, y Sudáfrica y la Unión Africana no tienen suficiente potencial y poder blando para impulsar su iniciativa”.
Gol Anbari afirmó que teniendo en cuenta la cantidad de casos discutidos entre Estados Unidos y Arabia Saudí, la normalización de las relaciones entre Riad y Tel Aviv entre otros, es probable que Washington apoye la mediación de Arabia Saudí en el caso de la guerra de Ucrania y continuó: “Por otro lado, es poco probable que Rusia se oponga al posible papel mediador de Arabia Saudí en el futuro”.
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