Hamid Khosh Ayand, experto en cuestiones regionales
El régimen sionista ha atribuido este ataque a Hezbolá y está tratando de convertirlo en un factor para intensificar las medidas militares, políticas e internacionales contra la Resistencia libanesa.
En cuanto a las recientes actividades del régimen sionista contra Hezbolá, hay puntos a considerar, los más importantes de los cuales vienen a continuación:
Uno; La participación de Hezbolá en la guerra entre los palestinos y el régimen sionista en Gaza es obvia y tiene dimensiones militares declaradas y claras.
En este sentido, cabe señalar que, aunque el alcance operativo de los misiles de Hezbolá se extiende profundamente en los territorios ocupados y pueden apuntar a cualquier punto en cualquier momento y matar a decenas o incluso cientos de miles de personas, Hezbolá se adhiere a los valores morales y humanos de la guerra y respeta las reglas de la guerra.
Dos; La entrada de Hezbolá en la guerra de Gaza desde el frente norte, donde se encuentra un gran número de bases aéreas del régimen sionista, ha provocado que gran parte de la fuerza blindada, unas tres divisiones y el 30% de la capacidad de guerra aérea del régimen usurpador estén implicados en esta zona.
Además de las consecuencias estratégicas en el ámbito militar, político, económico, demográfico, de seguridad, etc., esta cuestión ha provocado el desgaste del ejército sionista en otras regiones y ha enfrentado a este régimen con una crisis de escasez de mano de obra. Así que con las estrategias y tácticas operativas de Hezbolá, una gran parte de los cálculos políticos y de campo de batalla del régimen sionista ya no es válida, no solo en Gaza, sino en toda la Palestina ocupada y la región.
Tres; Las capacidades que Hezbolá del Líbano ha demostrado en los acontecimientos en Palestina y Gaza, junto con los esfuerzos de los grupos palestinos, especialmente Hamás y la Yihad Islámica, son uno de los principales factores en el fracaso de los objetivos declarados y prácticos del régimen sionista en la guerra de Gaza.
Actualmente, Tel Aviv cree que para romper la resistencia y la esperanza de la gente y salir del pantano de Gaza, no tiene más remedio que tranquilizar el frente norte como primer paso. Por lo tanto, se ha incluido en la agenda debilitar la posición y presencia de Hezbolá en el norte de la Palestina ocupada y destruir su imagen interna y regional.
Cuatro; La probabilidad de éxito de la conspiración israelí contra Hezbolá es casi cero; En primer lugar, el régimen sionista, que ha perdido una parte importante de sus capacidades operativas y de combate en Gaza y hoy se enfrenta a un ejército exhausto y a un proceso de formulación de políticas confuso, carece de las capacidades necesarias para iniciar una nueva y seria guerra contra Hezbolá. La interpretación más precisa a este respecto la dio Yoav Gallant, ministro de Guerra de este régimen, según la cual cualquier posible guerra, ya sea limitada o generalizada, abrirá las puertas del infierno a Israel.
En segundo lugar, la reacción del pueblo del Golán, los líderes de la comunidad drusa, la opinión pública y los políticos libaneses ante este incidente, frenó la conspiración del régimen sionista en la región ocupada del Golán.
Por ejemplo, podemos referirnos a las posiciones de los líderes políticos y espirituales de los drusos, incluido Walid Jumblatt, ex jefe del Partido Socialista Progresista del Líbano, Talal Arslan, líder del Partido Democrático del Líbano, el jeque Amin al-Sayegh, destacado representante de los drusos en el Líbano, y el jeque Youssef Jarbou, representante de la comunidad drusa en Siria, quienes han advertido sobre la conspiración del régimen sionista y han rechazado las acusaciones de Israel contra Hezbolá sobre el incidente de Majdal Shams y han enfatizado: “La resistencia es la única manera de proteger al pueblo, y Hezbolá nunca va más allá de las reglas de la guerra y no ataca a los civiles bajo ninguna circunstancias”.
También debemos mencionar las posiciones y esfuerzos de Walid Jumblatt, líder druso más destacado, que desempeñó un papel eficaz en la adopción de posiciones alineadas entre los drusos para apoyar a Hezbolá y resistir la reciente conspiración sionista.
Cabe destacar que desde que Hamás entró en la batalla de la Tormenta de Al-Aqsa, Walid Jumblatt, quien anteriormente tuvo muchas diferencias políticas con este partido político, ha defendido a Hezbolá y su actuación en esta guerra.
La adopción de tales posiciones por parte de Jumblatt y otros dirigentes drusos es importante ya que el régimen sionista contaba con su ayuda para provocar a la opinión pública y a las corrientes políticas contra la Resistencia libanesa.
En cualquier caso, la reciente conspiración del régimen sionista contra Hezbolá no solo fue ridícula, sino que desde el principio fue fracasada, ya que fue diseñada en base a cálculos erróneos. Los residentes del Golán ocupado son partidarios de la Resistencia de Palestina, Siria y el Líbano, por lo que el régimen sionista nunca podrá ponerlos al frente del Eje de la Resistencia.
Hace tiempo que el Eje de la Resistencia ha superado la etapa en la que el régimen sionista podía crear una brecha entre sus miembros. Así que Israel no tiene más remedio que poner fin a la guerra en Gaza. La guerra en Gaza y su continuación eventualmente causarán una gran rebelión dentro de Israel contra su gobierno, y este régimen criminal se enfrentará a consecuencias mucho más graves que las de la guerra en Gaza.
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