En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Jafar Ghanadbashi explicó: “Hay dos puntos de vista con respecto a las raíces de este acontecimiento en el campo de la diplomacia; El primer grupo de expertos dicen que la raíz de este evento son los cambios que están ocurriendo en el mundo y comenzaron con la guerra en Ucrania. Se dice que paralelamente a la participación de Estados Unidos en la guerra en Ucrania, la debilidad de las capacidades diplomáticas de este país también ha afectado a la región de Asia Occidental”.
Ghanadbashi agregó: “Estos expertos creen que la reducción de las capacidades de Estados Unidos en el avance de sus políticas regionales ha provocado que los aliados de este país en la región actúen de manera más independiente en comparación con el pasado. Por lo tanto, este tema como un factor transregional, ha provocado estos cambios en la región y entre los países árabes y Siria”.
Añadió: “Hoy vemos que Siria, que era el blanco de la indiferencia de Estados Unidos, se ha convertido en el centro de atención de los países de la región”.
Este analista también explicó sobre el segundo punto de vista de los expertos: “El segundo grupo de expertos considera estos cambios como el resultado del cambio de la perspectiva de Arabia Saudí acerca de sus políticas regionales y su retirada de las ambiciones intervencionistas del pasado. Estas personas creen que Mohammed bin Salman, quien también es el ministro de Defensa de Arabia Saudí y quiere crear condiciones favorables para ser el rey, ha creído en que Arabia Saudí está en un callejón sin salida”.
Agregó: “Según Bin Salman, la liberación de Arabia Saudí de este callejón sin salida depende de una revisión seria de las políticas regionales de su país”.
Este analista en temas de Asia Occidental enfatizó: “Estos expertos señalan los fracasos de Arabia Saudí en la guerra de Yemen, por un lado, y los éxitos de los países del Eje de Resistencia por otro lado, como los factores principales que han atraído la opinión pública de los países árabes e islámicos”.
Ghanadbashi continuó: “Estos expertos creen que la fuerza impulsora detrás de todos los cambios regionales que aparentemente tuvieron lugar con el acuerdo entre Irán y Arabia Saudí y con la mediación de China no fue más que el cambio de opinión de Riad sobre sus posiciones. De hecho, fue Riad el que alentó a China a mediar entre Irán y Arabia Saudí, y el acuerdo al que llegaron estos dos países en Pekín, fue la clave para una serie de cambios diplomáticos siguientes”.
Este experto enfatizó: “Era natural que después de este acontecimiento, hubiera cambios en las relaciones entre los amigos de Irán y Arabia Saudí. Por un lado, en Yemen se iniciaron unas negociaciones para la paz y el fin de la guerra y, por otro lado, Emiratos Árabes Unidos como uno de los aliados regionales de Arabia Saudí, comenzó a dar pasos para mantener relaciones con Irán y Siria”.
Continuó: “Riad inició esfuerzos para reanudar las relaciones con Siria y en una reunión extraordinaria en El Cairo, la Liga Árabe habló sobre la necesidad del regreso de Siria a esta organización”.
Según este experto, el acuerdo de los países de la Liga Árabe con la vuelta de Siria a esta organización significó la anulación de una política que se utilizó contra este país durante 12 años, y en un sentido más correcto significó la anulación de una política que se inició hace 12 años con la expulsión de Siria como uno de los principales fundadores de la Liga Árabe y trataba de cumplir con las demandas de Estados Unidos y el régimen israelí en la región; Pero a pesar de los enormes costes que esta política supuso para Arabia Saudí, se enfrentó a un gran fracaso.
Al indicar que el regreso de Siria a la Liga Árabe provocó el descontento del régimen de Israel y Estados Unidos, Ghanadbashi continuó: “La razón de esto es que, desde el punto de vista de estadounidenses e israelíes, el regreso de Siria a la Liga Árabe se considera no solo como la derrota de sus aliados en la región, sino también como el éxito de Irán y los países de la Resistencia en la región”.
Explicó: “Especialmente porque fue Irán quien tomó muchas medidas para evitar el derrocamiento de Siria como uno de sus aliados, y fue Irán quien insistió en que Bashar al-Ássad permaneciera en el poder. Por supuesto, en la situación actual, los estadounidenses esperan aprovecharse de este cambio de política y, hasta cierto punto, están de acuerdo con la continuación del proceso de normalización de las relaciones con Siria para que de alguna manera puedan debilitar los lazos entre este país y los países del Eje de Resistencia”.
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