Hamid Khosh Ayand, experto en cuestiones regionales
Estas protestas, especialmente durante la segunda fase del ataque del régimen a Gaza, que comenzó en marzo de 2025, se están extendiendo de manera sin precedentes, y la ola de protestas también se ha extendido a partes importantes del ejército, incluida la fuerza aérea y los médicos militares.
En las últimas protestas, alrededor de mil veteranos de la fuerza aérea, incluido el ex jefe del Estado Mayor y varios ex comandantes de alto rango, firmaron una petición pidiendo el fin de la guerra en Gaza. Los firmantes de la petición creen que la guerra de Gaza sirve a los intereses políticos y personales de Netanyahu antes que a los intereses nacionales y la seguridad de Israel.
Parte de la petición de protesta, publicada por periódicos sionistas, afirma: “Continuar la guerra no ayudará a lograr ninguno de los objetivos declarados y solo conducirá a la muerte de rehenes, soldados israelíes y civiles inocentes, y al agotamiento de las fuerzas de reserva del ejército”.
En esta petición, los pilotos y soldados de la fuerza aérea israelí llamaron a los residentes de los territorios ocupados a reaccionar para exigir el fin de la guerra en Gaza. Esta demanda ha provocado el aumento de protestas callejeras en los territorios ocupados, y más de 100 mil personas han celebrado recientemente manifestaciones de protesta en Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades. En estas reuniones también estuvieron presentes fuerzas de reserva de la Unidad 8200 del régimen israelí.
Contrariamente a la “política de presión militar de Netanyahu”, los soldados que protestan consideran que un acuerdo con Hamás es la única vía para el regreso de los prisioneros sionistas. En su opinión, la presión militar, la violación del alto el fuego y el regreso a la guerra son una traición, y Netanyahu y los miembros de su gabinete han abandonado deliberadamente a los rehenes restantes para que mueran en Gaza.
El ejército israelí no solo ignora las protestas de los soldados, sino que sus mecanismos para contener la tensión dentro del ejército han exacerbado la situación. Por ejemplo, prohibir a los cadetes participar en protestas callejeras o suspender y despedir a varios reservistas de la fuerza aérea y médicos militares que firmaron la petición de protesta han tenido un efecto contrario y han aumentado el alcance de la crisis.
Respecto a la propagación de la crisis de desobediencia en el ejército israelí, se pueden identificar varias causas, las más importantes de las cuales se mencionan a continuación:
– Las infructuosas medidas militares del Gabinete de Guerra para liberar a los prisioneros, incluida la reanudación de la invasión militar de Gaza en lugar del diálogo y el acuerdo con las fuerzas de Resistencia, lo que ha puesto en riesgo las vidas de los prisioneros;
– No haber logrado los objetivos de la guerra después de más de 18 meses;
– La decepción de los soldados del ejército sionista y su sufrimiento por diversas enfermedades mentales y psicológicas debido a su larga presencia en la guerra;
– Temor al orden de arresto internacional contra los militares y comandantes del ejército del régimen y la posibilidad de su arresto en otros países. Aunque posiblemente los gobiernos extranjeros no tienen la intención de arrestar a los altos funcionarios de Israel, es posible que lo tengan respecto al personal militar sionista.
– Falta de congruencia entre los objetivos de la guerra y los objetivos e intereses que persigue el propio Netanyahu, ya que sus objetivos son principalmente tácticos y políticos en lugar de estratégicos.
El conjunto de factores ya mencionados ha hecho que sea inexcusable para muchos soldados seguir sirviendo en el ejército israelí y participando en la guerra de Gaza, que después de 18 meses no ha logrado plenamente ninguno de sus objetivos declarados y no hay ninguna perspectiva clara de su fin.
Pero lo más importante son las consecuencias de la continua tensión y el desacuerdo dentro del ejército israelí. La crisis de desobediencia en varias partes del ejército israelí, incluidas las fuerzas de reserva de la Unidad 8200 (una unidad de inteligencia y cibernética de élite), pilotos de la fuerza aérea, oficiales navales retirados y médicos de reserva, refleja una profunda y creciente división dentro de la sociedad civil y militar de Israel con respecto a los objetivos, la estrategia y las consecuencias de esta guerra.
Esta cuestión ha generado una desconfianza generalizada entre las fuerzas de reserva respecto de las misiones asignadas y, dados los desafíos que enfrenta el ejército del régimen al llevar a cabo operaciones en Gaza, Líbano, Siria y Cisjordania, puede que sus planes operativos se dañen seriamente. Mientras tanto, esta situación podría conducir al debilitamiento del ejército israelí en la guerra de Gaza, a una escalada de la crisis de legitimidad de la guerra y a las dimisiones masivas que perturbarían el avance de los planes de guerra de Netanyahu.
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