Hossein Kanani Moghaddam, en diálogo con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, declaró: «El ataque aéreo del régimen israelí a Doha y el objetivo de centros relacionados con Hamás no solo ha desafiado severamente la soberanía de Qatar, sino que también ha llevado las ecuaciones de seguridad y diplomacia del Golfo Pérsico a una nueva etapa». En su opinión, «la acción de Tel Aviv con la complicidad de Estados Unidos muestra que la presencia de fuerzas extranjeras en la región, en lugar de proporcionar seguridad, se ha convertido en un factor de inseguridad». Desde la perspectiva de este experto, «las bases militares estadounidenses en Qatar, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, que se suponía eran una garantía para la seguridad de los países de la ribera del Golfo Pérsico, en la práctica no pudieron prevenir la agresión del régimen israelí, y esta realidad ha creado una profunda brecha entre las promesas y el desempeño de Washington».
Kanani Moghaddam enfatiza que «Irán anteriormente había presentado propuestas para la cooperación de seguridad regional, y ahora, al quedar al descubierto la ineficacia de las garantías estadounidenses, es probable que los países árabes acojan favorablemente esta cooperación». El analista senior de asuntos internacionales dijo: «Ahora los gobiernos árabes han llegado a la conclusión de que sin hacer frente a las acciones del régimen israelí, la seguridad regional no está garantizada, por lo que es probable que acojan favorablemente la formación de un ‘pacto de seguridad colectiva en la región’, que debe ser perseguido».
Colapso de los pactos de normalización y giro regional hacia el este
Kanani Moghaddam cree que «los recientes ataques del régimen israelí prácticamente han sumido en crisis al Acuerdo de Abraham y a los acuerdos de normalización, y por ello ha aumentado la presión interna sobre Emiratos Árabes Unidos y Bahréin para reconsiderar sus relaciones con el régimen israelí». Señala que «los muros del Acuerdo de Abraham se han derrumbado y todas las promesas y planes de paz entre los árabes y el régimen israelí se han visto afectados por las acciones de Tel Aviv y Washington».
Según este analista, «las consecuencias políticas de este ataque podrían ser un cambio de dirección de los países árabes hacia el este, acelerando el fortalecimiento de las relaciones con Rusia y China». Subraya que «países como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos ya se habían movido hacia armas y tecnología rusas y chinas para diversificar su equipamiento defensivo y reducir su dependencia de Estados Unidos, y ahora, con la agresión a Qatar, esta tendencia se intensificará».
Kanani Moghaddam añade: «La tendencia de los acontecimientos muestra que el ataque del régimen israelí a Qatar marca el inicio de una nueva etapa en las interacciones regionales; una etapa en la que los poderes locales deben confiar más en sus propias capacidades y en la cooperación regional, y se desafiará el papel de los actores extrarregionales». En su opinión, «el futuro de la seguridad y estabilidad del Golfo Pérsico requiere la unidad de los países concernidos y la planificación conjunta para hacer frente a las amenazas regionales; de lo contrario, otros países del Golfo Pérsico también podrían ser objeto de ataques similares».
«La traducción al español del texto en inglés ha sido realizada mediante inteligencia artificial. Agradeceremos que, en caso de detectar errores o imprecisiones, lo comunique al sitio web.»


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