Oportunidades estratégicas de Ansarolá bajo el amparo del alto al fuego
Hasan Lasjerdi, en diálogo con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, declaró que el actual alto al fuego es resultado de las presiones militares y políticas de Ansarolá sobre EE.UU. y el régimen sionista. A diferencia de la percepción inicial de que consideraba a este acuerdo meramente táctico y vinculado al viaje de Donald Trump a la región, debe interpretarse como una muestra de la determinación de Yemen en el campo de batalla. Ya que, Ansarolá, mediante ataques exitosos contra objetivos israelíes y la interrupción del comercio vinculado al transporte marítimo del régimen sionista en el Mar Rojo, obligó a EE.UU. a aceptar este acuerdo.
Según este analista, Yemen puede aprovechar esta oportunidad en tres ejes clave:
- Fortalecer la diplomacia regional con países árabes influyentes para presionar al régimen israelí, lo que podría consolidar la posición política de Ansarolá.
- Expandir las conexiones militares y defensivas, un objetivo de larga data que mejoraría la capacidad disuasoria de Yemen.
- Proteger infraestructuras estratégicas, como centros de misiles y armamento, contra ataques del régimen israelí, que se han intensificado con bombardeos al aeropuerto de Saná y a instalaciones petroleras.
Lasjerdi enfatizó que el régimen sionista con el objetivo de eliminar a Ansarolá del panorama regional sigue destruyendo la infraestructura yemení. Por ello, Ansarolá debe consolidar sus relaciones internas y externas con astucia para resistir mejor estas presiones.
Según este analista, fortalecer las fortificaciones internas y realizar consultas con actores regionales clave, incluyendo países opuestos al régimen israelí, podría colocar a Yemen en una posición de ventaja. Este enfoque reviste especial importancia en un contexto en el que los Houthis han desafiado la hegemonía del régimen israelí mediante sus recientes éxitos militares.
Consecuencias geopolíticas y consolidación de Yemen como potencia regional
Hasan Lasjerdi añadió que Ansarolá, al demostrar su poder en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, se ha posicionado como un actor influyente en las rutas estratégicas de la región. » Sus ataques precisos contra objetivos israelíes, incluido el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, no solo han puesto al régimen sionista en una posición más débil, sino que también han erosionado su autoridad en la zona.»
«El analista de asuntos de Asia Occidental añade: Estas acciones, que han estado vinculadas con daños significativos a la flota estadounidense y la interrupción de la navegación marítima relacionada con el régimen israelí, demuestran la posición dominante de Ansarolá en la dinámica geopolítica.» Sin embargo, advirtió que el régimen sionista, con apoyo de algunos países de la región, intentará neutralizar esta ventaja. Por ello, cree que Ansarolá debe reforzar su preparación militar y diseñar vías diplomáticas para evitar ser excluido de la ecuación regional.
Al señalar el peligro de las presiones indirectas del régimen israelí a través de países afines, Lasjerdi declaró: «Se espera que Ansarolá evite acciones impulsivas, manteniendo comportamientos calculados».
Según sus palabras, la madurez político-militar de Ansarolá en los últimos años ha permitido a este movimiento gestionar las crisis con lógica y estabilidad. Este enfoque podría reforzar los impactos geopolíticos de Yemen en el futuro y consolidar su papel en las dinámicas regionales.
Futuro del alto al fuego: ¿Estabilidad o pausa táctica?
Lasjerdi a continuación señaló que la posibilidad de que el alto al fuego se convierta en una solución política estable depende del comportamiento de EE.UU. e Israel. Refiriéndose a las palabras de Mohamed Abdulsalam, portavoz de Ansarolá, quien reiteró el apoyo de Yemen a Gaza, este analista interpreta dicha postura como un compromiso con los objetivos de la Resistencia.
Según este analista, dado que Estados Unidos busca reducir las tensiones en la región, probablemente intentará disuadir al régimen sionista de llevar a cabo nuevas agresiones contra Yemen. La mediación de Omán ha reforzado esta voluntad y podría conducir a un acuerdo duradero. Sin embargo, a diferencia de EE.UU., el régimen israelí busca una victoria militar y geopolítica decisiva y percibe el alto al fuego como una oportunidad táctica para reorganizar sus fuerzas.
Lasjerdi enfatiza que la conducta equilibrada de Ansarolá, junto con su coordinación con otros actores regionales, aumenta las posibilidades de que este acuerdo perdure.
Él señala múltiples factores que influyen en este proceso, incluidas las negociaciones entre Irán y EE.UU., la gestión de los recursos energéticos y el enfoque de los países árabes. De tal modo que EE.UU., aprovechando su posición de fuerza, podría sentar las bases para la estabilidad en Yemen y Gaza conteniendo al régimen israelí.
El futuro del conflicto con Israel: De lo militar a guerras multifacéticas
El analista predice que, tras el alto al fuego, el régimen sionista recurrirá a métodos como la guerra cibernética, asesinatos y presión económica contra Yemen. Israel podría intentar debilitar a Ansarolá creando facciones rivales dentro de Yemen o debilitando su economía.
Lasjerdi sugiere que Ansarolá contrarreste estas presiones fortaleciendo alianzas regionales con países opuestos a Israel. Destaca la importancia de mantener la cohesión interna y evitar infiltraciones. La experiencia de Ansarolá en gestión de crisis le permitirá resistir los desafíos multifacéticos del régimen sionista.
Y añade: con sus recientes éxitos militares, como derribar drones estadounidenses y atacar infraestructuras israelíes, Ansarolá puede mantener su rol como brazo fuerte de la Resistencia.
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