En una entrevista con el sitio web del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores sobre la participación de Arabia Saudí en la cumbre del grupo BRICS en Sudáfrica y los esfuerzos de este país para convertirse en miembro del Banco de Desarrollo del BRICS, Amin Parto dijo: “El grupo BRICS incluye cinco importantes economías emergentes, a saber, Brasil, China, India, Sudáfrica y Rusia, y la membresía de Arabia Saudí en este grupo es importante”.

Agregó: “El Banco de Desarrollo del BRICS, cuya sede se encuentra en Shanghái en China, es un banco multinacional que debe apoyar el desarrollo sostenible en los países miembros mediante la financiación de proyectos de infraestructura públicos o privados a través de préstamos, participación accionaria y garantías. Además de los cinco países principales, Emiratos Árabes Unidos, Uruguay y Bangladesh también son miembros de este banco, y ahora Arabia Saudí está tratando de unirse. Por supuesto, el directorio del banco ha acordado con la incorporación de Argentina a este banco, y Egipto está a un paso de ingresar”.

Este analista afirmó que los países miembros del grupo BRICS ahora tienen el 40% de la población mundial y una cuarta parte del producto interno bruto mundial y dijo: “Arabia Saudí es el socio más grande en Asia Occidental de este grupo y tiene amplias relaciones comerciales con los países miembros del BRICS. El comercio bilateral total de Arabia Saudí con los países de este grupo aumentó de 81 mil millones de dólares en 2017 a 128 mil millones de dólares en 2021 y se dice que esta cifra superará los 160 mil millones de dólares en 2022”.

Parto agregó: “Teniendo en cuenta que los miembros de este banco pueden usar sus monedas nacionales para transacciones comerciales, unirse al Banco de Desarrollo del BRICS reducirá la presión de encontrar dólares estadounidenses para financiar sus importaciones y los ayuda a superar las alzas de precios, la inflación y la escasez de dólares. Además, en 2022, Putin declaró en la cumbre del BRICS que los países BRICS lanzarían una nueva moneda de reserva global que consistiría en una canasta de monedas BRICS”.

Señaló las noticias publicadas de que Arabia Saudí está negociando con China para usar el yuan para sus pagos, y además de explicar los numerosos y serios obstáculos que enfrentan los países para reducir el uso del dólar, continuó: “El intento de Arabia Saudí de acercarse a BRICS y cooperar con los países miembros, es una continuación de la política de distanciamiento de Estados Unidos. Riad sigue siendo crítico con el enfoque de Washington y Bruselas hacia sí mismo, especialmente en relación con las sanciones y presiones que ha vivido, y ha demostrado que puede dar pasos de forma independiente para acercarse a los rivales de estos países”.

Al afirmar que Riad ya no quiere dar grandes cantidades de dinero gratis a países como Pakistán, Jordania, Sudán, Egipto y otros países como en el pasado y la era de los cheques en blanco firmados por Arabia Saudí ha terminado, este analista de temas saudíes dijo: “Este país quiere que en caso de ayudar a esos países, esta ayuda vaya acompañada de un retorno de la inversión. Por ello, ha empezado a financiar proyectos fiables para que pueda aumentar su influencia y fondos en cooperación con algunos países como China. Incluso en relación con países con economías pequeñas que han experimentado impagos de deuda, solo promueve la financiación de proyectos pequeños y medianos que cuenten con garantías financieras suficientes”.

Según Parto: “Arabia Saudí ha cambiado su modo de actuación y ha demostrado que no seguirá el mismo camino del pasado en respuesta a las presiones políticas de Occidente en su contra. Sin embargo, parece que este es un hecho táctico y continuará así mientras los demócratas estén en el poder en Estados Unidos. Riad sabe que una vez que termine la guerra en Ucrania y Occidente supere la crisis energética, las pasadas presiones contra Arabia Saudí comenzarán de nuevo. Por lo tanto, trata de aprovechar esta oportunidad para resolver algunos de sus problemas regionales e internacionales y al unirse a organizaciones y cooperaciones internacionales, cambie por completo las ecuaciones”.

Recordando los lazos históricos y estratégicos entre Arabia Saudí y los Estados Unidos y la infraestructura militar y de seguridad occidental de Arabia Saudí, este analista considera que algunas de las acciones de Riad son temporales y tienen como objetivo crear un equilibrio y agregó: “Arabia Saudí ha aprendido que debido al sistema político específico de Estados Unidos, este país americano no va a resolver todos sus problemas e incluso puede crear problemas muy grandes para él. Según Henry Kissinger, si los países son enemigos de Estados Unidos, sus gobiernos vivirán más que sus aliados. Ahora, Arabia Saudí ha llegado a la conclusión de que tal vez podría resolver algunos de sus problemas sin la ayuda de Estados Unidos”.

Parto agregó: “Arabia Saudí está tratando de resolver sus propios problemas sin la mediación de los Estados Unidos y jugar un papel activo, pero al mismo tiempo, no ha habido una revolución en este país de manera que podamos esperar que se distancie por completo de Estados Unidos y mantenga estrecha cooperación con China. Ahora, la economía es la principal prioridad de Arabia Saudí para neutralizar las presiones políticas en su contra”.

Afirmó que los esfuerzos de Arabia Saudí para cooperar con organizaciones y grupos económicos internacionales son en esta dirección y dijo: “Arabia Saudí, no quiere crear un nuevo orden o dar forma al Bloque del Este contra el Bloque del Oeste, lo que buscan China y Rusia, más bien, trata de llegar a una situación en la que Estados Unidos y Occidente vean a este país como un gran peso y Estados Unidos también necesite a Arabia Saudí para aplicar sus políticas”.