Barsam Mohammadi, experto en cuestiones regionales

Tras los recientes bombardeos del ejército turco, se han producido daños importantes a las propiedades e infraestructuras de Duhok y la situación humanitaria ha empeorado, por lo que esta ciudad ahora necesita asistencia humanitaria.

Se dice que Turquía tiene entre 5 y 10 mil fuerzas militares y unas 80 bases militares en el norte de Irak, y que se han construido unilateralmente y sin ningún acuerdo de seguridad en las provincias de Erbil, Duhok y Nínive y en ocasiones se han extendido hasta una profundidad de 40 a 105 kilómetros en territorio iraquí.

Los ataques aéreos y terrestres del Ejército turco en el territorio de Irak en 2024 han aumentado significativamente en comparación con el año anterior. Se dice que en los últimos seis meses, Turquía ha llevado a cabo cerca de 1100 ataques en la Región de Kurdistán, mientras que en todo el año 2023 había realizado alrededor de 1500 ataques.

Según las estimaciones existentes, debido al creciente número de las operaciones militares del Ejército turco en Irak, si no se detienen estas operaciones, en un futuro próximo más de 600 aldeas de la Región de Kurdistán, que se encuentran en el punto de mira de las fuerzas militares turcas, quedarán desiertas.

A pesar de las repetidas advertencias de los grupos de Resistencia islámica, diversos partidos políticos y el gobierno iraquí sobre la retirada de las fuerzas militares turcas de este país, Ankara no solo no ha tomado ninguna medida para detener las operaciones y retirar sus fuerzas militares de Irak, sino que ha fortalecido su presencia en el país avanzando más en la Región de Kurdistán y construyendo varias bases nuevas.

En cuanto a las operaciones militares turcas en el norte de Irak, tres cuestiones son importantes:

Uno; El gobierno turco afirma que, con la coordinación del gobierno iraquí, está realizando ataques terrestres y aéreos en las zonas del norte de este país con el objetivo de enfrentarse a los terroristas del PKK. Esto, a pesar del hecho de que muchos dentro de Irak están en contra de la realización de tales ataques y operaciones.

Por ejemplo, Aqil Al-Radini, miembro de la coalición Nasr en el Parlamento iraquí, ha dicho: “Existe una preocupación generalizada por la reciente incursión de Turquía en territorio iraquí, ya que el país ha establecido puestos de control y patrullas militares y está trabajando para establecer nuevas bases militares”.

La Resistencia Islámica en Irak, considerada el pilar más importante de la lucha contra el terrorismo en este país, ha declarado repetidamente que está en contra de cualquier tipo de presencia y operaciones militares turcas con el pretexto de luchar contra el terrorismo en cualquier parte de Irak.

Dos; La siguiente y más importante cuestión es que no existe una demarcación clara entre las llamadas operaciones antiterroristas del gobierno turco en Irak, y las acciones que han llevado a la presencia ilegal y ocupación de áreas del territorio iraquí; Este es el punto que ha causado mucha preocupación no solo dentro de Irak sino también en la región.

Si el verdadero propósito de las operaciones militares de Turquía en Irak es luchar contra el terrorismo, en primer lugar, esto debería hacerse con el acuerdo del gobierno iraquí o de la Región de Kurdistán o de los grupos de Resistencia; En segundo lugar, los daños y las víctimas de las operaciones militares de Turquía muestran que realizar tales operaciones en lugar de acabar con los terroristas y eliminar su peligro, ha causado muchos daños a la propiedad pública y ha provocado la muerte y heridas de decenas de civiles.

Tres; Como se mencionó, en el marco de operaciones militares contra el PKK, iniciada en junio de 2021, Turquía ha construido decenas de bases militares de hasta 105 kilómetros de profundidad en Irak con cerca de 10 mil soldados y ha ocupado varias partes del norte de Irak, incluidas decenas de aldeas en Duhok.

Solo en las últimas semanas, más de 140 pueblos en el norte de la Región de Kurdistán han sido evacuados debido a los ataques aéreos y de artillería turcos, que de hecho no tienen nada que ver con las reivindicaciones antiterroristas del gobierno turco en Irak.

Además, se dice que Turquía no presta ninguna atención a las sensibilidades y consideraciones internas y a la opinión pública de Irak al llevar a cabo sus operaciones militares en el norte del país, lo que significa una violación de la integridad territorial y la soberanía nacional de Irak.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado, se puede concluir que la política de Turquía de contrarrestar el terrorismo en Irak es en realidad una cobertura para promover sus objetivos estratégicos y de largo plazo con respecto al norte de Irak, incluida la obtención de recursos de petróleo y gas, la creación de una crisis con el objetivo de recibir concesiones, recibir el apoyo de la opinión pública interna en los procesos políticos, y finalmente seguir sus reivindicaciones territoriales aprovechándose del vacío de poder en Irak.

Las acciones militares de Ankara en Irak en una situación en la que Turquía enfrenta muchos problemas en el campo económico y hay muchas objeciones a tales ataques dentro de Irak, además de poder conducir a una guerra a gran escala en el Kurdistán iraquí, definitivamente crearán importantes desafíos para el gobierno turco en el futuro, especialmente por parte de la opinión pública.

Esto, a pesar de que estos ataques no solo no ayudan a erradicar el terrorismo en Irak, sino que también causan la propagación de la inestabilidad y la inseguridad en Irak y posteriormente en la región.

La política de Irán frente al terrorismo es un modelo exitoso en este campo. La República Islámica de Irán es el país más grande e importante de la región que lleva más de diez años en primera línea en la lucha contra el terrorismo, especialmente en Siria e Irak, lo que se ha hecho en el marco de los mecanismos legales y con la coordinación de los gobiernos pertinentes y hasta ahora ha tenido grandes logros.

Las medidas antiterroristas de Irán, que se han llevado a cabo en coordinación con Damasco y Bagdad e incluso con la Región de Kurdistán, no solo no causaron ningún daño a la propiedad e infraestructura públicas y ni siquiera condujeron a la ocupación de un metro del territorio de estos países, sino que también causaron la destrucción de la presencia de ISIS en el campo de batalla en estos países.