En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores, sobre las políticas energéticas de Irán y Qatar en los últimos años y la decisión de Doha de aumentar la extracción de gas del yacimiento compartido con Irán, Fereydoun Barkeshli dijo: “Las políticas energéticas de la República Islámica de Irán y Qatar en los últimos cuatro años, más o menos como los años anteriores, han estado sujetas a parámetros específicos. Primero, ambos países han adoptado políticas energéticas independientes. A pesar de numerosas reuniones y encuentros, en la práctica los dos han actuado de forma independiente en las operaciones de exploración, extracción y métodos de explotación. Segundo, ambos países han formado sus políticas basándose en la extracción máxima. Evidentemente, en el marco de esta política, la parte qatarí está en mejor posición debido a posibilidades de atraer inversión extranjera, contratos de concesión y propiedad conjunta con empresas internacionales”.
Dijo: “Bajo las sanciones y la falta del acceso necesario a los recursos financieros y tecnológicos, Irán no ha podido competir en igualdad de condiciones. Por otro lado, por supuesto, Qatar produce gas para su exportación. Los contratos de exportación de gas suelen tener una duración de veinte años o más. Por consiguiente, los qataríes han establecido una relación estructural y duradera con empresas internacionales. La producción de gas es diferente a la del petróleo. La producción de gas es el resultado de una relación larga y estable”.
Este alto experto en energía continuó: “Hay que tener en cuenta que en las primeras décadas del desarrollo del yacimiento y fases de South Pars, el objetivo de Irán era exportar gas mediante un gasoducto a Europa a través de Turquía. En este sentido, se construyó y puso en funcionamiento el gasoducto de transporte y suministro de gas a Turquía. Asimismo, se negoció el gasoducto asiático para trasladar gas natural desde Irán a Pakistán e India. Rusia siempre estuvo preocupada por la política de exportación de gas natural de Irán a Europa, así que Moscú estaba dispuesta a cooperar en la transferencia de gas iraní a Pakistán e India para disuadir a Irán de mirar a Europa”.
En cuanto a los objetivos de Irán de extraer gas del yacimiento de gas compartido con Qatar, explicó: “Los principios de la política gasista de la República Islámica de Irán se basan en la exportación de un tercio de la producción, inyección de un tercio en yacimientos petrolíferos viejos para fortalecer y aumentar la presión, y un tercio para consumo interno”.
Al enfatizar que Irán tiene experiencias internacionales históricas más extensas en el sector petrolero que en el sector del gas, Barkeshli afirmó: “Desafortunadamente, Irán no estaba familiarizado con la diplomacia del gas. Las presiones internacionales, las sanciones y la falta de inversión internacional impidieron que Irán desempeñara un papel activo en el sector del gas. En las décadas de 1980 y 1990 existía la creencia de que Irán debería tener un Ministerio de gas en lugar de uno de petróleo. En términos de poder calorífico, el volumen de gas de Irán supera el petróleo del país. Pero debido a los factores mencionados, Irán no pudo prestar atención a los mercados de exportación. Actualmente, la industria del gas de Irán funciona con una eficiencia económica mínima y utilizamos el gas como la energía más cara del mundo”.
En cuanto a la posición de Irán respecto al aumento de la extracción de gas por parte de Qatar del yacimiento compartido, este alto experto en energía afirmó: “Qatar, al igual que otros países de la región del Golfo Pérsico, ha llegado a la conclusión de que el petróleo y el gas en Asia Occidental tienen por delante un proceso de veinte años y a partir de 2045, no habrá un futuro significativo para el gas y el petróleo en el mercado mundial. Por tanto, Qatar y otros países de la región se encuentran en condiciones de máxima explotación de sus recursos de hidrocarburos. Así que es necesario conectar los recursos gasíferos a los mercados internacionales”.
Continuó: “Conectar los recursos de gas a los mercados globales conduce a una estructura de seguridad mutua entre el productor y el exportador, y esto eleva el factor de seguridad del país de origen, porque la seguridad del gas es una prioridad para el consumidor”.
Barkeshli dijo: “Una serie de factores económicos, políticos y de seguridad alientan a Qatar, bajo el paraguas del apoyo internacional, a alcanzar la máxima producción. Mientras tanto, Irán se enfrenta a algún tipo de falta de atención o quizás confusión respecto a los yacimientos de gas y petróleo compartidos con sus vecinos. Esta cuestión también se puede ver en yacimientos compartidos con Arabia Saudí, Kuwait o Irak. También hay problemas sin resolver con nuestros vecinos del mar Caspio”.
Refiriéndose a los tratados internacionales que se han elaborado sobre la cuestión de los yacimientos compartidos de petróleo y gas entre países, afirmó: “Cabe señalar que la estructura principal de los yacimientos de gas compartidos es tal que la demora en la explotación de una de las partes lleva a que la otra parte se quede con más, lo que generalmente es difícil de probar. Por lo tanto, el hecho de que Irán no pueda o no quiera extraer más de este yacimiento no impedirá que Qatar no extraiga más”.
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