Barsam Mohammadi, experto en cuestiones regionales
El general Mazlum Kobane Abdi, comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias, que jugó un papel eficaz en la derrota de ISIS en Siria en 2019, enfatizó recientemente en una declaración: “Las actividades de ISIS han aumentado drásticamente y el riesgo de su resurgimiento se ha duplicado. Ellos ahora tienen más capacidades y oportunidades”. Esto, mientras que en las últimas semanas y tras la caída del gobierno de Bashar al-Ásad, ISIS ha logrado apoderarse de algunas de las armas y municiones abandonadas por el ejército sirio.
Algunas fuentes de inteligencia también han informado de que varios elementos terroristas de ISIS, con el apoyo y la coordinación de Estados Unidos, en pequeños grupos de 3 a 4 personas, equipados con vehículos nuevos, armas modernas y la bandera de las fuerzas estadounidenses, han entrado desde Siria en la región desértica de Wadi Hauran, situada en el oeste de Anbar.
Vale la pena señalar que, para evitar cualquier vuelo de aviones iraquíes o ataques aéreos, las fuerzas estadounidenses han desactivado el servicio GPS para el espacio aéreo de las rutas de transporte y despliegue de las fuerzas de ISIS en la región de Wadi Hauran.
Estos acontecimientos se producen mientras en las últimas semanas, el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, en una conversación con el viceministro de Asuntos Exteriores británico, ha advertido sobre el riesgo de que ISIS escape del campo de Al-Hol y ha enfatizado: “ISIS se está reorganizando y, con la adquisición de nuevas armas, representa una seria amenaza para la seguridad regional”. Al-Hol es considerado el campamento más grande para mujeres, niños y hombres miembros de ISIS en Siria e Irak.
Actualmente, unos 11 mil miembros de ISIS están encarcelados en las regiones kurdas de Siria. Las familias de los prisioneros de ISIS, que son alrededor de 50 mil, también viven en el campamento de Al-Hol.
La experiencia del surgimiento de grupos terroristas muestra que ISIS puede resurgir bajo la influencia de dos factores internos y externos: La debilidad de los gobiernos centrales en Siria e Irak en zonas remotas, las diferencias sectarias y religiosas, la corrupción y el desempleo, los problemas económicos y la insatisfacción pública se encuentran entre los factores internos. Entre los factores externos, tenemos los países y actores que utilizan a los grupos terroristas como herramienta para proteger sus intereses regionales e internacionales.
Actualmente, ISIS no puede recuperar el poder y disponer de suficientes fuerzas por sí solo debido a numerosas razones, entre ellas la falta de recursos financieros, la falta de instalaciones e infraestructura necesarias y suficientes, la oposición de la opinión pública, etc., a menos que factores externos faciliten el proceso de su resurgimiento en Siria e Irak, lo que es más probable.
Por lo tanto, lo importante sobre los recientes acontecimientos en la región, sobre todo en Siria e Irak, es el papel de los factores externos, especialmente el papel del gobierno de Estados Unidos y del régimen sionista, en el posible resurgimiento de ISIS, que ha provocado amenazas significativas para la seguridad y estabilidad de toda la región.
De hecho, ISIS y otros grupos terroristas son una herramienta estadounidense y sionista para asegurar sus intereses militares, políticos, de seguridad, etc. Durante los años de su existencia en Irak y Siria, donde ocupó gran parte del territorio de los dos países y tuvo fácil acceso a los intereses estadounidenses y del régimen sionista, ISIS no disparó ni un solo tiro contra los territorios ocupados y no tuvo como objetivo serio los centros económicos y militares de Estados Unidos en la región.
Lo que hoy existe en Siria e Irak como “restos del ISIS” en realidad pertenece a Estados Unidos y que se ha preservado en una forma limitada y controlada. Los estadounidenses nunca permitirán que una herramienta que ellos mismos diseñaron y crearon, y que les sirvió para asegurar sus intereses nacionales, sea completamente destruida.
Promover los intereses de Estados Unidos y del régimen sionista en una atmósfera de terror, inseguridad y caos es más fácil y menos costoso que promoverlos en condiciones normales y estables. El terrorismo takfiri, que tiene diversas formas y títulos, es una de las principales herramientas de Estados Unidos en la región, del que se ha aprovechado en momentos necesarios.
Aunque la caída del gobierno de Bashar al-Ásad ha creado una oportunidad única para la promoción de los intereses estadounidenses e israelíes en este país y la región, la variedad de actores en Siria, algunos de los cuales tienen intereses contradictorios con los de Estados Unidos, así como la existencia de obstáculos regionales y la opinión pública, presentarán serios desafíos para aprovecharse de la situación actual.
Al mismo tiempo, el resurgimiento de ISIS podría facilitar y acelerar el proceso por el cual Estados Unidos y el régimen sionista se aprovechan de los recientes acontecimientos en Siria. Especialmente porque la comunidad internacional está actualmente centrada en la guerra en Gaza, Palestina y Ucrania, y el ISIS no está recibiendo mucha atención.
Dado que el resurgimiento de ISIS provoca graves riesgos para la seguridad y la estabilidad de toda la región, dejar de lado las diferencias políticas intrarregionales y fortalecer los gobiernos nacionales, así como los movimientos y elementos antiterroristas, son estrategias importantes que los países de la región deberían seguir para neutralizar la política de resurgimiento de ISIS.
Debido a las amplias intervenciones de Estados Unidos y el régimen sionista y su comportamiento agresivo que llevaron al colapso del sistema político en Siria, la situación actual en la región es delicada y está llena de amenazas a la seguridad. Utilizando las herramientas a su disposición, incluida la activación de los restos de ISIS, Estados Unidos busca una posible repetición del escenario sirio en Irak de una manera diferente. Es por eso que el gobierno estadounidense insiste en la disolución de las Fuerzas de Movilización Popular en Irak. Estados Unidos sabe que, a pesar de la presencia de las Fuerzas de Movilización Popular, el proceso de asegurar sus intereses en Irak sigue enfrentando serios obstáculos.
Las Fuerzas de Movilización Popular en Irak y otros movimientos populares en otros países árabes e islámicos son elementos de la seguridad nacional de estos países contra las ambiciones de Estados Unidos y el régimen sionista. Por lo tanto, para enfrentar las amenazas de elementos terroristas y takfiris, y para garantizar su seguridad nacional, los gobiernos no deben, bajo ninguna circunstancia, desmantelar o limitar las actividades de sus fuerzas de seguridad.
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