En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, Farshad Adel afirmó: “En este período de tensas relaciones entre los dos países, el enfoque final de China es intentar superar esta situación con el mínimo riesgo y estar preparada para encontrar soluciones para regresar al mercado estadounidense”.
Al afirmar que la economía china depende de las exportaciones, dijo: “La creciente tendencia a utilizar productos chinos en el mercado estadounidense ha provocado un déficit comercial de aproximadamente 300 mil millones de dólares en el comercio de Estados Unidos con China, lo que significa un aumento sin precedentes de las importaciones estadounidenses desde China y una disminución de las exportaciones estadounidenses a China”.
Al señalar que el volumen comercial entre Estados Unidos y China en 2024 fue alrededor de $ 583 mil millones, y según las estadísticas, $ 438.9 mil millones de este volumen comercial eran por la importación de productos chinos a Estados Unidos, este experto en cuestiones estratégicas agregó: “Estas cifras indican la importancia del mercado estadounidense para la economía china, y es obvio que dificultar el ingreso de productos chinos al mercado estadounidense tendrá efectos a corto plazo, como una disminución de la tasa de crecimiento económico de China y un debilitamiento del yuan”.
Este experto cree que esto podría tener efectos más amplios sobre la economía china a largo plazo, cambiando las estrategias económicas del país que dependen de las exportaciones. Además, este hecho hará que China preste más atención a la demanda del mercado interno y acelere sus planes de invertir en tecnologías avanzadas.
Señalando que en la dimensión internacional y considerando que otros mercados también están involucrados en la guerra arancelaria de Estados Unidos, Adel dijo: “La declaración de guerra económica de Trump al mundo puede considerarse una oportunidad para China, porque si los países europeos toman medidas de represalia contra los aranceles estadounidenses, se brindará una oportunidad para que China expanda su influencia económica en el mundo al proporcionar incentivos motivadores”.
Respecto a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, el secretario general del Think Tank de Estudios Estratégicos de Irán y China explicó: “Además de China, los aranceles de Trump incluyen a muchos aliados de Estados Unidos, y si Washington no llega a un acuerdo ganar-ganar con países como Japón, Australia, Canadá y la UE, la economía estadounidense enfrentará desafíos y seremos testigos del colapso del orden económico formado después de la Segunda Guerra Mundial”.
Según este experto económico, esta cuestión podría crear una oportunidad para China, que presentó iniciativas como “la Franja y Ruta” y “la economía a dos velocidades” en 2013 y 2020, para liderar con previsión estratégica y flexibilidad económica las redes fragmentadas de la economía mundial.
Según él, en esa perspectiva, parece que la posición de China para la confrontación económica con Estados Unidos no es débil. La primera acción de Beijing fue imponer un arancel del 34% a todos los bienes importados de Estados Unidos, y esta acción es una presión que afectará en gran medida a quienes votaron a Trump.
Al revisar otras contramedidas chinas para contrarrestar la guerra económica y comercial de Estados Unidos, agregó: “La República Popular China anunció que impondría controles a la exportación de siete minerales de tierras raras y sus derivados, lo que también apunta directamente a los eslabones débiles de las cadenas de suministro de tecnología y defensa de Estados Unidos. China representa aproximadamente el 90% de los recursos minerales de tierras raras del mundo, así que esta medida afectará a la avanzada industria aeroespacial estadounidense y a empresas como Lockheed Martin, ya que las reservas estadounidenses de minerales de tierras raras no son suficientes para satisfacer las necesidades actuales de las empresas activas en los sectores de defensa y aeroespacial del país”.
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